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TRIUNFO EN LAS ELECCIONES DE COMISION INTERNA

Kraft: dos años de lucha y un triunfo clasista

Como contamos en el LVO de la semana pasada, se hicieron las elecciones en Kraft y la lista clasista se impuso por el 55% de los votos. Del otro lado, una alianza sin más "principios" que tratar de derrotar a la interna.

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20 de octubre 2011

Como contamos en el LVO de la semana pasada, se hicieron las elecciones en Kraft y la lista clasista se impuso por el 55% de los votos. Del otro lado, una alianza sin más "principios" que tratar de derrotar a la interna. Allí se unieron los militantes del PCR con kirchneristas y ex congresales verdes, que contaron con el apoyo cada día menos disimulado de Daer y sus congresales. Fue patético ver en la elección misma como a falta de fiscales propios, eran los mismos congresales de Daer los que cuidaban las urnas para la lista de Bogado y el PCR. Hasta se la vio a Lidia Crespo dando consejos e indicaciones a María Rosario, candidata de la lista perdedora.

Pero todo esto no alcanzó, aunque la Verde le prestó casi todos sus votos a Bogado, sin los cuales hubiera sumado algo más que la mitad de los que obtuvo. Los del PCR hicieron una campaña en la que no le reconocieron a la interna ni un solo logro, luego de haber conseguido en dos años un 70% de aumento de salario, un 150% en los premios, cientos de categorías y mejoras en las líneas.

Pero la verdad es que además en estos dos años se recuperaron las asambleas donde todos pueden hablar. Se terminaron los interminables discursos de los "dirigentes" para que luego voten 4 o 5 trabajadores y se considere a eso una "Asamblea". Ahora se habla, se discute y se vota. La interna promueve y garantiza las asambleas, y el respeto a sus resoluciones.

Ahora se lucha dentro de la fábrica y también afuera. Luego de la gran lucha del 2009, Kraft sigue siendo un emblema de la lucha de los trabajadores contra la patronal y la burocracia. La política pública de esta fábrica - junto con PepsiCo - en cada paritaria, la convirtió en un factor en cada pelea salarial como no sucede en casi ningún gremio. Aquí un bloque opositor que incluye también a Bonafide, Molinos Barracas y a la oposición de Stani, actúa y tiene una política independiente en cada discusión paritaria, sin lo cual no se podría entender porque un gremio emblemático del menemismo es hoy el que consigue los mejores aumentos.

En Kraft se sabe ahora que en el gremio hay 80.000 obreros, y que se puede buscar la unidad y tratar de pelear en común con ellos, obligando al Sindicato a tomar medidas que pongan en movimiento a esa enorme fuerza que somos los trabajadores de la Alimentación.

Dos años peleando por extender el clasismo

Y en estos dos años, no nos quedamos ahí. La interna de Kraft no quiso encerrarse en la fábrica y fue promotora de dos Encuentro de Trabajadores de Zona Norte, porque la coordinación y la unidad obrera son parte de sus objetivos. Sus dirigentes impulsan el periódico obrero militante Nuestra Lucha junto con los compañeros de Zanon, para que las ideas clasistas y revolucionarias empiecen a llegar a miles de obreros. Comienza ahora el programa de radio Nuestra Lucha, impulsada por obreras de Kraft, para llegar a otras fábricas de la Zona con el mismo objetivo. Es necesario conquistar un gran corriente militante de trabajadores. Nuestra Lucha es la pelea por organizar a cientos o miles de obreros para que militen, para que construyan su propia organización política y sindical.

Las compañeras en Kraft fueron sin duda grandes protagonistas. Hace un año una importante delegación de trabajadoras fue el Encuentro Nacional de Mujeres. Por primera vez las obreras de Kraft participaban de los talleres y debatían. Peleaban por sus ideas, no iban de paseo a alguna ciudad. El año pasado se llevó la bandera de la lucha por la salud de las obreras y obreros luego de la muerte de Marcela Ortega, producida en la fábrica por desidia de la patronal.

Por levantar las demandas de las compañeras la confianza de los trabajadores en sus propias fuerzas fue creciendo. Hace pocas semanas un paro sacudió la fábrica, cuando se supo en el turno noche que una trabajadora iba a ser suspendida luego de haber denunciado a un líder por acoso. La fábrica se detuvo como tantas otras veces, pero esta vez fue por el derecho de una compañera. Una multinacional parada contra el acoso y en defensa de una trabajadora. La empresa tuvo que retroceder para orgullo de las compañeras y también de los varones que pararon por ella y por todas las obreras.

