El Congreso no permitió resolver la ambigüedad de los textos fundacionales [del NPA], resolver la cuestión sobre la intervención revolucionaria en la clase obrera. Estamos saliendo de una situación extremadamente confusa a nivel de la orientación y lamentablemente este Congreso no nos ha permitido avanzar en términos de clarificación.

Los camaradas de la P1 proponen continuar como si nada hubiera pasado.
Los camaradas de la P3 tienen el mérito de proponer una salida, que en realidad, sin embargo, nos llevaría a un callejón sin salida con los reformistas del Frente de Izquierda (…) Los camaradas de la P2 propusieron un texto alternativo con ciertas orientaciones que la P4 comparte. ¿Pero irán hasta el final? Ésta es la cuestión clave para nosotros.

Para los camaradas de la P4 sería desastroso que los camaradas de la P2 acepten enmendar el texto de llamado [de conclusión del Congreso] de la dirección [saliente]. De hecho, este llamado no es una base para una orientación revolucionaria. Aprobarlo o enmendarlo representa el riesgo de reproducir las mismas desviaciones que el partido conoció (…)

Nosotros llamamos a los camaradas que quieren construir un partido revolucionario, en primer lugar a los camaradas de la P2, a hacer un texto realmente alternativo. Estamos de acuerdo en trabajar en este sentido. Un texto basado en las cuestiones fundamentales, sobre un programa de transición articulado en torno a los objetivos de la huelga general, la autoorganización, el internacionalismo obrero, el gobierno de trabajadores, un texto que permita avanzar hacia la construcción de un partido obrero revolucionario.

El otoño francés, la primavera tunecina y la primavera egipcia nos han mostrado que la clase obrera y la revolución no son solo palabras.

Desde la P4 creemos que el partido debe prepararse en el mismo sentido para el combate en los próximos acontecimientos. Es por eso que queremos construir un partido obrero y revolucionario, desde la base hasta la dirección.