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El PTS en el 1° de Mayo

Construir un gran partido de la clase trabajadora

“Llevemos esta idea a millones”

Desde el PTS tenemos propuestas para los miles de compañeros que son parte de los sectores combativos y la izquierda. Y en especial una moción de abrir un gran debate político, que va más allá de las circunstancias electorales.

Raúl Godoy

3 de mayo 2007

Desde el PTS tenemos propuestas para los miles de compañeros que son parte de los sectores combativos y la izquierda. Y en especial una moción de abrir un gran debate político, que va más allá de las circunstancias electorales. Tenemos que ampliar el horizonte, más allá incluso de las luchas inmediatas, como las que venimos protagonizando en Neuquén y la que se está dando en Santa Cruz, con todas las implicancias nacionales que tienen.
Consideramos que estamos participando de un proceso más general de recomposición de la clase trabajadora, de sus luchas, de sus organizaciones, a escala internacional.

Si lo miramos desde el 2001 para acá, se ve claramente cómo se van incorporando a la lucha casi todos los sectores de la clase trabajadora ocupada. En la crisis y la devaluación éramos sólo los de las fábricas ocupadas por los cierres y quiebras, junto a los movimientos de desocupados y las asambleas populares. Pero hacia el 2004 comenzaron los trabajadores de los servicios, como el Subte, como los telefónicos y los aeronáuticos. Salieron también las automotrices que llegaron a cortar la panamericana. Después vino la rebelión de los tercerizados, como en los ferrocarriles y los subtes, en los petroleros de Las Heras, en los call centers y contratistas de telefónicas, los lavaderos, los sectores de la clase trabajadora mas jóvenes y postergados como la dura lucha de los jóvenes del jabón en La Matanza. Y ahora han salido los estatales y los docentes.

Pero no han sido sólo luchas, sino el comienzo de un proceso profundo de organización y recuperación de organismos de base de nuestra clase, como el cuerpo de delegados del ARS, el protagonismo del Cuerpo de Delegados del Subte, comisiones internas en muchas fábricas industriales, incluso donde no había organización sindical. En la mayoría de estas luchas y procesos de organización, tenemos el orgullo de decir que compañeros del PTS han participado en forma protagónica y en algunos casos en forma dirigente. En este 1° de mayo, están con nosotros las compañeras de Brukman, los compañeros de la oposición clasista de telefónicos, de ferroviarios, aeronáuticos, del Subte, compañeros y compañeras de PepsiCo que acaban de recuperar la interna, los compañeros de Jabón Federal, los de MAFISSA, los compañeros de la gráfica ex -Atlántida que están en huelga, de laboratorio Fresenius, de metalúrgicas como Visteon, entre muchas otras.

Un nuevo período

Nosotros vemos estas primeras luchas contra el gobierno de Kirchner, como las huelgas docentes y el paro nacional de maestros del 9 de abril por la muerte de Fuentealba, como la apertura de un nuevo período para la clase trabajadora. Aunque a veces estas luchas terminen en derrotas parciales o no alcancen sus objetivos como era el de voltear a Sobisch en Neuquén; se está abriendo una situación distinta porque se empieza a desenmascarar el doble discurso de Kirchner.

No es lo mismo que en los años ‘90, donde cada derrota parcial significaba un retroceso para todo el movimiento obrero y era muy difícil organizarse, donde cada intento de organización eran despidos masivos sin retorno, y con el “látigo en la ventana” de la desocupación, y había que estar años callados en la fábrica como me tocó vivir a mí. En cambio ahora hay una recuperación de los trabajadores que se está dando en toda Latinoamérica. Miren la lucha de los maestros en Oaxaca que pusieron en pie la APPO y fue duramente reprimida, y sin embargo, este 2 de mayo los heroicos maestros de Oaxaca vuelven al paro, y no sólo eso, sino que han contagiado a grandes sectores de los trabajadores mexicanos que están entrando a tallar en ese país.

Por eso en este nuevo período, el debate que queremos abrir, es de más largo aliento, es estratégico, no sólo de organización en el terreno sindical que seguiremos impulsando, no sólo en el terreno de aportar para que triunfen las luchas y participar electoralmente, sino llevar a los trabajadores al terreno de la organización política, que miles les llevemos a millones la idea de la construcción de un gran partido de la clase trabajadora.

