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Comunicados de prensa

Campo Grande enfrenta orden judicial y amenaza a sus obreros

Lock out patronal contra reinstalación de delegados

Este miércoles, más de 300 obreros ajeros fueron separados de sus puestos de trabajo, mediante amenazas y aprietes de los encargados de la empresa y punteros contratados por “Colonia Barraquero”. La empresa desacata la orden de la Justicia de Mendoza, que ha sacado un nuevo fallo y dos despachos, intimándola a reinstalar de inmediato a José Soto y Fabián Bravo en calidad de delegados. Pero entró en pánico, cuando no logró poner a los trabajadores en contra de sus delegados. La patronal prepara ataques a gran escala, hay que organizarse para impedir despidos masivos. Un verdadero punto de inflexión en esta lucha, que ya cumplió un año el pasado 7 de noviembre.

PTS Mendoza

17 de noviembre 2008

Sánchez siempre tuvo un gusto particular por ostentar su impunidad. Demoró el inicio de la temporada durante meses como una extorsión pública. Como se ve en Fincas: “En estas condiciones no se puede trabajar -advierte Sánchez- Ni la empresa ni el sector están en condiciones de afrontar los planteos gremiales que están acompañados por sucesivas intimaciones de la Subsecretaría de Trabajo, el Ministerio de Trabajo de la Nación y la AFIP (…) Sánchez confirma que “después de todos los problemas que hemos tenido en la campaña anterior, hemos decidido trasladar una parte de la planta de empaque fuera de Mendoza, donde nos garantizan la seguridad de poder trabajar en las mismas condiciones en que habíamos estado desarrollando nuestra actividad(…).” (1)

Ahora que inicia la nueva temporada, no quiere “permitirse” seguir obedeciendo la orden judicial que le había obligado a reinstalar a Bravo en su puesto de trabajo; y que ya lo intimaba a hacer efectiva la de Soto, otro de los delegados reincorporados. Por lo que contrató punteros que impidieran el ingreso de los delegados al establecimiento, y dieran una excusa para pedir la modificación de la medida cautelar. Sin embargo, la cámara judicial volvió a fallar contra la empresa e intimarla a cumplir lo dispuesto en la cautelar.

La empresa citó a los delegados a las 16:30 del pasado miércoles 12. Pero al llegar los empleados a sus trabajos se encontraban con que les impedían ir a sus puestos de trabajo, un grupo de carneros contratados por la patronal los intimaba a “defender a la empresa” y “no dejar que entren”. Al llegar los delegados escoltados por las valientes mujeres que iniciaron la lucha el año pasado, y el acompañamiento solidario de los sindicatos ATE y Judiciales; los punteros se dieron cuenta que no podrían salir a matonear como venían haciendo hasta entonces. Por lo que la empresa decidió paralizar toda la actividad de la planta y pasar de las amenazas a la coerción directa sobre los empleados: “el que no sale, ya sabrá lo que hace”, esta vez bajo la supervisión de los encargados de sector y los jerarcas de la cooperativa que llegaron hasta el galpón. Un puñado de carneros se ocupó de revisar hasta los baños para sacar a las obreras que se habían escondido para no seguir la orden patronal. Separando a más de 300 empleados de sus lugares de trabajo.

Lo que no pudieron prever era que, una vez afuera, la gran mayoría de los empleados -aún presionados por los encargados de la empresa, los punteros de la cooperativa y los carneros contratados por la empresa- se negarían a confrontar con los delegados. Por el contrario, más de 100 empleados se negaron a cruzar el portón quedando adentro de la empresa, otros tantos volvieron a sus puestos de trabajo a escondidas, y afuera quedaron los compañeros del sector de cortadores (uno de los más explotados y decididos en la lucha del año pasado), que saltaron en defensa de los delegados y denunciaron que la cooperativa les había bajado el precio de la caja en lugar de darles el aumento acordado en paritarias (de 2,80 a 2,50 en lugar de 3,10). Los carneros se dieron cuenta que tenían una base muy reducida entre los trabajadores y actuaron como un grupo de provocadores cuya única intención era impedir que los delegados hablaran con los empleados. Al extremo del ridículo, intentaron hacer cantar a la gente: “que se vayan, que se vayan”, no logrando más que 8 o 10 adherentes, lo que dejó en evidencia su marginalidad ante toda la empresa. En su auxilio tuvieron que salir afuera los jerarcas de la cooperativa y la puntera barrial contratada por ésta. En medio de este dificilísima situación, las mujeres ajeras que acompañaron a los delegados en esta jornada, demostraron -una vez más- una gran valentía al enfrentar decididamente a los carneros, impresionando a todos los presentes. El intento de dividir a los delegados de los trabajadores fue un fracaso rotundo de Sánchez.

Los delegados denunciaron este nuevo lock out patronal contra el fallo de la Justicia. Y se están convirtiendo en referentes cada vez más importantes, para miles de ajeros que ya sufren los ataques patronales en los albores de la crisis.

(1) Suplemento Fincas, “Empresas de empaque de ajo se van de la provincia”, Los Andes, Mendoza, 23 de agosto de 2008

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