Al cierre de la edición del 10/3 de La Verdad Obrera, nos enteramos que la huelga de hambre de los 300 trabajadores inmigrantes de origen africano terminó en un triunfo luego de conseguir la mayoría de sus reclamos. En medio de expresiones de júbilo anunciaron que levantaban la huelga de hambre que estaban realizando en las ciudades de Atenas y Salónica, en reclamo de su legalización al recibir el compromiso del gobierno de aceptar la mayor parte de sus reclamos.

A los 300 inmigrantes en huelga se les ha otorgado un permiso indefinido de estancia renovable automáticamente cada 6 meses hasta que consigan su permiso de residencia permanente. Durante dicho tiempo podrán viajar libremente entre Grecia y su país de origen. Además consiguieron una disminución del tiempo de estancia requerido para poder solicitar la residencia permanente (de 12 a 8 años), disposición que se aplica a todo inmigrante que esté viviendo en Grecia y se rebajaron las condiciones para poder conseguir asignaciones y seguro laboral, emparejándolas con las condiciones para cualquier trabajador griego.

El triunfo de los trabajadores inmigrantes tras 45 días de huelga de hambre que recibió el apoyo activo de cientos de activistas solidarios, es un golpe a la política de criminalización y deportación de inmigrantes sin papeles que impulsa el gobierno ‘socialista’ de Georgios Papandreou y que es parte de la ola xenófoba que recorre varios países de la Unión Europea, impulsada en particular por gobiernos como el de Silvio Berlusconi en Italia o Nicolas Sarkozy en Francia.

No obstante, esta victoria ha sido a un alto costo para la vida de los huelguistas, ya que, 100 inmigrantes han debido ser hospitalizados debido a los daños renales sufridos, en la mayoría de los casos irreversibles. A su vez muestra las terribles condiciones que enfrentan los inmigrantes, que se ven obligados a arriesgar sus vidas con métodos de lucha desesperados para que se escuchen sus reclamos.

La determinación de los inmigrantes junto al importante movimiento solidario creado a su alrededor, de cientos de activistas que se desarrolló a pesar del pérfido rol de las direcciones sindicales que se niegan a unir la lucha de los trabajadores nativos e inmigrantes haciéndole de esta manera el juego al chauvinismo del gobierno, obligó al gobierno a torcer su intransigente actitud ante la posibilidad de un desenlace con mayor costo político. Desde que se dio a conocer la victoria de los sin papeles el gobierno del primer ministro ‘socialista’ de Papandreou ha tratado por todos los medios de no presentarlo como una derrota de su gobierno que busca culpar de la crisis económica al sector más vulnerable de los trabajadores, usándolos como chivos expiatorios de la crisis creados por los banqueros y sus gobiernos serviles.

Su lucha por la defensa de los trabajadores sin papeles muestra que se les puede torcer el brazo a los gobiernos patronales de la UE y sus terribles planes de ajuste. Esta importante victoria abrazada por el activismo muestra la potencialidad que tendría si se unen con el resto de los trabajadores en la lucha por derrotar las políticas de la UE y el FMI.