Después de 49 días de huelga de los trabajadores de salud, el Gobierno del MAS, en coordinación con la COB y el sector salud, ha emitido un decreto que garantiza la inaplicabilidad del Decreto Supremo 1126. Tras ocho horas de dialogo, el Ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, dio a conocer el acuerdo con ambas dirigencias: “Se logró firmar un acta de entendimiento con la elaboración de un decreto supremo que deja en suspenso el Decreto 1126”; decreto que tendrá entre otros los siguientes parágrafos: el primero, referido a la “suspensión e inaplicabilidad del 1126”; el segundo, a la convocatoria a la cumbre de salud; y el tercero, a la restitución de las seis horas laborales. Pese a la promulgación del decreto supremo 1232, que instruye la inaplicabilidad de las ocho horas de trabajo para el sector salud, médicos y estudiantes de medicina volvieron a movilizarse, lo que derivó en nuevos enfrentamientos con la policía.

En este contexto, lo que el gobierno del MAS ha logrado con el decreto supremo 1232, es dar una tregua a la lucha de los trabajadores de salud con la promesa de que en la Cumbre de Salud se pueda abrir un nuevo diálogo que dé respuesta a las demandas de este sector. Sin embargo, los trabajadores no deben abrigar ninguna confianza en la cumbre, puesto que el gobierno, en la misma lógica con que manejó en el conflicto de TIPNIS, está construyendo algunas maniobras que le permita salir airoso.

Ejecutivo de la COB apoya al MAS y limita la Cumbre obrera

Pese a que la COB participó del diálogo de ocho horas con el gobierno y el sector salud, lamentablemente su rol ha sido funcional a los intereses del gobierno. En ningún momento planteó acciones que radicalicen la lucha. Por el contrario, la burocracia sindical, con su política, estuvo colaborando con el desgaste de la lucha de los trabajadores de salud. A esto se suma el hecho de que en el ampliado de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB), se decidió no apoyar la IX marcha del TIPNIS -revocando resoluciones de los congresos pasados- en un evidente disciplinamiento a las políticas gubernamentales, con el argumento que entre las demandas de la CIDOB (Confederación Indígena del Oriente Boliviano) de la IX marcha se exige que se respete el derecho de consulta para nuevas concesiones mineras que tienen estos pueblos sobre sus territorios. En esta misma línea, le han dado un revés a la Cumbre Obrera Nacional para el 18 y 19 de mayo en Oruro, puesto que solamente participarán los secretarios ejecutivos, con la clara intención de moderar y controlar el evento en función de la política de desgaste del gobierno.
Las maniobras que ha venido implementando el MAS han servido para desmontar la Cumbre Obrera Nacional, postergar la lucha de los trabajares de salud, y organizar el ataque a la IX marcha del TIPNIS. Por esto, es fundamental que los trabajadores, juntos a los organismos sindicales no controlados por el comité ejecutivo como la FDTMULP (magisterio urbano de La Paz) y sindicatos de base, impongan la convocatoria a una cumbre que se organice de abajo hacia arriba y se prepare como parte de un verdadero plan de acción, que muestre la unidad de los trabajadores y se convierta en un ejemplo de lucha. En esta cumbre los revolucionarios de la LOR-CI exigiremos el cumplimiento de las resoluciones de Huanuni y del último congreso de la COB referidas al Instrumento Político de los Trabajadores, única forma de empezar a pelear por dar pasos genuinos en la independencia política de los trabajadores, cuestión que el MAS y la burocracia pretenden boicotear.