Las autoridades, fanáticas del gobierno K, de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP, junto a su fiel brazo estudiantil (no menos fanático), la agrupación Rodolfo Walsh, vienen día a día haciendo de la facultad una verdadera unidad básica, puesta al servicio de los intereses del gobierno “antiterrorista” de Cristina. Esta vez dieron un paso que no podía faltar a su tradición: nombraron “Néstor Carlos Kirchner” al flamante edificio que acaban de inaugurar.

Pretenden imponer, desde arriba, que la facultad y los estudiantes nos sumamos al “triunfo de la batalla cultural” contra los sectores monopólicos del país.

Pero aclaremos las cosas: este gobierno, que se jacta de “nacional y popular” y “anti imperialista”, carga con 18 asesinatos en protestas sociales en el último año y medio; Julio López y Luciano Arruga siguen sin aparecer y continúa la impunidad. Un gobierno que, a través de la Gendarmería, cuyo jefe pertenece a la DEA, realiza espionaje ilegal contra las organizaciones obreras, políticas y sociales; y dan vía libre a los capitales imperialistas de Gran Bretaña con la megaminería a cielo abierto. ¡Nada que envidiarle a sus “adversarios” de La Corpo!

El comunicado oficial de la página web de la Facultad de Periodismo, en referencia al nombramiento de “Néstor Kirchner” al edificio, plantea: “Fundamentan esta decisión, el reconocimiento de las profundas transformaciones educativas alcanzadas en los últimos nueve años, etapa en la cual la Universidad Pública se ha visto interpelada e incluida en la apuesta por pensar un nuevo proyecto de país.” (1) Parece que ya se olvidaron de que desde que asumió “El”, allá por el 2003, y durante todos estos años se viene avalando la Ley de Educación Superior, la nefasta ley menemista sancionada en los ‘90 que permite los aranceles en varios niveles de la educación pública y que empresas golpistas como Techint intervengan en el diseño y se beneficien directamente de los planes de estudio de las carreras.
Uno de los presentes en el acto de inauguración del edificio fue el Ministro de Educación, Alberto Sileoni, el mismo que durante la gran lucha estudiantil del 2010 en Capital se negó a solucionar problemas tan fundamentales como son las condiciones en que se estudia en la universidad pública, cuando había techos que se caían a pedazos.

Como no podía ser de otra manera, la decisión del nombre del edificio, lejos de ser debatida entre los estudiantes, decidiendo por el más representativo, fue impuesta en una sesión del Consejo Académico, a espaldas de todo el movimiento estudiantil, sin clases y de un día para el otro.

Desde Contra Prensa no nos comemos este verso y nos proponemos poner en pie, en la Facultad y en toda la Universidad, una juventud combativa que se prepare para enfrentar los ataques a la educación que van a venir de la mano de los ajustes, producto de la crisis capitalista que hoy vemos desarrollarse. Nos proponemos construir un movimiento estudiantil de lucha, que pelee junto a los trabajadores en las calles por transformar la Universidad como parte de la transformación revolucionaria de esta sociedad en la que los trabajadores y el pueblo pobre sólo estamos condenados a perder.

Contra Prensa – Juventud del PTS