La movilización unitaria de las trabajadoras y trabajadores de LAN dejó en claro al gobierno nuestra firme decisión de defender todos y cada uno de los puestos de trabajo. Es de esta movilización que surgieron iniciativas como la toma del hangar por parte de los trabajadores, en caso de que el gobierno intente efectuar el desalojo del mismo. También los gremios se han pronunciado por un paro total de actividades en toda la industria aeronáutica en caso de que se despidan compañeros. El camino de la unidad es un prerrequisito indispensable para hacerle frente a los atropellos que las patronales y el Estado intentan propinarles a los trabajadores. Es por esto que más allá del fallo judicial que favoreció a LAN, el gobierno ya tenía completamente claro que por la fuerza de los trabajadores le iba a resultar prácticamente imposible llevar adelante su plan.

Intereses en juego
La movilización de los trabajadores debe mantener un rumbo claramente independiente de cualquier bando político patronal, ya sea del gobierno, la oposición, o la misma LAN. Repudiamos cualquier intento de usar nuestra estabilidad laboral como moneda de cambio en una negociación en la que los trabajadores somos totalmente ajenos. La experiencia histórica de los aeronáuticos da sobradas muestras que el interés empresario es muy distinto al de los trabajadores. Denunciamos la farsa de La Cámpora de pretender presentar con “nobleza” un supuesto plan aerocomercial donde lo único claro es que miles de trabajadores quedaríamos en la calle. De ahí que la defensa de los puestos de trabajo y las condiciones laborales se transforme hoy en la principal bandera de lucha y unificación de los aeronáuticos.

Relatos y verdades
La patronal de La Cámpora pretende que nos comamos el verso “nacional y popular” de que han recuperado la línea de bandera para los argentinos. En verdad, al día de hoy Aerolíneas Argentinas sigue siendo una S.A. cuyo paquete accionario está aún en manos del grupo Marsans. Es insólito cómo los miles de millones sacados de las arcas públicas y desembolsados en Aerolíneas no pudieron alcanzar para terminar con la política de tercerización ni con miles de compañeros que en los aeropuertos soportan condiciones laborales dignas de los noventa. Esta tercerización es llevada adelante tanto por la patronal estatal como la privada de LAN.
Para los usuarios la cosa no fue mejor, ya que sólo un 3% de los ciudadanos argentinos tienen acceso al transporte aerocomercial. Antes de cualquier debate sobre la política aerocomercial la patronal de La Cámpora tiene la obligación de hacer una apertura total de los libros contables y dar cuenta adonde fue a parar el dinero público. Tiene que dar cuenta también de las constantes prácticas persecutorias a los activistas de Aerolíneas como el compañero Cristian Fontana, o los técnicos despedidos en Ezeiza.

La salida de fondo
Para cuando LAN ingresó a la Argentina, los únicos que nos opusimos a la política de “cielos abiertos” llevada adelante por Néstor Kirchner fuimos los trabajadores. Es por eso, que consecuentes, y coherentes con nuestra actitud histórica seguimos peleando por una única línea de bandera estatal, que contrapuesta a la administración patronal de La Cámpora esté controlada por los trabajadores y los usuarios.