La patronal de Campana, Techint, lo persigue desde hace tres años por su activismo gremial y político. En 2009 la directiva de la UOM, aprovechando dos juicios de desafuero impulsados por la empresa contra el delegado, lo expulsa del sindicato junto a otros seis trabajadores. La empresa ahora tiene más posibilidades de suspenderlo y hasta despedirlo, en clara represalia por la defensa consecuente de sus compañeros.