Año nuevo, comienza otra etapa y lo que augura para 2009 no es alentador. El SMATA y la patronal, aprovechando el receso, actuaron a espaldas de la vanguardia del Chevy y de los trabajadores en general, firmando un acuerdo que beneficia a la patronal y da como resultado lo contrario de lo que veníamos peleando: ningún despido y ninguna suspensión. El Ministerio de Trabajo y los gobiernos provincial y nacional actuaron, una vez más como en estos dos meses y medio de lucha, en defensa de la patronal de GM.

Las asambleas deben ser resolutivas

El 5/01 volvimos del receso y se realizó una asamblea en portería, convocada por delegados. Nos vimos sorprendidos por la firma de un acuerdo que no respeta el mandato de que no haya despidos ni suspensiones, sino que sólo habla de mantener los puestos de los efectivos hasta diciembre y los de los contratados hasta junio. La asamblea no fue resolutiva: no se puso en discusión la firma del acuerdo, la interna planteó que no lo conocía y que había que mantener el estado de asamblea permanente, pero sin plantear ninguna medida para no romper la paz social. Hay que ser claros: así, el acuerdo con suspensiones, pasa. Es muy importante que los trabajadores sigamos organizados y en lucha.

A espaldas de los trabajadores

Los más de 300 compañeros efectivos y contratados del Chevy quedaron afuera de la fábrica, suspendidos y cobrando un 20% menos de salario.
Estos compañeros habían sido marginados en un galpón en el fondo de la fábrica luego de los paros hace más de dos meses y son los que la patronal desde el inicio planteó que no quería que vuelvan a la fábrica porque los consideraba “faltadores”, “quilomberos” o solamente por estar lesionados por los ritmos de producción. Fueron los trabajadores del “Chevy Club” los que sacaron sus volantes, los que se pusieron a la cabeza en las marchas y en las medidas de lucha y hasta llegaron a hacer una movilización dentro de planta. Hoy el acuerdo del SMATA y GM los deja afuera y suspendidos hasta junio o diciembre dependiendo si son contratados o efectivos. Un acuerdo escandaloso, que firmado a espaldas de todos los trabajadores deja fuera de la planta a los sectores que se habían puesto al frente de la lucha.

El acuerdo estipula que en marzo se rediscuten las suspensiones. Y los trabajadores suspendidos del Chevy ya están convocando a movilizarse frente al sindicato para rechazar el acuerdo firmado.

Mantener la unidad y solidaridad

Adentro el ánimo general es de incertidumbre, de malestar, de descontento, soportando todo tipo de presión por parte de la patronal, al punto que en febrero, después de otro receso, existe la posibilidad de que cierre un turno, dejando a la mitad de los compañeros sin trabajo. La unión y la lucha que mantuvimos desde finales de octubre evitó que haya despidos por ahora, pero las negociaciones de la dirección junto con la patronal impuso la suspensión de los compañeros y ninguna estabilidad para nadie.

Es necesario mantener la unidad y solidaridad que habíamos logrado ya que después del receso que se aproxima, la patronal querrá avanzar con los despidos. No podemos permitir que queden compañeros afuera.