Más allá de las diferencias de cada región, las Conferencias contaron con tres componentes esenciales.
El más destacado fue la clara composición obrera, mayoritaria en las tres regiones del Gran Buenos Aires, La Plata y Neuquén, como sector de mucho peso en Capital y de creciente importancia en Córdoba. Los compañeros y compañeras que asistieron como invitados son parte del nuevo activismo obrero de las luchas que se suceden en el país desde fines del 2004, y en las Conferencias se encontraron con la nueva generación de militantes obreros revolucionarios del PTS, muchos de ellos ingresados luego del 2001 a partir de los procesos obreros de cada regional en los que el PTS ha jugado un rol dirigente, y las anteriores camadas de dirigentes y militantes provenientes tanto del movimiento obrero como del movimiento estudiantil y la intelectualidad marxista.
Dos hechos nuevos para el PTS en este sentido son: a) en todas las Conferencias fueron parte activa de las mesas y los debates dirigentes obreros trotskistas del PTS, tanto “nuevos” como “viejos”, como Raúl Godoy, José Montes, Leo Norniella, Caty Balaguer, Charly Platkowsky, Andrés Blanco, Carlos Saavedra, Carlos Artacho, Celia Martínez, Tito Bustos y compañeros de sectores industriales; b) en todas las Regionales hay equipos de militantes obreros que vienen de ser protagonistas de los procesos más avanzados de cada zona, que tomaron en sus manos, como el conjunto de los militantes, la discusión del Manifiesto con sus compañeros de trabajo. Las decenas de compañeros de los equipos obreros de Zanon y otras fábricas “recuperadas”, del ARS, ferroviarios, de las automotrices, autopartistas y metalúrgicos, telefónicos, aeronáuticos, de la alimentación, de otras industrias, así como los equipos de docentes, salud, administración pública, etc. (aunque en estos sectores hay más tradición de discusión política) asumieron con pasión el desafío de iniciar la discusión sobre los grandes objetivos del comunismo con otros activistas obreros, enfrentando las dificultades no sólo políticas sino incluso culturales que esto implica.
El segundo componente de las Conferencias fue el sector estudiantil y juvenil. En este aspecto es necesario destacar, por un lado, la participación de una nueva camada de activistas que fueron protagonistas de la reciente lucha universitaria, junto a las anteriores camadas de militantes del PTS en la universidad que vienen enfrentando, desde la agrupación En Clave Roja, no sólo los engaños del gobierno kirchnerista, sino también las tendencias a la burocratización de las organizaciones estudiantiles a partir de la administración de fotocopiadoras y bares, incluso aquellas que están en manos de corrientes de izquierda como el PCR, el PO o los MST. Por otro lado, estuvo presente un nuevo sector de estudiantes terciarios en casi todas las regiones del país.
Por último, los jóvenes secundarios y trabajadores de la JIR-CI mostraron cómo, desde comienzos de este año, vienen militando no sólo en los colegios secundarios sino también buscando ser parte de las nuevas camadas de jóvenes trabajadores que comienzan a hacer sus primeras experiencias de lucha y organización en los call-centers, las cadenas de comidas rápidas, los supermercados, y en varias ramas de la industria.
El tercer componente de las Conferencias fue la asistencia de compañeros y compañeras con experiencia política previa en otras organizaciones de la izquierda, muchos de ellos activistas sindicales pero más experimentados, así como jóvenes profesionales e intelectuales, relacionados con el CeProDH o con los intelectuales marxistas del PTS que impulsan el Instituto del Pensamiento Socialista, las Casas de Cultura y Política marxista o las revistas Lucha de Clases y Estrategia Internacional. Lo importante de este sector es que, siendo compañeros para nada ingenuos, ven que el PTS lleva adelante una práctica militante distinta de las demás fuerzas de la izquierda que se reivindica obrera y socialista (PO y MSTs), coherente con nuestro programa. Con estos compañeros y compañeras queremos sacar las lecciones revolucionarias de las experiencias de la lucha de clases pasada, para ponerlas al servicio del nuevo activismo obrero y estudiantil, para ayudar en la fusión con el marxismo revolucionario.