No es sólo una necesidad nacional. Con distintas características venimos dando esta pelea, a la vez, con nuestras organizaciones hermanas en Latinoamérica. Por ello lanzamos una campaña internacionalista desde Venezuela para proponer a las organizaciones sindicales, como la C-CURA, el llamado a formar un partido obrero independiente, y no entrar en un partido unificado con Chávez y el empresariado nacional. También en Bolivia, nuestros compañeros de la Liga Obrera Revolucionaria levantan junto a un bloque de organizaciones un pliego de demandas obreras y la necesidad de un Instrumento Político de los Trabajadores a partir de los nuevos sindicatos que se están construyendo en Bolivia.

Esto no es porque en todos los países sean idénticas las realidades nacionales, que presentan distintos ritmos y tácticas, sino porque es un proceso de recomposición obrera y de organización más general de la clase trabajadora. Esta tarea es fundamental, porque no ha faltado valor, coraje y entrega en la lucha de clases, pero lo que no hemos tenido es una poderosa organización con estrategia propia e independiente, para no entregarle el poder a los enemigos o a los falsos amigos de la clase obrera. Nos preparamos para que en los futuros levantamientos nuestra clase tenga su propia organización y pueda imponer su salida.

Lucha de clases, lucha política

Necesitamos un partido que sea determinante en el curso de la lucha de clases. En cada uno de los organismos de lucha de la clase trabajadora se necesita una dirección política. Los dirigentes afines a la CTA de Neuquén nos decían que “los sindicatos están para defender los derechos de los trabajadores, no para echar a un gobernador”. Mientras tanto los dirigentes máximos de la CTA se presentan a elecciones en el UNE denunciando “el autoritarismo de Sobisch y el régimen del MPN”. En los hechos, las direcciones sindicales proponían negociar las demandas salariales y los diputados de la oposición proponían el juicio político a Sobisch, una vía institucional que era completamente inútil.

Tenemos que romper con esa división de tareas que propone el mismo sistema donde los trabajadores a lo sumo estamos para dirigir luchas sindicales, y la política es una tarea ajena. Hay cierta izquierda que copia este esquema y hace una separación absoluta, total, entre la lucha sindical y la lucha política, a la que entiende como lucha política sólo electoral, como “luche y vote”.

El PTS tiene un proyecto amplio para proponer a los compañeros en Plaza de Mayo y a todos sectores combativos de todo el país, para que decenas de miles de luchadores se dirijan a millones de trabajadores que empiezan a ver que lo de Kirchner es doble discurso a partir de su actuación en Santa Cruz. Un gobierno que ahora tiene que montar la payasada que sufrieron un “atentado a la casa del presidente” para aparecer como víctimas, cuando manda gendarmes y militarizan las escuelas, prohíben las paritarias y atacan con patotas a los docentes.

El pasado 9 de abril una parte importante de la clase trabajadora protagonizó una acción política. Un paro y movilización que pedía más que un salario, pedíamos la destitución de un gobernador. Apenas una pequeña muestra de la fuerza que podríamos tener los trabajadores movilizados con una política independiente. ¿Cuántas horas duraría un asesino como Sobisch en el poder si se paralizan los pozos petroleros, los transportes y los bancos, las centrales telefónicas y las grandes industrias?

Pero no es sólo como voltear a un gobernador, sino más de fondo: qué salida presentar ante la crisis. Esa es la pelea que hay que preparar desde ahora, construir un partido de la clase trabajadora que plantee un programa de fondo, que no se detenga ante el límite de la propiedad privada, que no diga que la salida es la asociación del estado con las multinacionales como la Repsol, sino que ponga el petróleo y las principales ramas de la economía en manos de los trabajadores, expropiando a los capitalistas. En fin, un partido en la perspectiva del gobierno de los trabajadores.

Audacia

Nos proponemos desde el PTS dar el puntapié inicial de una campaña nacional por un gran partido de la clase trabajadora. Nosotros ya venimos haciendo esta discusión en el Sindicato Ceramista de Neuquén sobre la necesidad de una herramienta política de los trabajadores, y proponemos que también se abra la discusión en todas las organizaciones combativas y antiburocráticas: en el cuerpo de Delegados de Subte, en las juntas internas del Garrahan y del Hospital Francés, en las listas de oposición de ATE, en las seccionales del sindicato docente opositoras a Yasky, entre los delegados y activistas de todo el movimiento obrero.

Hay que hacer crecer en el movimiento obrero estas ideas, ampliamente. No estamos como en los ‘90, hay que ser audaz, persistente porque no es fácil, pero audaz porque en cada lugar de trabajo podemos generar una corriente de simpatía que tome esta idea.

Si es cierto que, como dijo Marx, la liberación de los trabajadores será obra de los trabajadores mismos; entonces, nosotros decimos: quien quiere el fin quiere los medios, hay que organizar nuestra herramienta política, nuestro propio partido.

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