por LEANDRO SORRIBAS, delegado del RUB-GCBA e integrante de la Agrupación Marrón

Este 30 de setiembre se realizó la marcha que la CTA tenía agendada por la “Libertad y Democracia Sindical”. Cerca de 3.000 trabajadores, en su mayoría de organizaciones sociales y estatales y un puñado de trabajadores de empresas privadas se movilizaron al Ministerio de Trabajo.

Dos sectores de trabajadores le pusieron color a la marcha, y durante varias cuadras, aquellos que los medios denominan “sindicalistas de base”, confluyeron al grito de “Subte y Terrabusi, son una misma lucha”, ante la mirada atónita de los dirigentes de la central. De esta manera el conflicto de Kraft se colaba por fin en la agenda de la Central, luego de que por más de 30 días su directiva no emitiera palabra de un conflicto que es tapa de todos los diarios y es brutalmente atacado por la UIA, la embajda norteámericana, el gobierno, la CGT y los medios de comunicación.

Los trabajadores de la alimenticia tuvieron que ser reprimidos para que Yasky y De Gennaro aceptaran que uno de sus delegados fuera orador en el acto y por su tenacidad lograron imponerse en la cabecera de la marcha.

La mayoría de las intervenciones se solidarizaron con la lucha de la ex Terrabusi, y en el cierre del acto Yasky declaraba acerca de que esta lucha “se resuelve únicamente si el gobierno es capaz de hacerle cumplir las leyes a esa empresa multinacional”, sin embargo nada dijo sobre qué hará la CTA en concreto y en los próximos días por el triunfo de los trabajadores de la Kraft. Además, denunció: “No dejar que distintos gremios puedan tener su reconocimiento es una incoherencia absoluta, lo que quieren es un sindicalismo que sea capaz de conceder permanentemente y no representar a los trabajadores…” y agregó que “los trabajadores son los únicos que deciden quienes los representan”, algo que seguramente no se refiere a lo que acontece en su central, como queda demostrado en el fraude que él junto a Baradel realizaron contra los docentes en las elecciones del Suteba La Plata.

Al grito de “Paro general”, desde los sectores combativos y opositores le reclamábamos a la directiva la medida solidaria eficaz que ayudaría al triunfo de los obreros de la ex Terrabusi.