En los próximos días se realizarán reuniones parar seguir discutiendo las conclusiones del IX Congreso en todas las zonas donde actúa el PTS. En la primera reunión del nuevo Comité Central del PTS, además de discutir cuestiones referidas a la política internacional y las iniciativas que llevan adelante las organizaciones que integran la Fracción Trotskista – Cuarta Internacional1, abordamos temas que apuntan a enriquecer las resoluciones del Congreso, a los que nos referiremos en esta nota.

Una de las resoluciones de este organismo de dirección nacional fue publicar en este periódico las principales conclusiones de sus reuniones, para fomentar el debate y la crítica no sólo de los militantes sino también de los trabajadores y estudiantes que reciben nuestra prensa. De esta manera, queremos contribuir a la formación de los nuevos compañeros y compañeras (que luego de una experiencia de meses en los círculos marxistas están dispuestos a asumir un mayor compromiso militante), explicando nuestra orientación sencillamente. Combatiremos así, además, la tendencia que sufre toda organización política revolucionaria a desarrollar un “lenguaje interno” que muchas veces se torna incomprensible para sectores más amplios de la clase trabajadora y la juventud.

La actualidad exige respuestas políticas más ofensivas

Ya hemos planteando en anteriores notas que el IX Congreso planteó, respecto a la orientación política del PTS, las siguientes preguntas: ¿cómo contribuir a que los sectores de trabajadores y estudiantes que luchan y se organizan, enfrenten también en el terreno político al gobierno, los partidos patronales y la burocracia sindical y estudiantil? ¿Cómo combatir las presiones sindicalistas que sufren todos aquellos compañeros y compañeras que son dirigentes sindicales, a los que muchos compañeros de trabajo les exigen permanentes respuestas a los problemas gremiales, considerando que “la política” es sólo para “los políticos”? ¿Cómo evitar el politicismo inmediatista y superficial de aquellos partidos de izquierda que hacen política pensando sólo en respuestas concretas y del “día a día” sin preocuparse por presentar una perspectiva de fondo, socialista y revolucionaria? ¿Cómo actuar en aquellos sectores donde prima la pasividad, donde no hay luchas ni procesos de organización?

Creemos que, en situaciones como la actual donde no hay procesos de lucha generalizados, es clave lanzar iniciativas políticas a partir de hechos de la realidad internacional y nacional que nos permitan abrir (o profundizar) la discusión y la acción común con los trabajadores y estudiantes que logremos interesar, mostrando el rol de cada actor político y debatiendo el programa y la estrategia que defendemos desde el PTS. Esto es un aspecto fundamental que queremos expresar en las ediciones semanales de La Verdad Obrera.
Por esto, votamos como propuesta para todas las zonas y equipos, organizar campañas políticas, con charlas y debates sobre diversos temas en las Casas Socialistas, en colegios y facultades o incluso a la salida de los trabajos, con los principales referentes del PTS nacional y de cada región, y reflejar en La Verdad Obrera las opiniones y respuestas que surjan en estos eventos. A su vez, queremos conocer en esas charlas y reuniones la opinión de los compañeros sobre el periódico, sus notas, su forma, para conocer y expresar en LVO las críticas y propuestas.

Veamos algunos ejemplos del momento actual. Tanto la formidable lucha de los estudiantes y trabajadores franceses, como las movilizaciones de los inmigrantes en Estados Unidos, o la nacionalización (a medias) de los hidrocarburos que decretó Evo Morales, son temas de la actualidad internacional muy interesantes para comprender diversos aspectos de la lucha de la clase obrera, y la importancia del internacionalismo revolucionario.

