logo PTS

ADRIANA CALVO

SE NOS FUE UNA GRAN LUCHADORA Y COMPAÑERA

¡Hasta la victoria, siempre!

Hoy 16 de diciembre Adriana cumpliría 63 años. Con ella se fue una de las compañeras más representativas de la lucha contra la impunidad y la represión desde la dictadura. A continuación notas, videos y audios en su homenaje.

Myriam Bregman

16 de diciembre 2010

¡Hasta la victoria, siempre!

Hoy 16 de diciembre Adriana cumpliría 63 años. Con ella se fue una de las compañeras más representativas de la lucha contra la impunidad y la represión desde la dictadura. Licenciada en Física, docente universitaria, ella concentraba la terrible experiencia de haber pasado por varios centros clandestinos (en el circuito Camps) y haber tenido su tercera hija en cautiverio, con una práctica militante ejemplar bajo la dictadura y durante todos los años de gobiernos constitucionales posteriores.

Con otros sobrevivientes, formó la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos en 1984. Fue poco después la testigo número uno en el llamado Juicio a las Juntas, dando un testimonio impactante. Denunció como pocos el carácter de dicho juicio, que a pesar de la fama de “pilar de la democracia” que se le hace, incluyó la absolución de varios de los imputados y condenas irrisorias para otros. Señalaba críticamente entre otros el rol de Strassera, de Arslanian, con anécdotas que contaba con efervescencia. Justamente sobre estos temas estábamos trabajando hace unas semanas, filmando una serie de entrevistas para TVPTS cuando su enfermedad no le permitió seguir.

Adriana declaró decenas de veces y participó activamente en los juicios por la verdad, en España, en los primeros procesos que lograron romper el cerco de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida.

El día que se votó la nulidad de esas leyes estábamos allí, en la calle movilizados; en ese mismo momento, con ella y otros compañeros ideamos el colectivo que luego se llamaría Justicia Ya!, como coordinación independiente para llevar adelante esa pelea que se abría en el difícil escenario de los tribunales de este Estado.

Nos va a costar mucho acostumbrarnos a su ausencia. Compartí la cotidianeidad con Adriana desde el juicio contra Miguel Etchecholatz en 2006. Desde allí, nuestro colectivo comenzó a denunciar el carácter de clase que tuvo el genocidio implementado en la Argentina, cambiando la lógica de los juicios, haciendo de los alegatos una tribuna de denuncia política. Igual que otros que la conocían antes que yo, pude comprobar que para Adriana la militancia no tenía horarios y que jamás se ponía a pensar si algo se podía o no hacer, sino si era necesario realizarlo. No siempre estábamos de acuerdo, pero a pesar de las diferencias trabajábamos con la confianza de la discusión franca y de saber que todos buscábamos los mejores medios para enfrentar al enemigo común. Esta misma relación entabló Adriana con otros compañeros del CEPRODH y del PTS con los que compartió también espacios de frente único.

Una anécdota resume la experiencia y pensamiento agudo que mencionaba.
Cuando en la mañana del 18 de septiembre estábamos ansiosos por comenzar nuestro alegato, Julio López no llegaba, y nos reunimos en la puerta de la sala del tribunal para evaluar qué hacíamos. Había pasado poco más de una hora, se acerca un periodista y pregunta al grupo “¿Qué pasa?”. Adriana respondió “Julio López está desaparecido”. Y desde ese momento dedicó todas sus fuerzas a desarmar el discurso oficial que quería imponer el caso como un simple hecho doméstico. Ella jugó un rol central en denunciar la relación de la Bonaerense con el hecho.

Adriana fue también la gran impulsora y articuladora del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, que mantuvo la organización de la marcha y acto del 24 de marzo con una posición independiente de los gobiernos de turno. Esto se volvió particularmente importante cuando la gran mayoría de los organismos de derechos humanos se alinearon con el kirchnerismo. Adriana jamás se recostó sobre el poder, sino que trató de ligar la lucha contra la impunidad a los combates actuales de los trabajadores y los explotados, como expresaron los documentos que año tras año elaboró el Encuentro.

Para todos los que sabíamos de su enfermedad, fue particularmente importante que el 24 de marzo de este año hayamos podido romper el bloqueo a la Plaza de Mayo que habían realizado los sectores gubernamentales, y que allí hayamos leído el documento que habíamos elaborado conjuntamente desde el Encuentro. Ese día estuvo presente en la cabecera, denunciando la maniobra que trató de hacer el kirchnerismo.

A pesar que ya estaba grave, Adriana siguió hasta último momento preocupada no sólo por la intervención en los juicios a los genocidas, sino por las luchas del presente. Estuvo en la primera marcha de repudio al asesinato de Mariano Ferreyra y ya internada, preguntaba por la represión en Soldati a los hermanos sin techo.

Nuestro mejor homenaje es comprometernos a seguir la pelea que la tuvo como gran protagonista, organizados en forma independiente del gobierno, peleando en las calles por el juicio y castigo a los genocidas y contra la represión y la impunidad en que se sostiene este sistema de explotación y opresión. ¡Hasta siempre Adriana!


Acto homenaje a Adriana Calvo - 13/12/2010


La despedida de una “imprescindible”

Por Christian Castillo

Todos los que nos hicimos presentes en Pavón y avenida La Plata para rendir homenaje a la gran luchadora que fue Adriana Calvo, sabíamos que estábamos despidiendo a una compañera difícil de sustituir. Sin dudas fue una de las “imprescindibles”. El acto de despedida fue muy emotivo y a la vez de fuerte compromiso militante, con la presencia de sus hijos y familiares y de referentes de las organizaciones que formamos parte del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia y otros organismos y personalidades de derechos humanos que son críticos de la política oficial, como Nora Cortiñas y Mirta Baravalle de Madres Línea Fundadora, las Madres de Quilmes, María del Rosario Cerruti. Hablaron también compañeros de la AGD-UBA, de la que Adriana fue fundadora integrando varias veces la Comisión Directiva del gremio en la Facultad de Ingeniería de la UBA donde era docente, y Raúl Godoy en representación de los obreros de Zanon y del Sindicato Ceramista neuquino. Del PTS y el Ceprodh nos hicimos presentes con una numerosa delegación y junto a compañeros de las otras organizaciones presentes, tuvimos la responsabilidad de hacer uso de la palabra Myriam Bregman y quien esto escribe. El acto fue cerrado por Guillermo Lorusso, de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos y lo coordinó Cachito Fuckman, también de AEDD. En contraste, no fue casual la ausencia de presencia oficial: Adriana fue de quienes no vaciló en denunciar el doble discurso que el gobierno hacía con el tema “derechos humanos” y, en particular, su actitud escandalosa frente a la desaparición de Jorge Julio López.

A pesar que los oradores fuimos varios, las intervenciones no se repetían. Todos resaltaron este o aquel aspecto de la militancia que a cada uno le tocó compartir con Adriana. Pero a la vez hubo mucha coincidencia en resaltar su papel histórico y la coherencia de su militancia, que resalta frente a la cooptación de tantos otros en el movimiento de los derechos humanos de nuestro país.

Creo que a todos los que compartimos marchas, reuniones y discusiones con ella, nos cuesta pensar que ya no contaremos con su presencia. Pero nada nos privará de su recuerdo de luchadora valiente y consecuente que nos seguirá acompañando en cada movilización y en cada lucha.

Prensa

Virginia Rom 113103-4422

Elizabeth Lallana 113674-7357

Marcela Soler115470-9292

Temas relacionados: