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Internacional

La reedición de la teoría de los dos demonios en Medio Oriente

Con motivo de los sucesos en la Franja de Gaza, integrantes del grupo Carta Abierta, del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini y una serie de intelectuales que se reivindican progresistas lanzaron una declaración titulada “¡Basta de barbarie! ¡Paz en Medio Oriente!”.

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22 de enero 2009

Con motivo de los sucesos en la Franja de Gaza, integrantes del grupo Carta Abierta, del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini y una serie de intelectuales que se reivindican progresistas lanzaron una declaración titulada “¡Basta de barbarie! ¡Paz en Medio Oriente!”.

La declaración sostiene: “repudiamos que se arrojen cohetes contra poblaciones civiles (refiriéndose a Hamas, N. de la R.), pero con igual convicción sostenemos que no es mediante una respuesta desmesurada que se lograra la paz en la región (refiriéndose al Estado de Israel, N. de la R.). El incremento de la violencia bélica sólo provocará la continuidad del conflicto, con su secuela de destrucción y un altísimo costo para los pueblos”.

Por empezar, es inadmisible equiparar la violencia criminal opresora del Estado de Israel, sostenido sobre el tercer ejército más poderoso del planeta, equipado con la maquinaria bélica más sofisticada y letal provista por el imperialismo norteamericano, con la resistencia de un pueblo oprimido y sojuzgado, pisoteado durante más de 60 años en sus legítimas demandas por la autodeterminación nacional. Como señala Osvaldo Bayer, “los cohetes de Hamas parecen esos petarditos de primero de año comparados con las bombas israelíes que desmoronan manzanas enteras en una ciudad abierta y sin defensas” (Página/12, 17/01). Las cifras son irrefutablemente elocuentes: 25.000 viviendas destruidas, más de 1.400 muertos y 6.000 heridos en el haber palestino, contra apenas 13 bajas israelíes, 7 de las cuales cayeron producto del “fuego amigo”. Evidentemente, el “altísimo costo” que produjo “el incremento de la violencia bélica” lo paga exclusivamente el pueblo palestino. Los socialistas revolucionarios defendemos el derecho inalienable del pueblo palestino a recurrir a la violencia ante la agresión del Estado de Israel y el imperialismo, así como otrora los heroicos luchadores judíos del gueto de Varsovia apelaron a la violencia para defenderse del ejército nazi y sus bestiales Waffen SS.

Las posiciones vertidas por esta declaración son similares a las que sostiene el imperialismo europeo y la mayoría de los países árabes colaboracionistas, quienes condenan a ambas partes por igual, pero avalaron la ofensiva sionista sobre Gaza y ahora se desgarran las vestiduras haciendo votos por la paz. De ese modo, esta declaración termina reeditando la teoría de los dos demonios, equiparando el terrorismo del Estado sionista con el legítimo derecho a la autodefensa del pueblo palestino. En este sentido, saludamos la declaración de la Sociedad de Escritores y Escritoras de la Argentina (SEA) que condena explícitamente “la masacre genocida ejecutada por el Estado de Israel”.

Barbarie

La declaración se exalta diciendo “basta de barbarie”, repartiendo culpas por igual a ambas partes. En realidad esta pretendida “tercera posición” encubre que el único “bárbaro” es el Estado de Israel, quien no sólo violó la tregua de 6 meses establecida entre Hamas y los sionistas por mediación de Egipto hasta el 19 de diciembre, bombardeando Gaza el 4 de noviembre, sino que hace 18 meses reforzó el bloqueo de la Franja por aire, mar y tierra, multiplicando el hambre y la miseria, imponiendo así un “castigo colectivo” al pueblo palestino por el solo hecho de haber votado a Hamas en las elecciones legislativas de enero de 2006.

Si Gaza es la zona más densamente poblada del mundo, 1,5 millones de personas en 360 km2, es porque en 1948 las fuerzas sionistas expulsaron a los palestinos de sus tierras, obligándolos a apiñarse en esa pequeña franja que resulta un verdadero gueto a cielo abierto. El Estado de Israel fue construido a instancias del imperialismo sobre la base de un ejército de ocupación permanente que expropió las tierras del pueblo palestino, expulsando 1 millón de personas al exilio en campos de refugiados, mantuvo 6 guerras contra los pueblos árabes oprimidos de Medio Oriente, conserva más de 10.000 presos palestinos en las cárceles sionistas y legalizó la tortura y los “asesinatos selectivos”.

Al igual que la Alemania nazi que en 1939 sancionó las leyes de Nuremberg, estableciendo derechos civiles sólo para las personas de ascendencia aria, el Estado de Israel es un Estado racista que discrimina a todo aquel que no sea judío, considerando a 1,3 millones de “árabes israelíes” (el 20% de la población) ciudadanos de segunda categoría, desprovistos de los derechos que gozan los ciudadanos judíos, incluso ahora los partidos árabes fueron ilegalizados por atentar contra el carácter exclusivamente judío del estado. El Estado de Israel es un Estado colonialista que se expande permanentemente empleando colonos sionistas que se apropian de la tierra palestina a fuerza de terror, sangre y fuego.

La teoría de los dos demonios enarbolada por estos grupos “progresistas” es tributaria de la posición supuestamente “equidistante” del gobierno de los Kirchner, que en realidad apoya deliberadamente al Estado de Israel, tal como se demostró a pocos días de iniciada la masacre en Gaza, cuando Cristina homologó el acuerdo comercial establecido entre el Estado de Israel y el Mercosur. Qué otra cosa podía esperarse del mismo gobierno de los “derechos humanos” que bajo la excusa del atentado impune a la AMIA sancionó la Ley antiterrorista para demonizar a Irán y los pueblos árabes oprimidos, a pedido de Bush, el Estado de Israel y el Congreso Judío Mundial.

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