En la realidad política nacional, donde el hecho dominante es la “pejotización” del kirchnerismo se torna necesaria una audaz campaña política del PTS para desnudar el doble discurso gubernamental y ganar a los sectores más amplios posibles para la necesidad de la construcción de una alternativa de independencia política de los trabajadores. Es que el gobierno sigue abriendo brechas que los revolucionarios podemos aprovechar para discutir nuestras propuestas. El 24 de marzo abrió un espacio para discutir el setentismo y nos permitió reivindicar ofensivamente la militancia política revolucionaria. Hoy, con su proyecto de partido basado en el PJ de la burocracia sindical y los punteros peronistas ex duhaldistas ex menemistas del Gran Buenos Aires y el interior, nos habilita para discutir ofensivamente por qué no hay que ir a la “Plaza del Sí” del 25 de mayo y qué partido necesita la clase obrera: un “nuevo” PJ o un partido, frente o movimiento basado en la independencia política de los trabajadores, en la perspectiva de poner en pie un gran partido revolucionario. Creemos que esta discusión tenemos que hacerla en los lugares de trabajo proponiendo pronunciamientos y declaraciones, ya que amplios sectores de la burocracia sindical adherirán al acto. Esto implica también un debate con las distintas variantes de la centroizquierda y propuestas y discusión con las demás fuerzas de la izquierda. (ver página 3)

Por supuesto que desde el PTS seguiremos estando en la primera fila de las luchas, como las de los trabajadores tercerizados (Cargo-Renault, telefónicos, Subte, etc.), la defensa de la gestión obrera en Zanon, contra el cierre del Hospital Francés, la de los estudiantes universitarios de la UBA y los secundarios de Mendoza, en los enfrentamientos a la burocracia sindical, en la pelea por un gran Encuentro Obrero Nacional como proponen los ceramistas, etc. Pero en todas estas luchas y en la vida cotidiana de todos los trabajadores del país, es posible y necesario discutir las alternativas políticas frente a las acciones del gobierno de Kirchner, además de los hechos internacionales que cotidianamente, desde la TV, la radio y los diarios, llaman la atención de amplios sectores.

No poner el carro delante del caballo

Una de las principales resoluciones de actividad del IX Congreso fue la edición de La Verdad Obrera como semanario, partir del próximo número (18 de mayo). Este cambio en el ritmo de la actividad política del conjunto del PTS tiene el riesgo de tornarse una actividad administrativa, transformando la indispensable distribución y el cobro del periódico en actividad desligada de la acción y discusión política (como ocurre, según han relatado distintos compañeros, en el PO), relegando a su vez la formación teórica de los militantes y dirigentes, o, en el otro extremo, en un material de “consumo interno”, sin trabajarlo ofensivamente entre los trabajadores y estudiantes (como es el caso del PC y el PCR)2. En ambos casos ponen el carro delante del caballo.

Nosotros queremos que las iniciativas políticas motoricen la actividad de nuestra organización, tanto las acciones de lucha, como las campañas políticas de agitación (dirigidas a amplios sectores) y el debate político e ideológico más profundo (y por lo tanto para sectores más restringidos). El semanario se propone ser el articulador de esta actividad. Esto lo hicimos el 24 de marzo, y ahora proponemos la campaña política de denuncia y debate a propósito del acto kirchnerista del 25 de mayo. A nivel regional, podemos señalar como ejemplo la campaña lanzada por los compañeros ferroviarios de la Lista Bordó del FFCC Metropolitano a propósito del enorme robo de Pedraza & Cía, con fuertes implicancias para los trabajadores del sector, denunciando a su vez el plan del gobierno para el ferrocarril y su relación con los burócratas sindicales. Esta campaña la llevan adelante mientras pelean para que 70 compañeros de limpieza, que hace poco lograron con la lucha pasar a planta permanente, no siguen encuadrados en Empleados de Comercio.

Queremos que el semanario sea el organizador de estas campañas políticas, tanto nacionales como regionales, que permitan que el programa de los marxistas pueda difundirse y explicarse a partir de los acontecimientos.

