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Graves incendios: Schiaretti y los sojeros son responsables

En los últimos días se incendiaron alrededor de 40 mil hectáreas, y cientos de personas fueron evacuadas de las zonas serranas. Por esta situación se imputó a dos personas culpadas por la quema de pastizales de manera intencional. Nuevamente se plantea la cuestión de quiénes son los responsables de estos desastres.

4 de septiembre 2008

En los últimos días se incendiaron alrededor de 40 mil hectáreas, y cientos de personas fueron evacuadas de las zonas serranas. Por esta situación se imputó a dos personas culpadas por la quema de pastizales de manera intencional. Nuevamente se plantea la cuestión de quiénes son los responsables de estos desastres.

Los incendios: ¿desastres naturales?

Quienes estudian este tipo de fenómenos catalogados como “desastres naturales”, los definen como “acontecimientos que se producen y alteran de manera negativa en la naturaleza” y su origen puede tener dos causas: “pueden haber sido ocasionados por la actividad del hombre (conductas antrópicas) o por fenómenos que obedecen a causa estrictamente naturales”. Como vemos, la ambigüedad y generalidad de las definiciones, no permiten divisar las causas profundas de estos acontecimientos, que para nosotros tienen un claro origen económico, social y político.

El análisis se reduce a si estas nuevas y extensas sequías que azotan a la provincia, son de implicancia “natural” o “antrópica”. ¿Sólo le cabe la culpa al supuesto pirómano? Esta es la forma como presenta el gobierno la cuestión, y de aquí se desprende una política de aumento de la persecución y penas hacia quienes “dan origen” a estos incendios. Los medios de comunicación aportan para hacer de esta visión ideológica, un sentido común.

La desertificación es una de las principales causas de los incendios

Para nosotros, estos desastres ambientales manifiestan las consecuencias de la desertificación (uno de los efectos del avance de la frontera agropecuaria en zonas desfavorables), y la sobreexplotación de los suelos. Que además, trae aparejados impactos negativos, como la sequía y la pérdida de la biodiversidad y el aumento de la migración de la población rural a los grandes centros urbanos con el consecuente hacinamiento y carestías de la vida.

La realidad es que la desertificación es una de las causas principales y más profundas de los incendios. Los empresarios del monocultivo de la soja, que con permisos otorgados por los gobiernos y su “Secretaría de Ambiente”, llevaron adelante grandes y anárquicas deforestaciones en los últimos años, son los “responsables ocultos” de estos desastres. Todo en función de acrecentar sus para nada “naturales” ganancias. Además, hay que agregar que en grandes extensiones de campo infértiles se utilizaron cantidades abismales de fertilizantes, perturbando el uso del suelo y contaminado los recursos hídricos y poblaciones cercanas.

La “conciencia colectiva”

Otra vez, los gobiernos de turno llaman a la “conciencia colectiva” para la solución de un problema de índole capitalista, como si todos fuéramos responsables, cuando en realidad, los principales responsables del fuego son los empresarios sojeros y terratenientes que con su sed de obtener más ganancias desafían al ecosistema mismo. Así provocan estos desastrosos impactos en el ambiente, sin importar que los trabajadores del campo y de la ciudad sean los principales receptores de las miserias que genera.

Los incendios dejarán consecuencias negativas para el ambiente y la salud pública. La erosión del suelo lo volverá impermeable y necesitará una centenaria recuperación, teniendo en cuenta que la recomposición del suelo crece un centímetro en cien años aproximadamente. Y lo que es peor, el manto de dióxido de carbono que quedará en la superficie contaminará los cursos de agua de las sierras, trayendo aparejado un gran problema que tocará de cerca la salud de los habitantes.

El “plan provincial de manejo del fuego”: otro fracaso

Creado por el gobierno delasotista, el “Plan provincial de manejo del fuego” demostró ser otro fracaso. Sin embargo, bien le sirvió como principal consigna electoral y para “saquear” con otra excusa los bolsillos de los trabajadores y trabajadoras y el pueblo pobre de Córdoba a través del “Fondo al Fuego Ley 9147”. Este fondo fue presentado como una “innovación” en materia de impuestos ambientales, que pagamos con nuestra factura de la luz. Se otorgaron cientos de 4x4 y coches-bomba a las intendencias del interior cordobés de manera completamente clientelar. Todo este gasto desopilante, que incluyó aviones hidrantes, no bastó para sofocar el incendio en las sierras cordobesas, que puso en riesgo la vida de cientos de habitantes.

Las políticas de Schiaretti y De la Sota de “incentivo a la producción” significaron todo el apoyo sin ningún control a los empresarios del campo, la explotación y el deterioro de la vida de millones de trabajadores y la destrucción del medio ambiente, y terminaron encendiendo así la chispa del trágico incendio.

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