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A 90 años de la Revolución Rusa

La vigencia de la estrategia bolchevique

Emilio Albamonte

29 de noviembre 2007

Resumiendo, hay varias estrategias de los oprimidos y explotados. Homenajear a la Revolución Rusa significa ver si tiene vigencia o no la estrategia que plantearon los bolcheviques en la Revolución Rusa, entonces desde ese punto de vista cuáles son las condiciones para que una revolución, como la rusa se pueda dar.

La época de crisis, guerras y revoluciones

La condiciones para que una revolución, como la rusa, se pueda dar es que existe una época, que los marxistas, en la Primera Guerra Mundial, llamaron la época de crisis, guerras y revoluciones. Esa época la abre la Primera Guerra Mundial. Cuando hablamos de las guerras mundiales, se sabe que hubo mucho muertos pero quizás no se entienda bien de qué estamos hablando.
La Primera Guerra Mundial supera en barbarismo todo lo que habían vivido los siglos precedentes; por ejemplo, en una batalla, que es la batalla de Somme en el primer mes mueren 250.000 soldados ingleses, en Rusia en el primer ataque mueren 70.000 obreros y campesinos. Las dos guerras mundiales, una llevó a treinta millones de muertos y la otra a cien millones de muertos; la Segunda culmina, no sólo, con la masacre de los nazis sino con múltiples crímenes de guerra. Bombardean toda la ciudad de Tokio, cuyas edificaciones eran de madera y entonces se quema viva la población de Tokio, y es un pequeño anticipo de lo que va a ser unos meses después las bombas atómicas arrojadas sobre Hiroshima y Nagasaki. La ciudad de Dresden en Alemania, por ejemplo, fue bombardeada por los aliados y matan a gran parte de la población porque consideraban que en ese país podía haber nuevos levantamientos y surgir nuevos Petrogrados.
Entonces los cálculos que tenían los revolucionarios, que después de la Segunda Guerra Mundial iba a resurgir el proletariado alemán y que este iba a generar una nueva revolución, no se dan porque la burguesía aprendiendo de la Revolución Rusa, negocia con el stalinismo la traición de la revolución en los lugares donde la clase obrera era muy fuerte, como en Italia, Francia y en Grecia, y mediante crímenes de guerra intenta contener a las masas de los explotados del mundo. Los norteamericanos, inclusive, son los peores, por ejemplo, en Hiroshima y Nagasaki van y matan a la mayoría de la población. Sin embargo, a pesar de este terror masivo no pudieron evitar en la inmediata posguerra grandiosas revoluciones como la china y la yugoslava.
Cuando hablamos de las crisis y guerras que dieron surgimiento a la Revolución Rusa no nos referimos a cualquier crisis ni a cualquier guerra. Si sumamos la guerra civil y la guerra mundial Rusia vivió en la guerra y en la hambruna desde el año 1914 hasta el año 1922, imagínense un chico de 15 años que vivió siempre en una guerra, donde estaba amenazado por el hambre, donde todos los días podía morir. La Revolución Rusa surge en este marco.
Ha habido acontecimientos, no de la misma magnitud que los que dieron origen a la Revolución Rusa pero sí catastróficos, como por ejemplo en el año ‘29 cuando se da el crack de Wall Street, este crack no es una guerra, pero es una crisis donde en uno o dos años se hunden 8.000 bancos. Entonces toda la gente que tenía ahorros, toda la clase media pierde los ahorros de toda su vida. Ustedes vieron lo que hizo la clase media acá, en el 2001, porque la plata la tenían en el corralito, y bien que lo hizo. Ahora, imagínense ustedes las personas que ahorraron durante treinta o cuarenta años, que consiguieron una casa y consiguieron poner algo de plata en los bancos, etc., de pronto le saquen toda la plata y aparte que de cada diez obreros siete u ocho queden sin trabajo. Bueno, eso no pasó en un país periférico como Irak o en Afganistán, ni siquiera uno como Argentina pasó en Estados Unidos. Entonces si no hay posibilidad de crisis de ese tipo, de guerras como la Primera Guerra Mundial, de guerras inclusive “no tan fuertes”, como la Guerra Ruso-Japonesa que era “solo” entre dos países y dio lugar a la revolución del 1905. Si no hay posibilidad de crisis, guerras, es muy difícil que las revoluciones llequen al grado de radicalización que tuvo la revolución rusa o la revolución y la guerra civil en España.
La base, entonces, es considerar que estamos en una época de crisis, guerra y revoluciones. Hay gente que dice: “pero como con democracia burguesa vamos a convencer a la gente de que hay que hacer una revolución”, es que si hay democracia burguesa el poder se puede mantener sin necesidad de acudir al ejército o a los gendarmes más que esporádicamente. Imagínense si luego de 2001 hubiera habido una recesión mundial y el Estado no le hubiera podido dar a los bancos los 17.000 millones para devolver, aunque sea en pesos (no en dólares como dijo Duhalde) la plata a la clase media. Hubieran tenido que matar a montones y la clase media hubiera tenido que definirse entre hacerse fascista y exprimir a los obreros, o hacerse revolucionaria y apoyar a los obreros a tomar las fábricas para no perder los ahorros de toda su vida. Pero del 2001 salimos en forma relativamente rápida porque vino una coyuntura de ascenso de la economía internacional.
En el 2001 hubo una situación que podía llevar a que la clase media argentina se hiciera o revolucionaria o fascista. Cuando la pequeño burguesía decía “piquete y cacerola la lucha es una sola” iba en ese camino, luego le devuelven el dinero y comienza a decir “los piqueteros no me dejan ir a trabajar”, etc. Pasa de un extremo a otro, esas oscilaciones violentas también son subproductos de una época de crisis, guerra y revoluciones. Entonces, cuando hablamos de guerra, no hablamos necesariamente de guerra mundial; cuando hablamos de crisis, vimos en el 2001 una crisis, vimos un ensayo que no se desarrolló, pero que podría haber terminado en una guerra civil en Argentina. Entonces, para esos casos está planteada la estrategia proletaria, la estrategia que surge de la Revolución Rusa, que surge en una época de crisis, guerra y revoluciones
¿Este caso sólo se dio en Rusia? No, sucedió en China, en Grecia después de la Segunda Guerra Mundial, en la Guerra Civil española, en la revolución portuguesa del ‘74. Se repitió montones de veces en el siglo: “crisis, guerras y revoluciones” o “crisis y guerras” o “crisis y revoluciones”, en distintas combinaciones; en esos casos está planteada la relación entre táctica y estrategia.

