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Homenaje a tres meses del fallecimiento del compañero Marcos Caró

¿Hasta cuántos años se es “joven”? ¿Hasta el paso a la adultez (cuántos años serían)? ¿Hasta “tener responsabilidades y/o personas “a cargo” (trabajo, hijos, padres, etc.)? Marcos, por ejemplo, el compañero que falleció hace tres meses, había cumplido 28 años una semana antes de morir. Se diría, en general, una persona joven. Sin embargo, su juventud tenía mucho de adultez.

Gabriela Liszt

3 de octubre 2013

Homenaje a tres meses del fallecimiento del compañero Marcos Caró

¿Hasta cuántos años se es “joven”? ¿Hasta el paso a la adultez (cuántos años serían)? ¿Hasta “tener responsabilidades y/o personas “a cargo” (trabajo, hijos, padres, etc.)?
Se podría hacer muchas preguntas en este sentido, y las respuestas serían diferentes, en algunos casos coincidirían, pero no siempre.
Marcos, por ejemplo, el compañero que falleció hace tres meses, había cumplido 28 años una semana antes de morir. Se diría, en general, una persona joven. Sin embargo, su juventud tenía mucho de adultez: tenía mucha experiencia laboral y como obrero calificado (soldador), sobre todo en los puertos de Mar del Plata y Bahía Blanca y su ciudad natal Puerto Madryn. Marcos militó en 3 regionales en sus períodos fundacionales: comenzó a acercarse al PTS en Mar del Plata, luego en Bahía Blanca, y ahora estaba en Trelew-Madryn donde se integró totalmente a la militancia partidaria, impulsando a otrxs compñerxs a formar parte y llevar adelante la política del partido. Su compromiso con los objetivos estratégicos eran cada vez más claros, y se los transmitía a lxs más jóvenes de forma sencilla y amena. Y, como dicen sus camaradas, siempre empezaba con una sonrisa.
Durante dos años trabajó en la tercera empresa en importancia en el país, Aluar, bajo la explotación del empresario Madanes, haciendo el peor trabajo (el más cancerígeno) bajo contrato de una tercerizada, bancándose todas las exigencias de la patronal y sus capataces, cumpliendo rigurosamente el horario, trabajando muchísimas horas, con un largo viaje hasta la planta, todo con la expectativa de quedar efectivo en la fábrica y poder empezar un trabajo político fuera de la vista de la patronal y sus buchones y soñando con conquistar la comisión interna de la empresa que es dueña de Puerto Madryn, de sus negocios y la vida y muerte de sus habitantes. Marcos estaba intentando hacer un trabajo clandestino, anónimo, aunque no poco importante. Su experiencia de vida le daba mucha sensibilidad y “astucia” para conocer a las personas. Como el que muchxs camaradas y simpatizantes de nuestro partido hacen diariamente para que después rinda sus frutos, no sólo como trabajo sindical sino principalmente para ganar obrerxs para la lucha por la revolución socialista, nacional e internacional, permanente.
Marcos también tenía una hija de 8 años, Delfina, que amaba mucho. Y le gustaba el arte, sobre todo la cinematografía, de la que tenía conocimiento no sólo por cursar parte de la carrera sino por su avidez general. Se puede decir que su vivienda era precaria. Y más precaria fue su condición cuando la empresa lo despidió sin explicaciones y hacía meses no podía ver a su hija.
En una ciudad donde hace temperaturas muy bajas, y especialmente cerca del mar como vivía Marcos, es importante tener una calefacción en condiciones, de manera tal que se pueda cerrar absolutamente y no contaminarse de monóxido de carbono.
Se podría decir, una tragedia social como le pasa a tantos otrxs obrerxs.
La madre, hermana e hija se conectaron con nosotrxs a través de Facebook y LVO, orgullosas de su hijo/hermano/padre, de su lucha, su militancia política y de la actitud de lxs camaradas de su regional.
Marcos era un camarada que “eligió” precarizarse para entrar a una de las empresas más importantes del país. Nuestra lucha y la del compañero Marcos fue, es y será por terminar con la precarización, por terminar con la explotación del hombre por el hombre, con este sistema de miseria. Levantemos en alto su bandera.
¡Camarada Marcos, presente, ahora y siempre!

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