“El caso López desmiente lo que nos presentan como ‘avances’ en derechos humanos. La causa, sin ningún avance, muestra que la disyuntiva de ‘si hay que volver a hablar de los ´70 o no’ es falsa. Hoy los mismos genocidas están en actividad y cuentan con todo el aparato para seguir actuando gracias a la impunidad otorgada por todos los gobiernos que siguieron a la dictadura.
Papel prensa es sólo un ejemplo de empresarios cómplices de secuestros y desapariciones. Lo de López, y el asesinato de Silvia Suppo, nos muestra a qué estamos expuestos quienes luchamos contra la impunidad. Son las mismas fuerzas de represión que enfrentamos los trabajadores en lucha. Es un deber para todos exigir juicio y castigo a los culpables”