La clase obrera y el partido revolucionario

Para los bolcheviques el sujeto social que podía dirigir esa revolución era el proletariado. ¿Y qué es el proletariado? El proletariado son todos los asalariados. Entonces, otra discusión frente a los que nos dicen que no tiene vigencia la estrategia bolchevique, es que no existe más la clase obrera. Pero la estadística de la CEPAL, dice que en Argentina hay 1.300.000 obreros industriales en blanco y entre 500 y 600 mil más en negro. De conjunto en el país hay 10.000.000 de asalariados. Entonces esos asalariados que reciben un salario suficiente para vivir pero insuficiente para acumular capital (no como el gerente de la Ford que también recibe un salario pero acumula capital), para nosotros ese asalariado es el sujeto social de la revolución. Para los bolcheviques también lo era.
Desde el punto de vista estratégico, del arte para vencer, tenía que haber un partido revolucionario democráticamente centralizado. Este partido, como demuestra la historia del bolchevismo, no es sólo para luchar contra la burguesia, sino tambien contra las direcciones traidoras del movimiento de masas y los que vacilan entre la reforma y la revolución, a los que los marxistas denominamos centristas.
Hasta ahora el PTS lamentablemente sólo ha podido, participar de elecciones, de luchas sindicales, de Zanon, de Brukman, Astilleros Río Santiago, o ganar varias internas en la industria y en algunos servicios como estamos haciendo ahora, etc. Pero son cosas muy chiquitas todavía las que hemos tenido posibilidad de participar. Los bolcheviques tenían otra posibilidad de experiencia.
En “Izquierdismo, enfermedad infantil del comunismo” Lenin cuenta cómo, por una parte, el bolchevismo surgió en 1903 sobre una base muy sólida de la teoría marxista, cómo se formó esa teoría marxista con múltiples debates en Rusia. Dice, también, que se logró “una riqueza de vínculos internacionales y un excelente conocimiento de las formas y teorías del movimiento revolucionario mundial, como ningún otro país”. Lo que estamos haciendo ahora va en este sentido, tratar de ver las experiencias del movimiento revolucionario mundial. Así se formó el bolchevismo, es decir el partido que dirigió la revolución en Rusia, conociendo todos los movimientos revolucionarios del mundo. Pero dice también, que el bolchevismo, que había surgido “sobre esta base teórica granítica” pasó por 15 años de historia práctica entre 1903 y 1917, sin parangón en el mundo, por su riqueza en experiencia: “Durante esos quince años, ningún otro país conoció nada que fuera parecido a esa experiencia revolucionaria, a esa rápida y variada sucesión de distintas formas de movimiento legal e ilegal, pacífica y violenta, clandestina y abierta, círculos locales y movimientos de masas y formas parlamentarias y terrorista. En ningún país se concentró en un tiempo tan breve tal riqueza de formas, matices y métodos de luchas de todas las clases de la sociedad moderna. Luchas que debido al atraso del país y al rigor del yugo zarista maduró con excepcional rapidez y asimiló con particular ansiedad y eficacia la ‘ultima palabra’ de la experiencia política americana y europea.”
Es decir que un partido marxista se forma en el trabajo legal e ilegal. El proletariado se transforma en sujeto político como parte de esa lucha. Por ejemplo en 1907, después de la revolución de 1905 hubo una gran derrota que se afirma en 1907; pero como dice un dicho popular todos los males vienen juntos. No sólo fue una derrota aplastante donde murió mucha gente sino que vino una crisis económica en Rusia de 1907 a 1910, donde un 30 por ciento de la clase obrera fue expulsada de las fábricas. El bolchevismo supo retroceder del ‘07 al ‘10, perder dirigentes y miles de militantes, y sin embargo en 1912 cuando vuelve el ascenso obrero, esta preparado para aprovecharlo y poder sacar un diario, la Pravda con colectas en todas las fábricas donde planteaban día a día cuál era la táctica y la estrategia de los revolucionarios.

