Jorge Omar Sobisch, el responsable político de la represión de Arroyito del 4 de abril de 2007 donde fue asesinado Carlos Fuentealba, debía presentarse a declarar como testigo en el juicio al policía Poblete, el día martes 24 de junio. Avisó vía fax que se encontraba en Mendoza por motivos “personales” y no iba a declarar.

Pero en la última jornada de debate del juicio, el 25 de junio, sorpresivamente para muchos, Sobisch se presentó a declarar.
Dentro de la sala se encontraban no solo punteros del MPN, sino también algunos funcionarios sobischistas como Brollo, Silvestrini y Gloria Cifuentes, para dar apoyo al “testigo estrella”.

Sobisch entró a la sala custodiado por dos de sus hijos, miró despectivamente al público, y comenzó su declaración planteando al tribunal: “…considero que tengo la obligación de presentarme como ex gobernador, ex intendente de la ciudad de Neuquén, ex presidente del MPN, en una causa que ha conmocionado a la sociedad neuquina y a todo el país”… “no estoy dispuesto a contestar ninguna pregunta que tenga la intención de auto incriminarme, ya que conozco mis derechos como testigo”.

Con su altanería característica, contestó a cada pregunta en forma ambigua y sólo fue claro al responder que él había dado órdenes expresas a quien fuera el jefe de la Policía provincial, Salazar, de liberar la ruta “pero sin violencia”. Asimismo, que él no podía responder por los hechos ocurridos en la represión del 4 de abril de 2007.

Su cinismo llegó a su punto cúlmine al expresar: “luego de los hechos de Arroyito, prescindí del jefe de Policía, ya que era tan grave la desgracia que sufrimos todos los neuquinos que era necesario reconstruir la paz social”.

Mientras su claque de veinte seguidores lo aplaudían en el interior de la sala; afuera docentes, ceramistas, estudiantes y partidos de izquierda repudiaban su presencia.

Que Sobisch haya sido llamado como testigo y no se encuentre imputado en las causas “Fuentealba I y II” demuestra una vez más el pacto de impunidad Sapag - Sobisch, pacto que permite el desmembramiento de las causas, que establece distinta calificación para la imputación de los responsables materiales y políticos y que garantiza al ex gobernador que no pase por el banquillo de los acusados.

Exigimos:

Perpetua para Poblete

Cárcel a Sobisch