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Mundo Obrero

SOBRE EL CONGRESO NACIONAL DE LA UOM

La “patria metalúrgica”

En mayo se celebró el Congreso nacional de la UOM, al que sólo asistieron los directivos de las seccionales del gremio y algunos delegados elegidos a dedo por ellos. Fue una gran manifestación de respaldo a las políticas del gobierno en beneficio de los empresarios.

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17 de junio 2010

por Roberto Ebro - corresponsal metalúrgico zona norte

En mayo se celebró el Congreso nacional de la UOM, al que sólo asistieron los directivos de las seccionales del gremio y algunos delegados elegidos a dedo por ellos. Lejos de ser un “verdadero parlamento de los trabajadores”, como lo proclama la UOM, el Congreso fue una gran manifestación de respaldo a las políticas del gobierno en beneficio de los empresarios.

La UOM publicó una solicitada diciendo que el Congreso se realizó “en un marco de respeto por el disenso”. Vaya paradoja, porque la mayoría de los trabajadores metalúrgicos no sabía de su existencia y el informe de lo allí discutido sólo se bajó a los delegados de las seccionales, que ni siquiera pudieron hacer preguntas.

La finalidad de la dirigencia es vendernos que gracias a la intervención de la “mano divina” del gobierno de Cristina Fernández ha resurgido la “patria metalúrgica”. En la misma sintonía, la presidenta se vanaglorió en el Congreso Metalúrgico del Bicentenario, organizado por la Asociación de Industriales Metalúrgicos (Adimra), donde anunció, con aplausos de por medio, la prórroga del régimen de incentivos a la producción local de bienes de capital. Le dijo al auditorio “quédense tranquilos” y junto a Lascurain (titular de Adimra) y Antonio Caló anunció relanzar el Instituto de Desarrollo Industrial y Social argentino. Porque como dijo el mismo Antonio, “no hay sindicatos grandes, si no hay empresas grandes”.

Devolviendo las gentilezas, la UOM estampó en su solicitada: “desde octubre de 1945 y pese a los intentos apátridas de destruirlo, el peronismo ha surgido una y otra vez (…) y hoy encarna al gobierno que conduce al país hacia su recuperación económica y social”.

Lo cierto es que los grandes beneficiados de la recuperación económica no fueron los trabajadores metalúrgicos sino las grandes empresas. En estos años, y hasta en la crisis del 2009, siguieron batiendo récord de producción. La Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA) pronostica que este año las terminales alcanzarán un nuevo récord de 670.000 unidades. Lo mismo sucederá con el sector autopartista que produce para abastecerlas.

Aunque la aceleración de la inflación es un tema preocupante entre los trabajadores, Caló dijo frente a varios delegados en una reunión de seccional que “la UOM no falta a su palabra con los empresarios y que las paritarias no se abren de nuevo”.

Un mundo de espaldas fatigadas

Algo tan sentido como las condiciones de trabajo no fueron parte del temario del Congreso de la UOM. “En varias empresas de la zona -afirma un delegado de la Zona Norte- las patronales relanzan los planes de producción, y tenés que estar siempre en esa disputa. Un golpe más, una pieza más en la hora implica un aumento en la ganancia de la patronal y en el deterioro de la salud de los compañeros”.

Benjamín Coriat, en su libro “El Taller y el Cronómetro” escribió que “el control obrero de los modos operatorios es sustituido por lo que se podría llamar un conjunto de gestos de producción concebidos y preparados por la dirección de la empresa y cuyo respeto es vigilado por ella”. Por eso no es menor que desde la dirección sindical no se ponga sobre la mesa este punto vital para los trabajadores. Si bien en varias fábricas autopartistas o de otras ramas de la UOM se levantaron nuevas líneas de producción con máquinas nuevas o semi-nuevas, en la mayoría de las veces los mayores niveles de producción se logran gracias al incremento de los ritmos de trabajo, es decir, reduciendo los poros y los tiempos muertos en la producción. Como nos comenta un joven obrero de la fábrica Metalsa (ex Dana Talar) “en la línea trabajamos a ritmos muy altos, si bien tenemos descansos, el trabajo es pesado porque tenés que estar soldando todo el día con el ojo vigilante de los líderes. Además ellos no te hacen los relevos y tenés que esperar, aunque te estés orinando, a alguien que venga y te haga el relevo. Hay veces que los líderes dicen olvidarse y podes estar largo rato con la vejiga que te estalla”.

Ahora los jefes de las terminales automotrices dicen que es preocupante la situación de las autopartistas, ya que dudan de su capacidad para abastecer a las terminales. ¿Será esta la nueva excusa para intensificar aún más los ritmos de trabajo en las autopartistas? ¿Pero a dónde se llevaron todo el dinero del REPRO las grandes empresas? Solo a la ex DANA, con un plantel aproximado de 800 trabajadores, se le aportó a su friolera en sólo seis meses unos $2.340 millones. Como vemos, para ser un “gran” sindicato hay que ser un gran garante de las ganancias patronales.

Por lo que puede apreciarse, el mayor esfuerzo que hacen los empresarios es llenar la “olla de oro” mientras los trabajadores metalúrgicos dejan la vida en las fábricas. 

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