Autoorganización y milicias obreras

Los revolucionarios decimos que hay que construir un partido basado en la clase obrera, porque la clase de los asalariados se va a transformar en sujeto revolucionario, que ese partido se debe construir sobre la lucha de clases, es decir sobre la forma de lucha más variada, como expliqué, legales e ilegales, es decir luchas de todo tipo. Huelgas económicas y huelgas políticas. Insurrecciones locales y nacionales. Alzamientos, como en la Argentina hubo en el ‘93 en Santiago del Estero, en Cutral-Co y en Salta en el ‘96 y ‘97 que dieron origen al movimiento piquetero, o como en el 2001. Grandes levantamientos, en el cual los revolucionarios deben participar si no quieren ser una sociedad de propaganda. El PTS, el PO, etc., todavía hoy somos grupos de propaganda no somos un partido como el bolchevique (también el MAS de los ’80 y el PST de los ’70 fueron sociedades de propaganda, o como decimos los trotskystas “grupos de propaganda y acción revolucionaria”). No tenemos decenas miles de “oficiales” en las fábricas, ni siquiera en las facultades, ni en las barriadas obreras y populares. Ese es nuestro desafío apasionante que tenemos que hacer como revolucionarios.

En el 2001 en la Argentina la burguesía estaba débil, era un momento de pegar. Al no estar fuerte el proletariado en ese momento, se dio una movilización de los sectores más vulnerables del proletariado que eran los piqueteros, porque el resto del proletariado estaba desorganizado, porque había 27 % de desocupación y al ser una mezcla de sectores más vulnerables y de la clase media, esa situación junto con una coyuntura internacional de recuperación económica le permitió a la burguesía recomponerse, pero eso no significa que no vuelva a pasar. El Banco de Basilea dice que una situación como la del ‘29 es previsible en los próximos 5 años, eso no lo decimos los marxistas, lo dicen los grandes bancos y los grandes monopolios del mundo. Si está prevista una crisis del ‘29 entonces van a surgir fenómenos como la revolución y la guerra civil española, y entonces la estrategia bolchevique que dice que cuando surge la coyuntura estratégica hay que tener un partido forjado en las distintas formas de luchas. ¿Para qué? Para crear órganos donde se unifiquen las masas revolucionarias.

