¿Desde cuándo el kirchnerismo ataca a los ferroviarios que luchan?

Viene de lejos. En agosto de 2004 fundamos La Bordó, luego de la entregada del moyanismo (con quienes teníamos un frente único) que se fue con La Verde de Pedraza. Meses después nos despidieron a Daniel Méndez y a mí (PTS) y a Jorge Hospital (PO). En apenas una semana, con una gran campaña nacional e internacional, logramos la reincorporación. Nosotros denunciábamos al gobierno que no le quitaba la concesión de Metropolitano a Sergio Taselli. Ellos ya habían sido socios en Río Turbio (privatización de YCF) dejando el saldo de 14 mineros muertos en un derrumbe.

En el primer semestre del 2005 luchamos por el pase a planta permanente en la tercerizada de limpieza Catering World. El 8 de marzo logramos el histórico pase a planta de todos los compañeros. Lo logramos desde La Bordó, dirigiendo un gran frente único, sin ser siquiera delegados. Como ahora, éramos trabajadores rasos pero con conciencia revolucionaria.

¿Ahí los procesaron?

En octubre de 2005 fuimos denunciados 10 compañeros, y hasta nuestro abogado, por cortar las vías. Nos denunció Osvaldo Iglesias, presidente de Metropolitano, testaferro de Sergio Taselli y reconocido vaciador de empresas en crisis a las que compraba por U$S1 (como Aceros Zapla y Parmalat).

La causa contra nosotros recayó en el Juzgado Federal 3 de la Plata, del Juez Corazza (el mismo de la causa por la desaparición de Julio López). Se nos aplicó el artículo 191 del Código Penal (entorpecer la marcha de un tren o querer descarrilarlo) que fija condenas de seis meses a tres años de prisión.

¿Por qué se da esta criminalización y persecución?

El gobierno se sostiene sobre varias patas. Una de ellas es la burocracia de la CGT. A todo aquel que se enfrente, organice e intente desbordarla le caerán con “todo el peso de la ley”. Las luchas por la defensa de los derechos de los trabajadores se enfrentan objetivamente contra esa alianza.

¿Cómo respondieron a esos ataques?

En principio con una campaña democrática. Petitorios, pronunciamientos de sectores combativos, personalidades, etc. Y a su vez con un intenso trabajo sobre la base con boletines, volantes, paredones pintados, etc. Nunca estuvimos solos, siempre contamos con el apoyo de los ceramistas y de distintos sectores combativos. En especial la juventud, que siempre tuvo un lugar destacado en el apoyo a las luchas de los ferroviarios.

¿Cómo siguen las causas?

Corazza nos sobreseyó en primera instancia. Luego la empresa y el Estado apelaron el fallo y pasó a Cámara. Ésta nos procesó y, luego de rechazar la probation que nos ofreció el juez, estamos a la espera de la convocatoria a juicio oral.

Y tenemos que recordar que después del asesinato de Mariano Ferreyra el gobierno nos siguió atacando. Por ejemplo en diciembre pasado la ministra Garré por cadena nacional culpó a varios compañeros y compañeras por los hechos de Constitución. Entre ellos a Carolina Torrilla, de La Bordó. Le armaron una causa falsa, con testimonios de un médico que dijo verla en el corte de Avellaneda cuando ella estaba de licencia por un problema serio de salud desde noviembre.

¿Qué plantean desde La Bordó?

Sabemos que no somos los únicos. El gobierno, que se jacta de “defender” los derechos humanos, tiene un doble discurso. Hay más de 4.000 procesados por luchar.

Para nosotros lo fundamental es construir agrupaciones fuertes, con sólidas bases clasistas, que se planten contra todo ataque del Estado y su gobierno, las empresas y la burocracia sindical. Por eso impulsamos el periódico Nuestra Lucha, porque a los ataques les vamos a responder con unidad y organización, ganando las calles con la juventud y los sectores más castigados.