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CRISTINA KIRCHNER ALMUERZA CON LOS GRANDES EMPRESARIOS

La kandidata

El pasado martes 4 de septiembre, Cristina Kirchner almorzó con los empresarios del Instituto para el Desarrollo Empresarial Argentino (IDEA). Ahí estuvieron representantes de las principales multinacionales de la industria, los servicios y las finanzas como Repsol, las Telefónicas, la General Motors, Cargill, la Coca Cola, el City Bank, Banco Francés y HSBC junto a lo más granado de la clase patronal de nuestro país: los Grobo Agropecuaria SA, el grupo Roggio y Techint, por sólo nombrar algunos.

6 de septiembre 2007

El pasado martes 4 de septiembre, Cristina Kirchner almorzó con los empresarios del Instituto para el Desarrollo Empresarial Argentino (IDEA). Ahí estuvieron representantes de las principales multinacionales de la industria, los servicios y las finanzas como Repsol, las Telefónicas, la General Motors, Cargill, la Coca Cola, el City Bank, Banco Francés y HSBC junto a lo más granado de la clase patronal de nuestro país: los Grobo Agropecuaria SA, el grupo Roggio y Techint, por sólo nombrar algunos. Es que IDEA representa a 430 empresas “líderes” y se dedica a pensar las políticas que la patronal le “sugiere” a los gobernantes para dirigir los destinos del país. Durante los ’90 fueron quienes impulsaron las políticas del Consenso de Washington basadas en la apertura indiscriminada de la economía, las privatizaciones y la flexibilización laboral.

Si hoy tuviéramos que hacer un currículum de estos “líderes” deberíamos decir que en ese encuentro estaban los dueños del petróleo, los principales bancos que se quedaron con la plata de los ahorristas tras el “corralito” de Cavallo, los paladines de la “patria sojera”, los amos del negocio de las telecomunicaciones. En pocas palabras, IDEA reúne a las empresas que más facturan en el país, las mismas que concentran el grueso de los subsidios estatales mientras destinan para sus trabajadores la flexibilización laboral, la “tercerización” e incluso el empleo en negro. También fue de la partida Hugo Moyano de la CGT (¿representando a quién?).

El discurso de la candidata fue todo un sinceramiento mostrando hacia dónde apunta su mandato. La comunión entre sindicatos y empresarios con el Estado en lo que llama un “acuerdo social”, constituye la pieza clave de la propuesta, una idea que ya había sido planteada en el acto de lanzamiento de su candidatura. ¿Qué significa el “Pacto Social” que propone la esposa del presidente?

Voy a partir de una definición que hizo Cristina K en su discurso refiriéndose a su próximo gobierno: “no va a ser todo color de rosa”. Aludía a la conflictividad social y expresamente a la puja salarial entre trabajadores y patrones. Con el “acuerdo social” Cristina propone contener este conflicto y disciplinar a los que salen a luchar. Su anuncio, de ninguna manera, está orientado a preocupar a las patronales: “no es pecado ganar dinero” les dijo a los empresarios.
El “acuerdo social” alcanzaría a las cuestiones referidas al salario, superávit fiscal y crecimiento económico. Respecto a nuestros sueldos los trabajadores no podemos alimentar ninguna expectativa. El pacto apunta a institucionalizar la actual política económica basada en un salario mínimo en la línea de pobreza mientras da rienda suelta para que los patrones aumenten los precios de las mercaderías.

Párrafo aparte merecen las cuestiones del gasto público y el crecimiento económico. En el marco de una crisis económica internacional en ciernes, tras la caída de las bolsas en el mundo, y sus probables consecuencias recesivas en nuestro país, Cristina y su equipo proyectan en perspectiva un plan para que seamos los trabajadores y los sectores populares quienes paguemos los platos rotos de esa crisis. Por eso, hasta salió a dar un espaldarazo a Strauss Kahn, el candidato favorito a comandar el FMI, de quien dijo “me pareció un hombre honesto ... soy relativamente optimista respecto de que ese organismo pueda reformularse” (Clarín, 5/9). Estas declaraciones van de la mano de los anuncios de suba de tarifas y reducción del gasto público, temas que venimos escuchando desde que la candidata viajó a España. Después de pagar 10 mil millones de dólares de deuda al FMI, el gobierno hacía alarde de haber recobrado la “soberanía nacional”, pero ahora directamente los Kirchner se proponen reanudar la relación con este organismo. Es porque quieren pagar los 6.100 millones de dólares al Club de París, y asimismo contraer nuevos prestamos para pagar 5.500 millones de dólares de vencimientos de deuda del año que viene, agigantando así el peso de la deuda externa como elemento de sumisión al imperialismo. El próximo gobierno de Cristina será para distribuir la riqueza ... entre los grupos económicos más concentrados.

“Santa alianza”

El “Pacto Social” no tiene otro objetivo que condenar todo intento de los trabajadores de “indisciplinarnos” contra los techos salariales y los planes de la patronal y el gobierno.

Los trabajadores venimos protagonizando distintos procesos de lucha, por el salario, por las condiciones de trabajo, contra la precarización laboral y también en algunas comisiones internas y seccionales de sindicatos hemos dado pasos positivos sacando a viejos dirigentes burocráticos y remplazándolos por nuevos compañeros más combativos.
En estos días están peleando, los docentes, los trabajadores de la Salud como los del Clínicas y el Francés que sigue ocupada por la gendarmería que mandó Kirchner, los del Banco Provincia y fábricas como Mafissa contra los despidos. En la provincia de Buenos Aires los estatales estamos haciendo cortes de ruta por aumento salarial. Estuvimos los compañeros del Astillero junto a los judiciales, médicos, auxiliares docentes, peleando juntos.

Pero también podemos empezar a ver en concreto cómo será esa “comunión” entre empresarios, el Estado y las cúpulas sindicales de la que nos habla Cristina Kirchner. Fijémonos el caso del Subte. Mientras Metrovías acusa a los trabajadores de sabotaje por denunciar la falta de mantenimiento de los subtes que pone en riesgo la seguridad de los usuarios, el Ministerio de Trabajo los desautoriza diciendo que deben limitarse a sacar a funcionar las formaciones y la justicia se hace eco de las acusaciones de la empresa. La dirigencia de la Unión Tranviarios Automotor completa esta “santa alianza” amenazando con expulsar del gremio a los delegados combativos de subterráneos, a los que ataca con sus matones.

Otro ejemplo podemos verlo en el Hospital de Clínicas, donde los empleados están de paro hace más de 60 días por mayor presupuesto. El Ministerio de Trabajo intervino la comisión interna que dirigía el conflicto a pedido de la burocracia de APUBA (gremio al que pertenecen los trabajadores del Clínicas) quien denunció a los huelguistas de no respetar las guardias mínimas.

Hay que rodear de apoyo a todos los que luchan y prepararnos desde ahora para lo que se viene. Para darle la espalda a este “pacto social”, a esta candidata abanderada de los empresarios y a todos los partidos políticos patronales. Como parte del frente que hemos conformado el PTS, el MAS e Izquierda Socialista frente a las próximas elecciones de octubre, estamos dando la pelea por la independencia política de la clase trabajadora. En el marco de esta campaña unitaria, el PTS hará hincapié en la necesidad de construir un gran partido de la clase trabajadora.

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