No somos fetichistas de los soviets; nosotros creemos que pueden ser los soviets pero a veces pueden ser los comités de fábrica. Las comisiones internas que hay en el movimiento obrero argentino son parecidas a un comité de fábrica porque agrupan a los afiliados y a los no afiliados a los sindicatos en un periodo relativamente pacífico como el actual. Pueden ser los comités de fábricas, o incluso pueden ser los mismos sindicatos que adquieran ese rol. No necesariamente van a ser soviets al principio. Pero una organización que una a las masas revolucionarias de distintas tendencias en un gran frente único para concentrarse en el punto débil del enemigo y quitarle el poder, hacerse del mando, eso es un elemento central de nuestra estrategia.
Pero si hay soviets y están desarmados, son semipoder. Es decir, nosotros tenemos que estudiar mucho el arte militar y tenemos que estudiar estrategia. Un ejército no se da vuelta sólo haciéndole propaganda, aunque es clave hacer propaganda dentro de los ejércitos. El ejército argentino ahora no es de conscriptos, es profesional. La propaganda en los ejércitos los desmoraliza, aunque sea profesional son personas que ganan poca plata, en esos momentos una propaganda revolucionaria los desmoraliza. Pero no alcanza sólo con palabras, tiene que haber una guardia de obreros que se armen, a través del mercado negro o asaltando armerías, como hicieron los obreros peronistas en 1955, y que en ese momento cuando haya enfrentamientos con fascistas le de varias palizas para forjar la moral de la clase obrera y al enemigo desmoralizarlo y tenerlo a la defensiva. En ese momento se darán entonces los soviets, se armarán, defenderán a los delegados, etc., eso permitirá crear la base de un “ejército revolucionario”.
Por eso cuando a los que estamos con la estrategia soviéticas nos dicen espontaneistas, les decimos claramente que no lo somos. Consideramos que si hay crisis, guerra y revolución, si hay situación como la del 2001, si el proletariado pasa al frente, si hay situación como la crisis del ‘29 se crea la posibilidad estratégica. Pero para aprovecharla uno tiene que haber sido parte de las luchas de la clase obrera. Si uno no es parte de la clase obrera en las luchas económicas si uno no tiene figuras reconocidas, como puede ser Altamira, o Pitrola, o Montes, o Castillo, o el “Pollo” Sobrero, etc. es imposible que en ese momento pueda ser una referencia. No voy a hablar del PTS sino de toda la izquierda que se reclama revolucionaria y que en general reivindica la experiencia de la revolución rusa, más allá de las grandes diferencias que podamos tener entre los diferentes grupos de izquierda. En las últimas elecciones hemos hecho el FITS junto con Izquierda Socialista y el MAS, e intentamos que se sume el PO, pero la clave es si vamos a sacar lecciones para organizar 10 o 15 mil “oficiales” que en una coyuntura estratégica, se puedan transformar en un partido de vanguardia de 40.000 o 50.000 obreros que influencien a cientos de miles y puedan dirigir a millones y, esto no es difícil lograrlo en una coyuntura estratégica revolucionaria. Si en una coyuntura relativamente pacífica tenemos 10.000 en una coyuntura estratégica revolucionaria eso crecerá tumultuosamente, como lo hizo el bolchevismo que al comienzo del año 1905 tenia 8.000 militantes en un país de 150 millones de personas, o a comienzos de 1917 que eran 17.000 y en unos meses de la revolución pasaron a ser 250.000. Es la revolución la que multiplica revolucionarios, pero tiene que haber oficiales, que se hayan formados en todas las formas de lucha previamente. Si no hay una vanguardia de algunos miles que pueda construir un partido de decenas de miles que dirijan millones puede haber revolución pero no habrá triunfo de la revolución, para que la revolución triunfe habrá que considerar a la insurrección como arte como aconsejaba Lenin.

La dictadura del proletariado

Y entonces se toma el poder. ¿Pero tomar el poder qué es? Derrotar el poder burgués y construir el poder obrero, forjar un Estado transicional. ¿Qué es un Estado obrero transicional? Cuando uno toma el poder no puede acabar con las clases sociales solo con el poder de un Estado aislado, es necesario aumentar el desarrollo y la modernización. Pero la llegada al socialismo es directamente imposible a nivel de un solo país, sólo puede ser a nivel internacional. Entonces la revolución tiene que pasar del plano nacional al plano internacional. En un país el Estado transicional sirve para organizar la dictadura de la gran mayoría de la sociedad sobre la pequeña minoría de parásitos que son los grandes financistas, los grandes empresarios, etc., y organizar, no sólo a la clase obrera, sino a todas las grandes masas explotadas, como los campesinos y los pobres que en nuestro país son millones que el proletariado deberá ganar como aliados. Hay que hacer una alianza obrera y popular, u obrera y campesina, según los países. ¿Y qué objetivo tiene eso? Desarrollar la movilización permanente antes y después de la toma del poder de las masas, para que si es un país atrasado, liberarlo de la influencia del imperialismo, resolver la cuestión agraria, expropiarles las fábricas al imperialismo y a la gran burguesía nacional. Expropiarlas por parte de la clase obrera y ponerlas a producir como propiedad pública y bajo el control de los trabajadores o administración directa. Para hacer avanzar la revolución nacional e internacional.
Entonces combinar tareas democráticas, como resolver el programa agrario, el problema nacional, cambiar las relaciones culturales para liquidar la opresión de la mujer. Bajar las horas de trabajo para que los obreros puedan dedicarse más tiempo a hacer política. Para que progresivamente la clase que ha estado explotada por siglos se vaya transformando en clase dirigente, no sólo en clase dominante sino en clase dirigente y vaya extendiendo la revolución del orden nacional al internacional.
Estos puntos que hemos venido desarrollando son esquemáticamente los nudos centrales de la estrategia bolchevique. Si la definición de estrategia es unir todos los medios para concentrarlos en un punto para vencer. Las tácticas hay que pensarlas en función de la estrategia. En los tiempos no revolucionarios es más difícil militar. ¿Qué educa a un partido revolucionario profundamente? En especial, los momentos revolucionarios, los momentos contrarrevolucionarios, y las lecciones que se saquen de ellos

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