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Mundo Obrero

CIUDAD DE BUENOS AIRES – EL CONFLICTO POR LAS LAS JUNTAS DE CLASIFICACIÓN

La docencia quería luchar para ganar, las direcciones no

Este jueves 1°, el PRO junto a la Coalición Cívica votaron a espaldas de la docencia y de la comunidad educativa un proyecto que toca nuestro estatuto reduciendo las Juntas de Clasificación y Disciplina

PTS

8 de diciembre 2011

Hay que organizarse desde abajo para recuperar los sindicatos y pararle la mano al macrismo.

Este jueves 1°, el PRO junto a la Coalición Cívica votaron a espaldas de la docencia y de la comunidad educativa un proyecto que toca nuestro estatuto reduciendo las Juntas de Clasificación y Disciplina. Producto de la enorme lucha de la docencia no pudieron votar el proyecto “de máxima” que era liquidar las 14 juntas, y en cambio, las reducirán a 7, dejando a los docentes como simples fiscalizadores del proceso de elección, reduciendo también su participación e incrementando la injerencia del Estado en estas decisiones.

Los K, que una semana antes habían votado el presupuesto de educación privatista del PRO, que reduce en un 56% el dinero para infraestructura escolar y destina 36% más para la educación privada y confesional, esta vez votaron en contra. El proyecto se aprobó con 30 votos a favor, 27 en contra y 3 abstenciones.

Pero si este proyecto se votó no fue porque los docentes no lucharon, o porque no contaron con el apoyo de otros sectores, como el movimiento estudiantil. Una vez más, a lo largo de estos dos meses de conflicto, los docentes de la Ciudad mostramos nuestra gran fuerza política y social que nos caracteriza, enfrentándonos a los gobiernos que desfinancian y atentan contra la educación pública. Y una vez más, las direcciones de la mayoría de los sindicatos nada hicieron para que esta lucha triunfe, para pararle la mano a Macri y su política pinochetista para la educación.

Mientras por arriba y encerrados en la Legislatura todos los bloques negociaban nuestros derechos, los docentes por abajo y en las calles nos hicimos escuchar. Desde el miércoles 30 que comenzamos la vigilia organizada por Ademys con la instalación de una carpa hasta las últimas horas del jueves 1°, se sintetizó en las calles la voluntad de los docentes a pelear hasta el final en defensa de nuestro estatuto y en defensa de la educación pública, gratuita y laica. Además, centenas de estudiantes de los magisterios y de la universidad, con una destacada participación de la Juventud del PTS, se hicieron presentes para bancar a los docentes.

El PRO también apeló al método de las patotas

Macri tomó al pie de la letra la advertencia de Cristina, y pretendió sacarnos de las calles a piñas y palos. Faltó que nos diga “boicoteadores”. Según el propio Mauricio, éramos los docentes los que violentábamos legisladores, y por eso habrá sido que el jueves tuvimos que enfrentar cuerpo a cuerpo esas patotas de barrabravas que los gobiernos mandan cuando el movimiento obrero sale a luchar, como las que usaron para atacar a los tercerizados del Roca y asesinaron a Mariano Ferreyra. Primero recibimos al mediodía, justo cuando la burocracia de la celeste de la UTE-CTERA había levantado su carpa dejando solos a los docentes que estábamos bancado el acampe, una patota futbolera comandada por Ritondo, que logró despejar una de las puertas donde los docentes estábamos instalados, para que ingresen al recinto los diputados del PRO para votar. La tercerización de la represión fue respondida con un gran cordón de guardapolvos blancos y cuadrillé que nos organizamos y avanzamos. “Los muchachos” no quisieron pagar el costo político de enfrentarnos y terminaron yéndose hacia Plaza de Mayo.

Fue una primera respuesta defensiva de los trabajadores donde nuestra fuerza paró la represión. Una pequeña muestra de lo que se venía y una gran muestra de nuestra voluntad de pelear, a pesar de la que Celeste (que dirigía hasta ese momento el conflicto) nos abandonó dejándonos a merced de las patotas.

