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Juventud

Lo mataron por ser pobre y boliviano

23 de febrero 2006

En la madrugada del sábado 11/2, Beimar Mamani, un joven boliviano de 24 años, operario de fábrica, casado y padre de 2 niños, fue golpeado ferozmente por patovicas con cachiporras, en la bailanta Fantástico Bailable. Según testigos, uno de los agresores soltó un grito de “bolita de mierda” mientras le pegaba. Beimar no fue asistido y murió después en el hospital. Sus órganos fueron donados por decisión de sus familiares. 
Luego del hecho, integrantes de la comunidad boliviana, junto a los familiares y amigos de Beimar, cortaron el tránsito y quemaron neumáticos para pedir justicia. Una masiva marcha de cientos de bolivianos, en su mayoría jóvenes, acompañamos el cuerpo de Beimar desde la villa donde vivía hasta el Cementerio de Flores, al grito de “Patovicas asesinos”, “Justicia ahora” y “Beimar presente”. También estuvieron familiares de otras víctimas de fuerzas de seguridad.
Varios funcionarios políticos de Bolivia y Argentina salieron por los medios, comprometiéndose a investigar. El Ministro del Interior Aníbal Fernández dijo que “esta muerte fue en manos de estas bestias contratadas para ejercer la fuerza, para demostrar que son los reyes de la noche”. Sin embargo Fernández encabeza la Policía que trabaja en complicidad con estos empresarios ‘reyes de la noche’. Para ellos - como pasó en Cromañón, casualmente en la misma seccional que Fantástico - la vida de los jóvenes que salimos a divertirnos no vale nada. “Argentina no es un país cualquiera, aquí no se condena a nadie ni por portación de cara, ni por condición social”, dijo el Ministro. Sin embargo, los jóvenes somos reprimidos por las fuerzas que dirige Fernández, sólo por el hecho de ser pobres, ‘negritos’ o extranjeros. También dijo que «no hay lugar de ninguna manera para la xenofobia ni la discriminación». Sin embargo, su Ministerio nos persigue desde las mismas fronteras, donde mujeres acusadas de ‘mulas’ y contrabando son vejadas y luego ‘enjauladas’ por la Gendarmería. Además, su Ministerio y las fuerzas de seguridad trabajan en complicidad con los empresarios explotadores que utilizan como mano de obra barata a los jóvenes bolivianos ‘ilegales’.
Muchos de los jóvenes bolivianos que inmigraron a la Argentina vinieron escapando a la miseria de un país rico en recursos pero que están en manos de la oligarquía y las transnacionales. Hoy se encuentran viviendo en talleres o villas en malas condiciones y son vistos como “excelentes trabajadores”: es decir pueden ser fácilmente explotados y no se quejan. Eso es discriminación.
Y además, el Ministro Fernández dijo que “ellos se han mezclado con los argentinos de una manera simple y natural”. Los familiares y vecinos han logrado que se avance en la investigación. Lo hicieron con las movilizaciones, los escraches y las denuncias. Esto es, justamente, no “la mezcla” si no la unidad en la lucha de los bolivianos y argentinos que padecen las mismas situaciones. Por eso, para alcanzar verdad y justicia es necesaria una investigación independiente.
¡Beimar presente! ¡Cárcel a los asesinos! ¡Basta de discriminación! ¡Justicia ahora! son los gritos. Apoyemos a los familiares y luchemos por los derechos de la juventud trabajadora.

Prensa

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