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Nacional

ENTREVISTA A MATÍS MAIELLO

La gran familia de la centroizquierda

Ya se encuentra disponible en www.ips.org.ar y a partir de la semana próxima en las principales librerías del país, el nuevo número de Lucha de Clases. En la revista se abordan debates fundamentales de la situación nacional sobre la estructura económica durante los gobiernos kirchneristas, el régimen político, el rol de los sindicatos, los intelectuales, los proyectos de la centroizquierda, el papel de la renta agraria en la economía argentina y el clientelismo político. Sobre estos temas escriben Christian Castillo, Fredy Lizarrague, Matías Maiello, Esteban Mercatante, Pablo Anino, y Paula Varela. Junto con esto, Paula Bach analiza desde el marxismo las principales tesis de John Maynard Keynes. Milton D’León y ˜ángel Arias desarrollan la situación actual del movimiento obrero en Venezuela. La revista se completa con la sección “Reseñas”, donde Demian Paredes escribe sobre John Updike y Andrea D’Atri sobre Judith Butler. Como anticipo de la revista presentamos a los lectores de LVO una entrevista a Matías Maiello sobre los proyectos de la centroizquierda. En el próximo número entrevistaremos a Paula Varela sobre los debates en torno al clientelismo político.

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4 de junio 2009

LVO: Contanos un poco en que consiste la polémica que desarrollás en el artículo “El eterno retorno de la vieja centroizquierda” con los representantes de este espacio…

MM: Si uno se traza un mapa a simple vista de la centroizquierda se encuentra con tres tipos de posicionamientos. Por un lado, el sector que llueve o truene sigue aferrado al gobierno. Es el caso de los intelectuales agrupados en Carta Abierta. Por otro lado, tenemos a Proyecto Sur encabezado por Pino Solanas, Argumedo, y Lozano, que se encarga de recordar que Kirchner fue uno de los impulsores de la privatización de los recursos naturales junto con Menem, pero mantiene una alianza estratégica con la FAA de Buzzi y la mesa de enlace. Por último, el espacio que encabeza Martín Sabbatella, quien se dice “ni oficialista ni opositor” y representante de la “nueva política”. Algo difícil de imaginar si se tiene en cuenta que llega a la intendencia de Morón en el ’99 en la boleta de la Alianza.

Cuando vamos un paso más allá de estos posicionamientos nos encontramos con una “gran familia”. Resulta cómico cuando Solanas habla de “queridos y talentosos amigos” que son cómplices del saqueo de los recursos naturales y de la “impunidad de la delincuencia financiera”. O cuando le responden a “Pino y otros amigos” para decirles que en el conflicto del 2008 “quedaron del lado de Spruille Braden en la Unión democrática”. Tienen razón cuando se recuerdan mutuamente que todos estuvieron detrás de alguna de las alternativas patronales, pero esta es la característica genética de todo el grupo familiar.

Los más entrados en años, como Solanas, fueron entusiastas impulsores del encumbramiento de Menem en el PJ durante los ’80 y de su llegada a la presidencia en el ‘89. En el ’91 varios rompen en pos de un “peronismo verdadero”. Pino Solanas forma el Frente del Sur con Brunatti y el PC; y Chacho ˜álvarez el Fredejuso con el Partido Intransigente, que después se van a juntar en abril del ’93 para fundar el Frente Grande.

En el ’94 hacen una buena elección para la asamblea constituyente en la que terminan apoyando la reelección de Menem. Luego, se forma el Frepaso, en el que algunos se quedan y otros se van. El resto de la historia se conoce bien, hacen la Alianza con la UCR, llevan a la presidencia a De la Rua, uno de los más conservadores entre los gorilas, se vota la flexibilización laboral de la Banelco, vuelve Cavallo, y antes de irse matan 30 compañeros en la Plaza de Mayo.

LVO: En el artículo polemizas con Solanas sobre las privatizaciones y el saqueo de los recursos naturales.

MM: Es que el discurso sobre la recuperación de los recursos naturales acompaña a Solanas casi desde que se inició en la política, el problema es que toda su trayectoria política lo niega. La constituyente del ’94 fue, lo que podríamos llamar, el momento de esplendor de Pino Solanas. La fuerza que el encabezaba tuvo 31 convencionales constituyentes. Uno podría pensar que este era un buen momento para jugarse por algo de lo que dice, pero todo lo contrario, terminó avalando la reforma constitucional que legalizaba la entrega de los recursos naturales y las privatizaciones. Años después vuelve a la política y nos dice que se equivocó.

Primero apoyó a Menem y se equivocó, después llegó a la constituyente y se equivocó. Hasta dice que se equivocó cuando votó a Frondizi que se encargó se entregar los recursos petroleros. Lo podríamos bautizar como “el gran equivocón” sino fuera porque hay una explicación menos cómica y más realista: que su estrategia de sumar votos a la espera de algún sector “progresivo” de la burguesía local es un fracaso total.

