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Mundo Obrero

Una reflexión sobre el boletín metalmecánico “Desde las bases”

La fragmentación de la fuerza obrera

El boletín metalmecánico “Desde las bases” refleja en el relato de la vida cotidiana de cada fábrica, cómo los cambios producidos en el modo de produción en la industria automotriz, sobre todo durante los ´90, debilitaron objetivamente la resisitencia de los obreros.
Las burocracias sindicales del SMATA y la UOM fueron parte y cómplices de ese proceso.

PTS

25 de marzo 2010

por Hernán Aragón

El boletín metalmecánico “Desde las bases” refleja en el relato de la vida cotidiana de cada fábrica, cómo los cambios producidos en el modo de produción en la industria automotriz, sobre todo durante los ´90, debilitaron objetivamente la resisitencia de los obreros.

Las burocracias sindicales del SMATA y la UOM fueron parte y cómplices de ese proceso.

Las terminales, a diferencia de la década del 70 donde producían una cantidad mayor de componentes, se convirtieron en meras ensambladoras y redujeron sensiblemente a niveles históricos el numero de obreros (en 1974 empleaban 57.000 obreros y hoy no más de 20.000). Por el contrario, creció de manera significativa la cantidad de obreros en autopartistas que producen directamente para las grandes automotrices. Pero esta atomización del sector lo ha vuelto más vulnerable convirtiendolo en el principal foco de ajuste.

Así sucedió durante la crisis de 2009. Si bien en toda la rama se impusieron despidos y suspensiones, fue en el sector autopartista donde más crudamente se sintió. Los despidos y cierres de fábricas de autopartes locales destruyeron unos 10.000 puestos de trabajo.

Hoy que la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA) se relame preanunciando que en el 2010 se romperá un techo histórico y se alcanzarán las 700.000 unidades, los mismos empresarios sostienen que a pesar del crecimiento no habrá un gran incremento en el empleo ni en el salario de los obreros.

Son precisamente esos cambios “conquistados” en el modo de producción los que le permiten aumentar la explotación del trabajo mediante el incremento de los ritmos de productividad. Ellos mismos lo confiesan: “en los últimos tres años la productividad aumentó, y si bien crecieron los salarios, el costo laboral ya no es tan importante” (iProfesional.com).

En las terminales los ejemplos están a la vista. Ford y Volkswagen acaban de tercerizar parte de su producción. En estas empresas se está produciendo más sin siquiera otorgar horas extras y en Peugeot, donde el año pasado se despidieron 3000 trabajadores, hoy apenas se recuperó un tercio de esos puestos bajo la condición de contratos. Aquí no sólo se extremaron los ritmos de producción, sino que además está “obligando a parecer jornadas de hasta 16 horas, trabajando de lunes a lunes”, afirma “Desde las bases”.

La situación empeora en las autopartistas. Si bien están volviendo a emplear trabajadores, no se alcanzan los niveles anteriores porque el objetivo está puesto en llevar la productividad al extremo.

Los informes fabriles parecen calcados. En GAMAR, LEAR, METALSA, INERGY, FRIC–ROT, VISTEON la producción está a full y los obreros trabajan a ritmos descomunales.

Este aumento está haciendo que los accidentes de trabajo se vuelvan moneda corriente y en fábricas como FERROSIDER ya se cobraron la vida a un joven trabajador.

Otra diferencia sustancial con la década del ´70, que beneficia a las patronales es la precarización del trabajo. Los contratados, que mayoritariamente reinan en las fábricas más chicas, son una pieza clave utilizada por éstas para presionar sobre las condiciones laborales del conjunto. Estos trabajadores son parte de la población obrera que fluctúa permanentemente entre la producción y el desempleo.

La burocracia sindical avala esta situación, debilitando con ello el poder de resistencia de los trabajadores en su conjunto. Los efectivos se ven obligados a un exceso de trabajo – como en el caso de Peugeot – y ese exceso de trabajo (productividad) engrosa a su vez las filas de los desocupados. “El desempleo de unos determina el exceso de trabajo de otros y reciprocamente”.

Unir lo que las patronales y la burocracia dividen

“Los trabajadores han comprendido que la suerte de la empresa está atada a su propia suerte y por lo tanto no ha habido ni habrá planteos (...) porque cada actividad negocia de acuerdo con sus propias caracteristicas y a sus propias necesidades”, dispara Chistina Kirchner en una reunión con los capos de la CGT.

Los informes de “Desde las bases” muestran la “suerte” de los trabajadores y la de las patronales corren por carriles opuestos.

Con su frase, el gobierno no hace más que afirmar el aval para que se perpetúe la división que se ha impuesto en el movimiento obrero.

Por el contrario, los metalmecanicos de “Desde las bases” tienen un programa bien disitinto: “…si todos hacemos partes y autos, todos debemos tener la misma escala salarial, estar bajo el mismo convenio y en las mismas condiciones, EFECTIVOS!”.

Junto con ello, los compañeros pelean por defender el nivel de vida, los puestos de trabajo y por recuperar los sindicatos para convertirlos en organizaciones de lucha.

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