Estas elecciones vienen con novedades. Se dividió la directiva del sindicato en dos listas. La oficialista Celeste y Blanca encabezada por el secretario general Victorio Paulón. Y en la oposición está la Lista Roja de Alberto Piccinini, actual secretario adjunto y dirigente indiscutido del Villazo, acompañado por Juan Actis, con quien compartió en los ’70 la lucha y la cárcel. También Paulón participó de aquella gesta y fue preso.

¿Por qué se dividen? Hace poco más de cinco meses una explosión en Acindar mató a dos jóvenes contratados. Esta tragedia terminó simbolizando las pérdidas de conquistas de la clase obrera en Villa. La falta de seguridad, los bajos salarios y los contratos basura que permiten la explotación a más no poder. En fin, la flexibilización laboral de los ‘90.

Cuando fue el accidente, todos los trabajadores y el pueblo estaban indignados. Pero también un sector se indignó con sus propios dirigentes por haber dejado pasar tantas derrotas.

Esto hace que Piccinini y otros dirigentes busquen canalizar la bronca de aquellos compañeros que están descontentos con el sindicato, y que el desgaste de la figura de Paulón no logra conformar a nadie.

La Lista Roja que encabeza Piccinini fue presentada el 25 de julio en un acto de unas 200 personas. Al anfiteatro del sindicato, aunque se veía lleno, no lo colmaba la juventud obrera que integran las principales fábricas. Los candidatos fueron presentados y aplaudidos. Cada tanto se gritaba ¡¡se va acabar la burocracia sindical!! ya que la lista es presentada como retomando la combatividad de la Marrón. Los mayores aplausos fueron para Actis y aun más para Piccinini.

En este último tiempo Piccinini salió a hacer acusaciones de traidor a sus opositores, y planteando que hay que controlar a los dirigentes, su nivel de vida, y el dinero del sindicato. Estos planteos son muy bien recibidos por muchos obreros. Pero en la política concreta no se notan diferencias entre ambas listas. Hace poco, frente a otra muerte, esta vez en Paraná Metal plantearon lo mismo que Paulón y también llamaron a depositar confianza en el ministro de Trabajo provincial Rodríguez y su proyecto de Comisiones de Seguridad Mixtas dirigidas por la patronal, donde los trabajadores ni tenemos el poder de parar los trabajos inseguros.

Tampoco la Lista Roja plantea terminar con los contratos basura y que todos pasen a planta permanente y así evitar que los compañeros sean presionados.

El programa de la Lista Roja ni siquiera plantea que las más importantes decisiones sean tomadas en asamblea. Sino que se realicen plebiscitos o referendums, donde el debate entre trabajadores no cuenta y apenas pueden elegir entre opciones ya elaboradas. Todos métodos ajenos al movimiento obrero y opuestos a lo que fue la histórica Lista Marrón. La lista Roja no es alternativa.

Hay que organizarse en forma independiente de cualquiera de las alas de la actual directiva y sus listas.

INSOLITO

Lo sorprendente en el acto de presentación de la Lista Roja fue que la delegación del PO, integrada por figuras públicas y dirigentes regionales, como Blanco de la Junta interna del Hospital Eva Perón y María Elena Molina, secretaria gremial de Amsafe (docentes de Santa Fe), aplaudían acompañando con entusiasmo al coro que gritaba “Picci corazón” . Lamentable.