Los documentales de Pino Solanas en muchos sentidos son muy buenos, pero se parecen demasiado a las profecías autocumplidas. “Primero contribuyo al desastre y después hago un gran documental de los hechos.” Debería buscar una forma más económica de conseguir los temas para sus películas.

LVO: Otra cuestión recurrente en el discurso de Proyecto Sur es la eliminación de la pobreza…

MM: Acá se da un ejemplo que es característico de la centroizquierda: abordar los problemas estructurales del capitalismo como si se limitaran a las intenciones de tal o cual personaje que ocupa determinado cargo en determinado momento.

Solanas y Cia. nos dicen que redistribuyendo un 5% del PBI solucionamos la pobreza. Más allá de que es insuficiente para dar respuesta a un problema que surge de las entrañas mismas del capitalismo, nunca dicen a quién se le sacarían. Plantean renegociar los contratos petroleros como hizo Chávez, pero sin embargo en Venezuela después de 10 años con precios del petróleo que se mantuvieron por encima de los 60 dólares y llegaron a 150, la pobreza solo disminuyó del 39% al 30% y la mortalidad infantil que todavía es más alta que en nuestro país, solo se redujo de 18 a 16 por mil. Lo que sería un ejemplo para ellos ya fracasó.

Hay que agregar que mientras denuncian los índices de pobreza mantienen una alianza estratégica con la Federación Agraria que “combate” por “la defensa de la rentabilidad” y “el lomo a 80 pesos”.

En la Argentina hay un recurso natural por excelencia que es la tierra. Sin embargo, ni se les ocurre plantear la necesidad de nacionalizar la tierra, o aunque sea expropiar a los principales terratenientes. Todo lo contrario. En la votación de las retenciones Lozano no se abstuvo denunciando las críticas que tuviese al gobierno sino que, siguiendo la lógica de la constituyente del ’94, votó en contra junto con las patronales agrarias.

A su vez, hablan de domesticar a las grandes exportadoras pero no dicen una palabra de la expropiación de puertos e infraestructura estratégica que controlan. Hablan de controlar el comercio de granos pero sus aliados de la FAA firmaron junto con la Sociedad Rural la solicitada en contra de cualquier discusión sobre la nacionalización del comercio exterior.
Para analizar la centroizquierda siempre es mejor fijarse más en lo que hacen que en lo que dicen, es la única forma de ver una coherencia detrás de sus constantes incoherencias.

LVO: Lo que decís también se aplica a Sabbatella.

MM: Así es. No casualmente una de las publicaciones que más lo ensalsan es la revista Umbrales del centro de estudios que dirige el mismísimo “Chacho” ˜álvarez. Lo quieren presentar como un apóstol de “la nueva política” y hablan de Morón como un ejemplo de gestión democrática y desarrollo social. Pero como nos tiene acostumbrados la centroizquierda, una cosa es cómo se promocionan y otra muy diferente la realidad.

Sabbatella es un personaje surgido de la Alianza que para zafar del 2001 se escabulló en un supuesto “vecinalismo” que dedica al marketing personal un presupuesto que cuadruplica el de agua potable y alcantarillado en un municipio que se caracteriza por las inundaciones. Que después de 10 años tiene el orgullo de contar con la cuenca más contaminada del conurbano, donde proliferan la contaminación de los frigoríficos, los basurales y la quema de residuos a cielo abierto, y sin embargo, el presupuesto para la recolección de residuos del municipio es igual a todos los recursos destinados a la salud.
Barrios tremendamente pobres sin cloacas ni nada como San Juan y Texlar, con municipales que cobran $650 pesos, con un sistema de salud desfinanciado, etc., son también “logros de la gestión de Sabbattella.

Si esta esto es la “nueva política” y el “desarrollo social”, estamos en el horno. No creo que el resto de los intendentes del conurbano tenga nada que envidiarle.

LVO: Varios dirigentes de la CTA integran las listas de estos proyectos…

MM: Sí, es lamentable que se pretenda llevar a las organizaciones de los trabajadores detrás de estos proyectos que no son más que variantes de los proyectos patronales o en el mejor de los casos trampolines para relegitimar algún sector de los partidos burgueses tradicionales, como lo fue el Frente Grande. En Neuquén capital, donde la dirección de la CTA comparte el gobierno con sectores de ex-radicales K y kirchneristas, es un ejemplo. En noviembre del año pasado fueron cómplices de la brutal represión de las familias sin hogar en el barrio Confluencia con decenas de heridos y encarcelados. Así termina el “progresismo” de centroizquierda.

Por eso, al contrario de lo que plantea la centroizquierda, para imponer una salida a la crisis donde los que la paguen sean lo capitalistas y no los trabajadores es necesario que la clase trabajadores se constituya en sujeto político independiente de las variantes patronales y su Estado. Los Sabbatella, los Solanas, etc. encarnan proyectos que apuntan 180° en el sentido contrario.

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