Recorriendo el subte para ver los efectos del paro se me ocurrió ir a ver que pasaba en la H, la línea que hace un año armó la patronal y la burocracia. Esperando encontrarme con la única línea en la que la mayoría trabajara, bajé al andén de Once y, para sorpresa, una treintena de trabajadores paraban.

Me acerqué a una compañera que me dice que casi todo tráfico (guardas y maquinistas) paró, además de otra docena de trabajadores de boletería y de molinetes. Eso sí, el delegado de tráfico hizo como 12 horas seguidas para que pudiese andar el cronograma de emergencia, junto con los supervisores.

En el andén de enfrente un grupo de fornidos muchachos, ninguno trabajador del subte, “garantizaba” las elecciones, demostrando que la UTA no dirige ni siquiera a los trabajadores de la H. Los trabajadores de un lado, del otro la patota.
Corresponsal.