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Internacional

MEDIO ORIENTE

Guerra civil en Palestina

La política imperialista de acorralar a Hamas ha redundado en una amenaza de guerra civil y, por el momento en una derrota militar de Al Fatah en la franja de Gaza que provoca alarma a su sostén, el Estado sionista.

Juan Chingo

14 de junio 2007

El enfrentamiento entre milicianos de Hamas y Al Fatah, que amenaza con echar por tierra al gobierno de unidad y sumir a Palestina en la guerra civil, sigue empeorando pese a los llamados a la calma. Militantes de Hamas han volado un túnel situado debajo de un cuartel de las fuerzas de seguridad de Al Fatah, matando a varias personas (13 según la agencia Reuters), entre funcionarios y milicianos del movimiento del presidente palestino Mahmud Abbas.

El del miércoles 13/6 fue el episodio más sangriento en los enfrentamientos entre los partidarios de Al Fatah y Hamas, que se han cobrado la vida de más de 60 personas en los últimos días.
Los disturbios amenazan con desatar la guerra civil entre los palestinos, además de poner en serio peligro el gobierno de unidad establecido entre ambas facciones. Se teme que los disturbios de la Franja de Gaza pasen a Cisjordania, que hasta ahora ha permanecido en relativa calma. En los enfrentamientos han resultado muertos dos trabajadores palestinos de la ONU, por lo que la organización ha decidido suspender casi todas sus actividades en la zona.

Hamas se adueña de la Franja de Gaza

Las milicias del Movimiento de Resistencia Islámica, Hamas, habían establecido su control en toda Gaza al cierre de esta edición, donde sólo la capital ofrece resistencia, una situación que alarma a los colaboracionistas de Al Fatah y al Estado de Israel, que ha alertado del peligro que supondría un régimen islamista en la Franja. Los islamistas, mejor adiestrados y más motivados que los efectivos de los organismos de seguridad y los milicianos de Al Fa tah, completaron esta madrugada la ocupación de los cuarteles generales de estos últimos en el norte de la Franja, y pugnan ahora por tomar el control del centro de la capital. Fuentes de la seguridad egipcia han informado que 40 policías palestinos pertenecientes a Al Fatah han pedido asilo a las autoridades del paso fronterizo de Rafah (frontera palestina-egipcia), para huir del combate que se está librando en la Franja.

La crisis del gobierno de unidad nacional

Al Fatah ha decidido suspender su participación en el gobierno de unidad hasta que cesen las luchas internas. El Comité Central de Al Fatah, principal órgano decisorio del partido del presidente Mahmud Abbas, resolvió la noche del 12/6, en una reunión de urgencia, suspender la participación de sus ministros en el Ejecutivo que lidera Ismail Haniye, de Hamas, creado en marzo para prevenir las luchas entre ambas facciones palestinas. Por su parte, el primer ministro Haniye había hecho un llamamiento horas antes a las facciones a retornar a la calma, y a la mesa de negociaciones para acabar con la reciente espiral de violencia palestina, que ha alcanzado en las últimas horas niveles sin precedentes.

Preocupación sionista e implicancias regionales

El primer ministro israelí, Ehud Olmert, ha expresado su preocupación por la situación en Gaza y advirtió que “si la Franja termina cayendo en manos de Hamas eso tendrá una gran repercusión regional”. Olmert ha calificado la situación en Gaza de “preocupante”, sobre todo porque muestra una incapacidad de las “fuerzas pragmáticas de la Autoridad Nacional Palestina para hacer frente a las fuerzas extremistas” y para detener el tráfico de armas. Israel explicó: “no puede entrar en la Franja de Gaza para combatir a los extremistas en nombre de los pragmáticos”, cuestión que viniendo de Israel es poco creíble, y que podría cambiar en cualquier momento.

Esto se da en el marco de los fuertes enfrentamientos abiertos en el Líbano (Ver LVO N° 235), que hoy pegaron un nuevo salto con el asesinato político de un parlamentario antisirio, y de la continuidad de la guerra civil iraquí, donde también se produjo un nuevo atentado en la mezquita al-Askariyah, venerada por los chiítas, la misma que fuera atacada hace 16 meses y desatara una espiral de violencia que desembocó en la actual guerra civil. Esta acción, en el medio de las negociaciones entre EE.UU. e Irán para llegar a un entendimiento sobre la situación en Irak, es precisamente un intento de impedir el avance de las mismas.

Las políticas norteamericana y sionista en Medio Oriente han desgarrado a la región, exacerbando sus enfrentamientos intestinos frente al doble fracaso de este tándem reaccionario en la guerra de Irak o del ejército israelí en el Líbano. Impedidos por estos fracasos de imponer una relación de fuerzas a su favor, han tratado de impedir que otros actores regionales sacaran partido, a veces con resultados contrarios a los deseados, como el actual avance militar de Hamas en Gaza. Sobre todo han intentado evitar que su debilidad no sea aprovechada por el movimiento de masas, desgastando sus fuerzas en enfrentamientos reaccionarios como la mayor parte de las acciones militares en Irak, salvo la justa resistencia iraquí contra las fuerzas de ocupación anglo-norteamericanas.

Es por eso que es una necesidad cada vez más imperiosa expulsar a las fuerzas imperialistas de Medio Oriente para imponer la única salida progresiva para las masas de la región.

Frente a la política de las direcciones palestinas, tanto islámicas como seculares, que llevan la lucha por la liberación nacional a un callejón sin salida, los marxistas revolucionarios estamos por la destrucción del Estado sionista reaccionario de Israel y sostenemos que un Estado palestino laico, democrático y no racista, sólo es posible con una Palestina obrera y socialista, donde puedan convivir en paz árabes y judíos, en todo el territorio de la Palestina histórica (que incluye tanto el que ocupa actualmente Israel, como Gaza y Cisjornadania), en la perspectiva de una Federación de Repúblicas Socialistas de Medio Oriente.

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