La importancia política y financiera de las suscripciones a La Verdad Obrera

Las suscripciones a La Verdad Obrera tienen, como objetivo político, lograr que un sector de trabajadores y estudiantes puedan seguir semanalmente nuestras posiciones políticas, y así puedan juzgarlas, criticarlas y, aspiramos, compartir con nosotros la lucha por ellas. Para los que integramos el PTS, se trata de ampliar, sistematizar y profundizar relaciones políticas para extender la periferia política de nuestra organización.
Financieramente, tenemos un objetivo de mínima y otro de máxima.
El objetivo de mínima, es lograr recaudar el dinero suficiente como para pagar la edición del doble de los periódicos suscriptos, para que una buena cantidad se pueda distribuir ampliamente en lugares de trabajo y estudio.
En concreto: la suscripción mínima por 8 números semanales (2 meses) de La Verdad Obrera es de $10. El compañero que abone este dinero nos estará permitiendo pagar el costo del periódico que recibe y de uno más para distribuir en los lugares de trabajo, estudio y en algunos barrios obreros y populares.
Ofrecemos también una suscripción de $20 por los mismos 8 números. La diferencia de $10 estará destinada a financiar otras actividades que impulsa el PTS, como el programa de radio Pateando el Tablero, la edición de afiches, la apertura de nuevas Casas Socialistas (como la recientemente inaugurada en Pompeya –Capital- y la que próximamente abrirá sus puertas en Mendoza) y sedes del Instituto del Pensamiento Socialista Karl Marx.

La formación de los nuevos militantes y la valoración de los dirigentes

Queremos prestar especial atención a la formación de las compañeras y compañeros que, luego de una experiencia en los círculos marxistas, han ingresado como aspirantes al PTS. Como discutimos en el Congreso, con ellos y ellas se trata, por un lado, de planificar la actividad común con los trabajadores y estudiantes que recibirán el semanario como medio para establecer una relación política que requerirá iniciativa, respuestas a las dudas y diferencias que surjan, y en situaciones como la actual, paciencia.
Por otro lado, son imprescindibles las actividades de formación política e ideológica, desde las reuniones hasta los cursos y seminarios impulsados por el IPS y las Casas Socialistas, así como el estudio de las revistas Estrategia Internacional y Lucha de Clases, donde debatimos teóricamente con las principales posiciones ideológicas internacionales y nacionales vigentes.

El conjunto de esta orientación tiene como objetivo desarrollar nuestra organización lo máximo que la situación política lo permita, no sólo interviniendo en los procesos de luchas y en las elecciones sindicales, estudiantiles o nacionales, sino con iniciativas políticas ofensivas. Por el conjunto de esta actividad podrá valorarse el desarrollo de los dirigentes y cuadros de nuestra organización, en especial los que integran el CC (que cuenta con un 40% de dirigentes obreros), tomando los desafíos actuales con la pasión revolucionaria que requieren, como un “entrenamiento” indispensable para poder actuar correctamente frente a los futuros procesos abiertamente revolucionarios.

1 En particular, los interesantes procesos en que están inmersos los compañeros de la LOR-CI de Bolivia y de la LTS de México, que reflejamos en la página 10, y la política de la Liga Estrategia Revolucionaria de Brasil, que será parte activa del Congreso Nacional de Trabajadores -que se realizará entre el 5 y 7 de mayo- y del debate que se da entre los principales partidos de izquierda de ese país que se oponen a la política pro-imperialista y neoliberal del gobierno de Lula y el PT (los materiales estarán publicados próximamente en www.ler-qi.org). Integran la FT-CI, además de las organizaciones nombradas, la corriente Clase contra Clase de Chile, la JIR de Venezuela, Clase contra Clase del estado español y compañeros de Francia, Alemania, Inglaterra e Italia.
2 Nos referimos al PO, al PCR y al PC porque son los únicos partidos de izquierda que editan semanarios, ya que los dos sectores en que se dividió el MST publican quincenarios, y los otros grupos sacan periódicos más irregulares y espaciados.