por Santiago Lupe

El 19J fue una masiva jornada de manifestaciones, la mayor hasta ahora, se calcula que hubo cerca de medio millón de personas. Más de la mitad en Barcelona donde fue impresionante, la cabecera partía a las 17:00 y llegaba en torno a las 19:00, la cola no terminó de llegar hasta casi las 21:00, el recorrido estaba totalmente colapsado, rebasándose por la cola y ocupando plazas aledañas a la de salida (Plaza Catalunya). En Madrid hubo 150.000 manifestantes, en Zaragoza otros 10.000.

Esto ocurre en la misma semana en que después de los hechos del Parlament hubo toda una campaña de criminalización muy fuerte. A pesar de ella, la gran afluencia a las manifestaciones supone una fortaleza del movimiento. Por otro lado esto se da al mismo tiempo que la “indignación” se va concretando en la oposición a las medidas de ajuste (reforma de convenios, recortes de sanidad y educación), aunque se mantienen las demandas contra la “democracia” del bipartidismo y la corrupción. El peso de este programa más social y económico gana terreno. La lucha se concreta y se hace más “natural” el intento de buscar como aliados al movimiento obrero, de ahí el peso que está cobrando la demanda de huelga general.

Los compañeros de Clase contra Clase en Zaragoza el 18 de junio participamos y fuimos parte de la comisión impulsora de un encuentro obrero con 150 asistentes, con trabajadores de TUZSA, subcontratas del ayuntamiento, CAF, TEKA, Cacaolat, GM y otras. Allí se acordó ir a todas las protestas de cada una de ellas y formar un bloque obrero el 19J, del que luego participamos con decenas de compañeros.

En Barcelona la semana fue de mucha discusión contra el ala reformista que cedía a la campaña del gobierno y por la liberación sin causas de los detenidos. El ala izquierda del movimiento -de la que somos parte- logró que entre los lemas se incluyese el de “absolución detenidos”. Fuimos precisamente este sector los que intervinimos de manera más militante en la manifestación. Realizamos las pancartas de cabecera, las portamos, repartimos 8.000 octavillas llamando a un segundo encuentro de trabajadores y empresas en lucha, estuvimos en el camión de sonido, recogimos más de 3.000 euros para materiales de la manifestación y próximas convocatorias, acompañamos a los detenidos que hablaron, junto a compañeros de otras comisiones desplegamos pancartas por la absolución en edificios del recorrido... y al final como no era posible leer el comunicado y que lo oyera todo el mundo se fue haciendo cada 15-20 minutos, en cada ocasión subíamos a hablar del II Encuentro y se agitaba la exigencia de la huelga general. Aquí también se intercalaron intervenciones de los detenidos o amigos suyos.

Quedamos muy entusiasmados y con renovadas energías para discutir en ambas ciudades el balance y las perspectivas con decenas de activistas para seguir el trabajo pro-obrero y democrático en común.