Mientras en las alturas del poder se suceden las negociaciones entre el gobierno, los banqueros y los gobernadores del PJ, el despotismo de la patronal y su estado sobre la clase trabajadora se hace sentir todos los días. En el mes de octubre 288 empresas entraron en quebranto aumentando el desempleo: 23.700 suspendidos con rebajas salariales y 12.200 nuevos despedidos. Por la quiebra de los estados provinciales, en San Juan, Jujuy, La Rioja o Chaco a los estatales les adeudan salarios, o se les paga en bonos como hace Ruckauf en Buenos Aires.
Esto pasa cada día en la vida del pueblo trabajador. Lejos de estas necesidades, los dirigentes millonarios de la CGT como Daer trabajan para que Ruckauf y De la Sota consigan unas migajas más, y Moyano charla y charla "por el cambio del modelo" siguiéndole los pasos a Duhalde y Alfonsín. Mientras en las automotrices que suspenden y anuncian despidos, y hasta cierres, los dirigentes del Smata negocian, una vez más, en Volkswagen y Ford dejando pasar el ataque antiobrero.
Por su parte, la CTA tiene por toda perspectiva "votar en las urnas de la Consulta Popular" el 13, 14 y 15 de diciembre por un seguro de desempleo. El Frente contra la Pobreza de la CTA es realmente pobre de objetivos. ¿Acaso buscan convencer a Patricia Bullrich para que suba el monto del "salario universal" de 30 pesos por hijo que promete el plan Cavallo con plata sacada de las asignaciones familiares de los asalariados? Como mínimo le allanan el camino a esta estafa del gobierno, al liquidar, junto a la CCC, la convocatoria a la Asamblea Piquetera que debiera reunirse cuanto antes para una lucha común de ocupados y desocupados.
La actual tregua sindical no puede ser más dañina. Cuanto más se necesita cerrar filas en un frente único de toda la clase obrera y el pueblo pobre para enfrentar el ataque capitalista, las cúpulas sindicales dejan desguarnecidos a los trabajadores y sus luchas.

De abajo hacia arriba
Como muestran los obreros de Zanon, su comisión interna y su sindicato recuperado de las manos de la burocracia sindical, se necesitan nuevos delegados y dirigentes para la lucha, si lo que se quiere es enfrentar en serio el drama de los despidos, suspensiones, rebajas salariales, resistir los nuevos decretos de Cavallo o luchar contra el pago en bonos y atrasos salariales en el estado. Está planteado impulsar Comités de lucha en cada empresa o repartición estatal que, basándose en asambleas democráticas, le pongan un freno a la ofensiva con ocupaciones, huelgas y piquetes.
Claro está que lo que hace falta es un plan de lucha nacional unificado, llamado por las centrales obreras. Pero ante la tregua sindical hay que empezar a reconstruir el frente único de los trabajadores de abajo hacia arriba. Se necesitan coordinadoras zonales, que unan por región la lucha de los ocupados con los movimientos piqueteros bajo un plan común siguiendo el ejemplo que también muestra Neuquén entre el SOECN de los ceramistas y los desocupados del MTD. Si se generalizan estas nuevas posiciones conquistadas estaremos más cerca de una Asamblea Nacional de delegados ocupados y desocupados, elegidos en la base, uno cada veinte, y de imponerle un plan de lucha y un paro nacional a las CGTs y la CTA.

Nuestro llamado a la izquierda
Sin duda estas tareas se verían fortalecidas si la izquierda, que viene de obtener un millón de votos en las pasadas elecciones, se uniera para ayudar y ponerse a disposición de la lucha de la clase trabajadora y sectores populares.
Izquierda Unida, con el apoyo del MIJP de Castells, convoca para el viernes 16 a una marcha a Congreso. Hasta ahora, los objetivos son poco claros, o muy generales. La propuesta del PTS es que la izquierda ya podría trabajar en común para agrupar en un gran encuentro nacional a los sindicatos combativos, movimientos piqueteros y centros de estudiantes que busquen una alternativa independiente ante la crisis capitalista. Si así fuera, los mineros de ATE-Río Turbio, el SOECN de los ceramistas neuquinos y el Movimiento de Coordinación Obrera que encabezan, la CGT de San Lorenzo y el Polo Obrero, la seccional Haedo de ferroviarios, los docentes de la UNTER de Río Negro, todos estos sindicatos combativos junto a las comisiones internas y delegados antiburocráticos, y los movimientos de desocupados como el MIJP de Castells, el MTD de Neuquén, el Movimiento Teresa Rodríguez de Mar del Plata y Florencio Varela podrían reunirse en el Luna Park o un gran estadio y lanzar un amplio agrupamiento nacional de los luchadores. En él podrían y deberían participar los centros de estudiantes donde nuevas direcciones y listas de izquierda desplazaron a la burocracia estudiantil de Franja Morada. Allí sí, con esas organizaciones, sería más efectivo discutir un verdadero programa obrero y popular para ser propuesto a todo el movimiento obrero: no pago de la deuda externa, estatización sin pago de toda empresa que cierre bajo control de sus trabajadores, y de todas las empresas privatizadas, nacionalización de la banca y de las AFJP, reparto de las horas de trabajo con salario igual a la canasta familiar.
Hacemos un llamado a la izquierda para impulsar una gran reunión nacional de este tipo. ¿Con qué objetivos?
Primero: Para rodear de apoyo todas las luchas y jugarse con todo para que triunfen desarrollando un gran fondo de huelga nacional para que los que hacen punta en la resistencia a los ataques no sean quebrados por el hambre, y donde los diputados de la izquierda pongan sus dietas.
Segundo: Para batallar por la ruptura de la tregua sindical que las cúpulas de la CGT y la CTA le están dando a los de arriba en estos momentos cruciales, y exigirles un plan de lucha y una huelga nacional.
Tercero: Para llevar a los lugares de trabajo y estudio, y proponer dentro de las organizaciones de masas, el llamado a una gran Asamblea Nacional de ocupados y desocupados, con delegados cada 20 trabajadores, elegidos y mandatados por la base.
Cuarto: Para defender activamente a los compañeros presos y procesados por luchar como Castells y Alí.
Quinto: Para repudiar el alineamiento del gobierno argentino con la masacre imperialista de Afganistán por que si triunfa EE.UU. impondrán nuevas cadenas de coloniaje sobre el país.

Si la marcha del 16 que llama IU y otras fuerzas de izquierda, buscara estos objetivos precisos debería empezar por transformarse en una tribuna para que se expresen los dirigentes de las principales luchas del país, los que le están poniendo el cuerpo a los ataques del gobierno y las patronales, como los municipales y lucifuercistas de Córdoba, los estatales de San Juan y otras provincias en lucha, los mineros de Río Turbio, los ceramistas de Neuquén. Lamentablemente, al cierre de esta edición, jueves 8/11, en una reunión que prepara esa marcha nuestra propuesta fue rechazada ¿Es posible que la unidad de la izquierda está al servicio de la lucha y con una política independiente de la burocracia sindical y la centroizquierda? Para ello Izquierda Unida debería abandonar su seguidismo a la CTA y su Frente contra la Pobreza con el ARI de Elisa Carrió. Y el PO definirse por objetivos claramente clasistas.
La unidad de la izquierda cobraría sentido si se pone al servicio de las luchas y no para utilizar las luchas al servicio de la izquierda.