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Mundo Obrero

La vida real en Kimberly Clark

Con los salarios de hambre que percibimos, es difícil entender cómo esos personajes pretenden que encima tengamos compromiso con la empresa.
Los jóvenes entramos al mercado laboral en las peores condiciones de trabajo, esas que nos sumergen a doce horas diarias para poder sobrevivir y salir apenas del umbral de la pobreza.

PTS

11 de marzo 2010

Soy trabajador de la firma Kimberly Clark y cobro un sueldo de 1800 $ por cumplir tareas de repositor externo.

La verdad, no sabría qué decir de una empresa que, como dice su gerente general, ofrece un “muy buen ambiente laboral”.

Yo solamente pertenezco a un sector tercerizado (agencia) cumpliendo tareas para esta firma. Inclusive tengo trato con personal jerárquico de la empresa y cuando le preguntamos por alguna chance de poder pasar al plantel efectivo, nos contestan que no está en sus planes, y cínicamente nos siguen diciendo abiertamente que a la empresa “le conviene” tenernos en esta situación, ya que se ahorran “problemas legales”.

Esa misma gente pretende que nos pongamos la camiseta de la empresa.

Con los salarios de hambre que percibimos, es difícil entender cómo esos personajes pretenden que encima tengamos compromiso con la empresa.
Los jóvenes entramos al mercado laboral en las peores condiciones de trabajo, esas que nos sumergen a doce horas diarias para poder sobrevivir y salir apenas del umbral de la pobreza.

Indigna la falsa preocupación que manifiesta el gerente de Kimberly hacía los jóvenes denominados por ellos como “la generación Y”, cuando esta empresa emplea todos los mecanismos de los noventa.

Los que trabajamos para Kimberly Clark estamos divididos en contratos diferentes, categorías distintas, salarios divididos en varios escalafones, sin representación gremial ni derecho a tener delegados porque responden con despidos.

Trabajador de Kimberly Clark

Prensa

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Elizabeth Lallana 113674-7357

Marcela Soler115470-9292

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