Pedro Alveal, 19 años, estudiante secundario, joven militante del Movimiento de Trabajadores Desocupados y obrero de Zanon. Había entrado hacía poco a la fábrica, junto a otros jóvenes que también estaban desocupados.

Pepe, como le dicen todos, fue, igual que cientos de jóvenes, a manifestarse en contra de la política del gobierno de Sobisch que obligaba a los desocupados a bancarizar los miserables subsidios que recibían a través de una tarjeta magnética ‘Confiable’. Querían tener el mínimo derecho de decidir qué hacer con cada centavo que recibían, y no estar obligados a comprar en los grandes supermercados. Desde temprano en inmediaciones del Estadio Ruca Che, se congregaron miles de desocupados. Acompañados por numerosos compañeros y compañeras de diferentes organizaciones. El olor a represión se sentía desde temprano. El olfato no se equivocaría. Desde las 9 de la mañana hasta altas horas de la noche, el gobierno del MPN, desató una represión feroz, contra todo un barrio pobre, contra esos jóvenes que durante horas resistieron los gases y las balas. Una represión inusitada que dejó 9 heridos de balas de plomo.

Decenas de heridos con balas de goma. Carros hidrantes, detenciones ilegales, más gases y más balas. La policía, los grupos especiales, la montada, la Metropolitana, para atacar y reprimir.

Alrededor de las 18 hs, mientras se organizaba una conferencia de prensa para intentar parar la represión, y ante un nuevo ataque represivo, Pedro corre de las balas, buscando un lugar donde resguardarse. Corre el Pepe de 19 años, lo persiguen 6 motoristas de la policía provincial, que le disparan, lo acribillan a balazos. Corre Pepe, le disparan a la cabeza. Mientras, otro policía de la Uespo se une al grupo y le dispara desde otro ángulo. Corre Pepe, encerrado en tres fuegos. 64 impactos de balas de goma en todo el cuerpo, y el estallido de su ojo izquierdo. Sangrante, dolorido, aterrorizado, Pepe es llevado a dos Comisarías, sin darle atención medica, lo siguen torturando física y psicológicamente.

Seis años después, los cuatro escopeteros que le dispararon se sentarán en el banquillo de los acusados. Están libres, están en funciones. Son sólo cuatro los juzgados, cuando en el ataque participaron también los motoristas. Hay 7 imputados más, en causa aparte, producto de la política de desdoblar las causas. Así hacen en los juicios contra los genocidas de la dictadura y en la causa Fuentealba. También están libres y en funciones la gran mayoría de los responsables. Esa es la política de impunidad de la justicia y del MPN.

Seis años después, ese Pepe, es otro Pepe. Sigue luchando, sigue dando pelea. Ahora es el que acusa. Es Pepe y somos todos. Es Pepe y son los obreros de Zanon. Y la policía, asesina de trabajadores, sentada en el banquillo de los acusados. Es el juicio por Pepe. Pero también por Teresa Rodríguez. También por Carlos Fuentalba.

Por eso, la pelea que vamos a dar en este juicio, es contra la política represiva del MPN y su policía. La misma policía que está probando armas para seguir reprimiendo a los que luchan, bajo las órdenes del gobierno.
Vamos a demostrar que el ataque a Pepe no es un hecho aislado, sino enmarcado en esa política represiva, en la misma política de hoy.
Vamos a exigir que se condene a la cárcel a los cuatro escopeteros, acusándolos por lo que realmente hicieron: quisieron matar a Pepe, por eso los vamos a acusar por el delito de tentativa de homicidio.
Quisieron destruirlo. No pudieron.

- BASTA DE REPRESIÓN A LOS QUE LUCHAN.

– C˜áRCEL A LOS POLICÍS QUE BALEARON A PEDRO ‘PEPE’ ALVEAL.

Ivana Dal Bianco - Abogada Ce.Pro.D.H.