Una marcha enorme en respuesta

Luego de este hecho (que le costó al PRO tener que volver a negociar el proyecto y hacer enmiendas) y después de una conferencia de prensa impulsada por Ademys, en la que se perdió la posibilidad de llamar al paro contra las patotas embretando a UTE y exigiendo el paro nacional a CTERA, cuando enfrente estaban todas las cámaras, levantamos el campamento y nos concentramos en 9 de Julio y Av. de Mayo para organizar una gran marcha que contó con miles de docentes dispuestos a hacerse escuchar y la presencia de Elia Espen y Nora Cortiñas de Madres de Plaza de Mayo, la directiva de la CTA Capital, Cristián Castillo, trabajadores del Subte, entre otros.

La burocracia de la Celeste quiso paralizar la marcha, aludiendo problemas organizativos y quiso “copar la cabecera”. La respuesta no se hizo esperar y miles de docentes avanzaron pasando por el costado a la burocracia y marchando con una cabecera propia junto con las madres de Plaza de Mayo.¡Los que venían sosteniendo la lucha, los paros, el acampe, los que pararon a las patotas, adelante!

¡Hay que recuperar los sindicatos!

La violeta de ADEMYS (dirección ligada a la CTA de Michelli y Chile) tuvo una oportunidad inédita de dar un paso adelante y ser categóricamente la dirección del conflicto e intentar superar a la burocracia kirchnerista de la celeste. Prestigiada por las diferentes acciones por la mañana, tiró esto por la borda y mostró que a la hora de dirigir, las vacilaciones y las indecisiones se pagan caras.

Hubo un margen de entre 3 o 4 horas que no sabían qué hacer. Pero había fuerza y decisión para seguir la lucha, y ante las dudas de la Violeta, se organizó una asamblea de más de 500 con mayoría docente que votaron en forma contundente y por unanimidad un plan de lucha para enfrentar en lo inmediato la votación del proyecto del PRO y un gran paro de 24hs para el día siguiente contra las patotas. La directiva desoyó a los docentes y se pronunció por no acatar las resoluciones de la asamblea, explicando por todos los medios que no había paro, que este paro lo habían votado solo estudiantes. Otras agrupaciones, o parte de ellas (como Lista de Maestros o el MTR en la Violeta) que había votado el paro, también salieron a desmentirlo.

La gran ausente, otra vez, fue la CTERA, que hace años que dejó de funcionar como central nacional, dejando a cada distrito a su suerte. Ya lo vimos con Santa Cruz, y esta vez no es la excepción. Como denunciamos frente a la Legislatura y otros ámbitos, frente a las patotas y represión contra la docencia de Capital, la CTERA tardó un día en pronunciarse y no llamó a ninguna medida en repudio. Evidentemente hay direcciones que pueden mostrar un carácter más democrático, e inclusive levantar un programa, por el que peleamos juntos, como la peleas salariales, por el presupuesto o contra la privatización de la educación pública, pero las agrupaciones clasistas ligadas al sindicalismo de base, deben pelear hasta el final, sin vacilar a la hora de enfrentar los ataques de los gobiernos, desde la independencia de clase de todos los gobiernos de turno y de las patronales. Hay que pelear por las direcciones de estos sindicatos y llamar a la unidad, contra el negocio político y económico de los 17 sindicatos docentes de la Capital. Peleamos por un sindicato único de los trabajadores de la educación, basado en asambleas de delegados de base con mandato, por una herramienta de los trabajadores que se prepare para luchar y ganar


Contra las patotas y la represión

En un mismo día nos tuvimos que enfrentar a las patotas de Macri y a la Federal de Nilda “Gorrá”, que trabaja con comisaría propia en la Legislatura.
Ya en este mismo conflicto la ministra de Seguridad había salido a reclamarle a Macri que sacara con la Metropolitana a los docentes que nos venimos manifestando en los últimos meses. Esta vez fue la propia Federal, que con chorros de agua de hidrantes, gases lacrimógenos, gas pimienta (el mismo que usaron para reprimir a los docentes de Santa Cruz en la puerta del Ministerio de Trabajo de Tomada!!!), y balas de goma disparados desde los balcones de la Legislatura, actuó para dispersarnos.

Denunciamos al gobierno de la Ciudad y a su socio para la represión, el gobierno nacional, por los hechos del jueves, y a la Policía Federal y Metropolitana por “liberar” la zona para que actúen las patotas.
Desde el sindicato Ademys, las agrupaciones docentes, delegados y activistas, ya estamos impulsando una gran campaña unitaria y amplia de denuncia exigiendo: ¡Basta de patotas, represión y persecución a los trabajadores que salen a luchar!

Prensa

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