La conducción de la CGT propondrá al Gobierno y a los empresarios que el salario mínimo sea elevado a 730 pesos —hoy es de 350—, en forma escalonada. Los jefes sindicales harán su planteo en el marco de las negociaciones del Consejo del Salario, que se reunirá entre mañana y pasado en el Ministerio de Trabajo.
El monto de la suba que propone la central obrera es igual a la cifra que el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) reconoce como el mínimo ingreso que una familia tipo —un matrimonio y dos hijos en edad escolar— necesita para cubrir sus necesidades mínimas de alimentación, educación y salud. Es lo que se conoce como la canasta de la pobreza. Técnicamente, las familias que tienen ingresos mensuales por debajo de ese número son consideradas pobres.
La CGT dice que aspira a conseguir, al menos, un compromiso de aumento en forma escalonada. Esto es: que aunque finalmente prospere la idea de fijar el mínimo en 450 pesos, como viene trascendiendo en los últimos días, la discusión arroje un esquema de subas posteriores, con fechas y montos definidos.
Voceros de la CGT deslizaron el anuncio ayer a la tarde, luego de una reunión de su cúpula de la que no participó la sanitarista Susana Rueda, integrante del triunvirato de conducción y cada vez más alejada de sus pares.
Rueda tuvo varios choques con los caciques sindicales la semana pasada, una saga que terminó con ella afuera de la representación gremial en el Consejo del Salario Mínimo.
En ámbitos sindicales ya se habla de una posible fractura de la conducción cegetista. En parte, el adelanto que ayer dieron desde la central —confirmado a este diario por dos altas fuentes de la CGT— busca atenuar el ruido que generaron las fuertes declaraciones cruzadas entre Rueda y hombres muy vinculados al cosecretario Hugo Moyano, como el colectivero Juan Manuel Palacios o el judicial Julio Piumato.
Por otra parte, los "gordos" también parecen decididos a dirimir de esta manera una pelea política y de representatividad con la alternativa Central de Trabajadores Argentinas (CTA), liderada por Víctor De Gennaro. Lue go de una fuerte presión del Gobierno, la CTA fue incluida en las negociaciones por el salario, un posible primer paso hacia la personería gremial que reclama.
Ya en la mesa de conversaciones, la CTA propuso una suba a 500 pesos del mínimo más un alza en los salarios familiares. Un combo que elevaría la remuneración más baja a, justamente, 730 pesos. 
Desde la otra orilla, los empresarios adelantaron en un principio que la cifra que más les cierra es un mínimo de 424 pesos. Pero están dispuestos a flexibilzar su posición. Hoy se reunirán en la Bolsa de Comercio para aunar criterios y cerrar una postura común, que llevarán al Consejo del Salario al otro día.
A todo esto, el presidente Néstor Kirchner dejó sentada la postura oficial del Gobierno, que debería asistir a toda esta discusión como si fuera un árbitro.
El domingo, en diálogo con Clarín, Kirchner aseguró que el mínimo "no debería estar por debajo de los 450 pesos". Una forma de reactivar el consumo, se explicó oficialmente.
Ayer, en la sede sindical de la calle Azopardo primero y en un salón del sindicato gastronómico después, los popes cegetistas debatieron varias horas. Participaron: Moyano, Palacios, Piumato, José Luis Lingeri (el otro secretario general, junto al camionero y a Rueda), Armando Cavalieri (comercio), Luis Barrionuevo (gastronómicos), Andrés Rodríguez (UPCN), Omar Viviani (taxistas), Gerónimo Venegas (rurales) y Gerardo Martínez (UOCRA). De allí salió el nuevo reclamo.