Puede resultar increíble pero ningún periódico de los partidos de izquierda sacó un renglón sobre semejante hecho. Antes, hace escasos dos meses, se había dado la lucha por los premios. En realidad por subir el acuerdo paritario que ya era del 32%. Fueron 6 días de paro total, asambleas masivas que duraron horas, debates, movilizaciones. Tampoco la izquierda, por fuera del PTS, le quiso dedicar un artículo a una lucha donde una fábrica de más de 2000 obreros estuvo parada casi una semana enfrentando a la empresa y al Sindicato.

En la fábrica y en las calles

Esto fue Kraft en estos dos años: asambleas democráticas, lucha en defensa de los derechos de las obreras, búsqueda incesante de la unidad entre los trabajadores que fue boicoteada con saña por Verdes y bogadistas, que jamás aportaron una idea para mejorar. Coordinación, solidaridad con otros conflictos obreros como el viaje a Paraná Metal y con los estudiantes, pelea por el salario contra la burocracia de Daer, pelea en las líneas por las condiciones de trabajo.

Así se logró hace poco el primer fallo de reinstalación en Kraft. Un compañero de turno noche tiene que volver a entrar, según falló el juez y la Cámara. La interna mantuvo el apoyo a todos los compañeros que siguieron la lucha por volver a sus puestos de trabajo.

Fueron dos años duros porque enemigos hubo de sobra. En primer lugar la empresa que siguió con sus juicios de desafuero como el que aún pesa sobre Hermosilla, y como el que iniciaron hace pocos meses contra Julio Tevez, delegado del turno tarde. También los delegados Pamela Bulacio, Adrián Argañaraz y el Tano Baldassarri están procesados por la empresa, mientras Lorena Gentile tiene un proceso por tres cortes de Panamericana, uno de ellos cuando se repudió el asesinato de Mariano Ferreyra con un corte y parando la fábrica. Y en segundo lugar Daer que vio siempre el peligro de que crezca una corriente antiburocrática fuerte en su gremio, y buscó trato de todas las maneras derrotar a la interna. Fueron dos años de lucha, donde hubo que recuperarse de haber sufrido el despido de 100 compañeros que quedaron en la calle por el "acta maldita" que firmaron en común los que hoy estuvieron juntos otra vez, Daer y Bogado, que en estos dos largos años no se separaron ni un instante.

Y vale decir que en este tiempo no todo fue lucha y avances. Perdimos en el camino al compañero José Bernachea, el Chancho, un luchador incansable con 30 años de fábrica, un tipo extraordinario. Murió en el baño de la empresa porque se sentía mal y sabía que ir al médico significaba que lo manden otra vez a la línea. Prefirió ir a descansar. Decenas de compañeros fueron a su entierro. La empresa mandó una corona, y la familia le arrancó su firma porque no aceptaron el cinismo. El sindicato se hizo presente y fue invitado a irse. Luego se hizo un acto dentro de la misma planta, que se paró por una hora con el fin de homenajear al compañero. Incluso en los momentos más difíciles y penosos buscamos que en Kraft se cree una nueva tradición. Y así se explicó a viva voz que El Chancho entró pobre a Kraft cuando era Terrabusi y murió pobre 30 años después. Así trata el capitalismo la vida de los obreros, y es por eso que la Interna de Kraft promueve el clasismo, la democracia de los trabajadores, la coordinación, los derechos de las trabajadoras.

Lo que hay por delante

Ahora hay mucho por delante. Van a ser otros años duros. Se va a necesitar de mucha militancia y compromiso de los trabajadores. En estas elecciones se empezaron a destacar nuevos compañeros y compañeras. Decenas de ellos militaron en sus líneas o se la jugaron en la entrada al comedor, volantearon para apoyar a la interna, fiscalizaron, se quedaron para cuidar las urnas por 24 horas seguidas dentro de la planta. En definitiva, militaron.
Que haya cientos de militantes obreros es lo que más se necesita conquistar para enfrentar lo que se viene. Militantes obreros clasistas que no solo apoyaron a la interna sino que hace poco fueron activos impulsores del Frente de Izquierda, consiguiendo votos y fiscalizando. Lograr que sean cientos, tiene que ser el principal aporte del PTS.

El próximo gobierno de CFK ya mostró su política hacia la vanguardia obrera cuando encarceló a Sobrero. La presidenta ya prometió a la UIA su intención de bajar los techos salariales. Habrá que pelear contra esto pero también darse nuevos objetivos. Con la unidad con PepsiCo, Stani y Bonafide hay que ir por el Sindicato. Sabemos que, si habría una mínima democracia, la mayoría de los trabajadores de la Alimentación votaría contra Daer y a favor de la oposición clasista. Es por ello que van a poner una y mil trabas. No van a ser las primeras ni las últimas que los trabajadores de Kraft y PepsiCo van a tener que superar.

Se termina una etapa dura y difícil que fue superada por la tenacidad de los compañeros de Kraft. Es un orgullo para el PTS haber contribuido para que esto haya sido así.

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