Ver que tantos jóvenes que se comprometen con esta lucha, nos llena de orgullo. Queremos que la juventud se empiece a organizar, y empiece a abrazar la causa de los trabajadores. (...) Distinto es cuando las comisiones internas y cuerpos de delegados están en manos de trabajadores, con una concepción de clase. Esa es una de las lecciones: si recuperamos las internas, los sindicatos, si dejamos nuestras luchas sectoriales y empezamos a tomar el conjunto de las demandas de nuestra clase... Porque está espectacular que peleemos por nuestro salario, está espectacular que peleemos contra la precarización laboral, pero ¿de qué sirve si tenemos esas conquistas parciales, y cuando un compañero de los pueblos originarios sale a luchar por su tierra, lo matan? ¿Qué nos pasa si tenemos nuestra conquista sectorial y vemos como un hermano, un compañero paraguayo o boliviano, de la clase trabajadora, lucha por un pedazo de tierra para tener su vivienda digna, lo matan, de qué nos sirve?

(...) Tenemos que lograr la unificación de las filas obreras. No podemos dejar que nos dividan entre efectivos y contratados, entre en blanco y en negro, somos parte de la misma clase.

Lo que nos da fuerza son las experiencias que hemos ido dando juntos, en estos Encuentros.

(...) Hay mucho camino por recorrer, tenemos una tarea enorme. Lo están demostrando ahí en la Villa Soldati. La derecha se organiza para matar, para desarticular. Ellos tienen odio de clase, nosotros tenemos que aprender también lo que es el odio de clase. Ese odio que tenemos que sentir contra la burocracia sindical, los patrones, los que nos gobiernan. Porque nos aplastan, porque nos explotan. Ese odio tenemos que canalizarlo en organización, y recuperar comisiones internas, sindicatos y dar este debate profundo: que no nos dividan. Porque la clase obrera no tiene fronteras, la misma explotación que existe acá existe en Bolivia, en Paraguay, en Europa, en EE.UU., en todas partes.

(...) Es una experiencia enorme estar acá. Vamos a ver cómo sufren, cuando recuperemos internas, cuando recuperemos sindicatos, pero más van a sufrir cuando los trabajadores nos demos el debate de que también nos merecemos discutir una salida propia de la clase trabajadora, esa es una tarea pendiente que tenemos. No podemos solamente luchar todos los días del año, sin pensar que tenemos que discutir el poder. El poder tiene que estar en manos de la clase trabajadora.