¿Por qué decidieron venir a la Argentina?
E: Vine de Bolivia en el 2005. Cuando llegue me encantó la ciudad pero no así cuando conocí la parte que a mí me tocaba vivir.
N: Llegué desde Perú porque allá ganaba muy poco y estudiar era costoso. Fue difícil conseguir trabajo y del estudio ni hablar.
E: Mi primer trabajo fue de cocinera en un taller, en negro porque no tenía DNI. Además ayudaba a limpiar y sacar botellas con orín. Eran más de 12 hs, y debías quedarte horas extras no pagas.

¿Qué situaciones deben pasar las mujeres inmigrantes?
E: Los talleristas a veces nos hacen trabajar en el bordado a domicilio pagando centavos por prenda. En todo un día podés ganar solo $ 2. Y nuestros hijos están al lado de las máquinas. A una compañera la obligaron a atar a su hija a su cintura para que esté quieta. Madres solteras debemos trabajar dos turnos, durmiendo 2 hs por día.
N: Dejamos la vida en el trabajo descuidando a nuestros hijos, muchas veces no pudiendo llevarlos al colegio. Sufrimos además del racismo y la xenofobia, el machismo.
E: En taller se daba que los hombres tenían mejor paga. Así nos dividían y el que termina ganando es el empresario. Además está el tema de la vivienda. Yo vivía en la 1.11.14 con mi prima y su familia en una pieza. Dormía en el piso sobre cartones con mi hijita. Ni los gobiernos ni la embajada boliviana hacen nada para defender nuestros derechos.

¿Por qué decidieron llevar adelante la Campaña por los derechos de las trabajadoras inmigrantes que impulsa el PTS?
N: Es importante organizarnos con independencia de los gobiernos y los patrones militando esta campaña por nuestros derechos e invitando al resto de los trabajadores y trabajadoras a que se sumen. Queremos trabajar en blanco y bajo convenio con jornadas de 8hs para tener tiempo para estar con nuestros hijos, tener el mismo salario que los hombres que realizan las mismas tareas que nosotras, tener jardines maternales gratuitos y sin restricción para poder dejar a nuestros hijos, tener acceso a viviendas dignas para dejar de vivir hacinados en las villas, tener pleno acceso a la salud y educación sin ningún tipo de discriminación así como a los anticonceptivos para no abortar y al aborto legal para no morir en intervenciones clandestinas cuando decidimos no ser madres.