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Mundo obrero

TRABAJADORES DE PRENSA (Nota exclusiva en internet)

Juicio a la patota de la UTPBA

El miércoles comenzó el juicio en la Ciudad de Buenos Aires contra la patota del sindicato de prensa que atacó y golpeó al compañero Tomás Eliaschev en septiembre de 2007. Tomás era trabajador de Perfil y fue agredido cuando le pedía al sindicato que defendiera a un compañero despedido por el diario.

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18 de noviembre 2010

El miércoles comenzó el juicio en la Ciudad de Buenos Aires contra la patota del sindicato de prensa que atacó y golpeó al compañero Tomás Eliaschev en septiembre de 2007. Tomás era trabajador de Perfil y fue agredido cuando le pedía al sindicato que defendiera a un compañero despedido por el diario. El ataque se produjo en la sede de la UTPBA a manos de dos matones, uno de ellos llamado Gustavo Vargas. Como denuncian en un comunicado las agrupaciones opositoras a la actual conducción del sindicato, “el segundo patotero no pudo ser identificado, gracias al cobijo que le dio la burocracia”.

En abril de 2007 en Perfil, mediante la lucha, los trabajadores habían logrado una recomposición salarial. Como parte de las represalias que inició la empresa de Fontevecchia, fue echado el periodista Alejandro Wall. Fue entonces cuando una nueva etapa de la lucha comenzó. “El conflicto en Perfil se extendía y agravaba -continúa el comunicado- y nadie del sindicato aparecía por la Editorial para apoyar la lucha. Al contrario, como no podían explicar su ausencia cara a cara con los compañeros, llegaron al colmo de arrojar volantes desde una camioneta atacando a los trabajadores, mientras estos hacían una asamblea para ver qué medidas tomar ante el despido de un editor.

Eliaschev – en ese momento redactor de Perfil.com, actualmente de Veintitrés – se dirigió al sindicato para reclamar la ayuda. En vez de eso, recibió una paliza, golpes y patadas cobardes en el piso. Terminó en la guardia del Argerich, donde le dieron tres puntos en la cabeza. La movilidad de su ojo izquierdo se vio comprometida por unos días, ya que los golpes le produjeron la ruptura de la celdilla etmoidal. Por milímetros, podría haber sufrido una lesión permanente e incluso perder el ojo.

Luego de la agresión, desde la dirección del sindicato, cuyo secretario general era Daniel Das Neves, procuraron cubrir el accionar de sus matones e interferir con el accionar de la Justicia. Primero negaron el hecho pero cuando las pruebas los abrumaban, entregaron a Vargas, que mentó la versión de un “mano a mano” entre colegas afuera del sindicato. La entonces secretaria de Derechos Humanos de la UTPBA, Lidia Fagale, actual secretaria general, también encubrió a los agresores.

Vargas y su cómplice no actuaron de manera aislada. Su ataque patotero tenía como transfondo a una burocracia desesperada, que hacía tiempo había pasado del abandono y la traición a las luchas del gremio”.
Alejandro Wall y Tomás Eliaschev ya no trabajan en Perfil. Al ataque patronal hay que agregarle la traición del sindicato que, como en Clarín en 2000, como en Crítica este año y como en tantos otros conflictos, ha hecho todo lo posible para que las luchas de los trabajadores de prensa sean derrotadas.

El propio Tomás escribió recientemente que “la violencia contra trabajadores sólo se explica cuando un sindicato ya no los representa, o sea que es un sindicato de empresarios. Y eso es lo que pasa con la UTPBA, más allá de sus discursos.”

A un mes de los hechos criminales que se cobraron la vida de Mariano Ferreyra a manos de las patotas de la Unión Ferroviaria, el juicio a uno de los patoteros de la UTPBA que atacaron hace tres años a Tomás Eliaschev cobra una mayor relevancia. En este caso se trata de la burocracia de un sindicato perteneciente a la CTA, cuya conducción mantuvo siempre un discurso “democrático” y “pluralista”. Pero como dice el propio compañero, no es que “la conducción de la UTPBA sea igual que la de la Unión Ferroviaria, pero su disposición a abandonar a su suerte a los que pelean por sus derechos y a atacar físicamente al que lucha contra los despidos, los asemeja”.

Desde La Verdad Obrera acompañamos el reclamo de Eliaschev y las agrupaciones de la oposición de la UTPBA, exigiendo el castigo para Vargas, sus encubridores y los autores intelectuales de la agresión al compañero.

Prensa

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