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LA FUERZA VIENE DESDE ABAJO

Gran triunfo contra la burocracia en PepsiCo

El viernes 29 se hicieron las elecciones a Interna de PepsiCo y otra vez volvió a la ganar la lista combativa y antiburocrática de compañeros y compañeras del PTS, de la Agrupación Desde Abajo e independientes. El resultado fue categórico: 303 votos contra 183 de la Verde de Daer, y 41 votos de una tercer lista armada por el Sindicato para restarle fuerza a la Interna.

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5 de mayo 2011

Gran triunfo contra la burocracia en PepsiCo

El viernes 29 se hicieron las elecciones a Interna de PepsiCo y otra vez volvió a la ganar la lista combativa y antiburocrática de compañeros y compañeras del PTS, de la Agrupación Desde Abajo e independientes. El resultado fue categórico: 303 votos contra 183 de la Verde de Daer, y 41 votos de una tercer lista armada por el Sindicato para restarle fuerza a la Interna.

No fue una elección más. Se da después de un año de lucha, donde la patronal y la Verde hicieron mil y un maniobras para derrotar a la Interna. Es sabido que, como en muchos lugares, la burocracia acuerda con las empresas ingresar gente como única forma de conseguir alguna “militancia”. PepsiCo no es la excepción. La Interna tomó en sus manos la lucha por la efectivización de todos los contratados, contra el fraude laboral y el fin de las tercerizaciones. Fue una lucha dura donde un pequeño pero activo sector militaba para la Verde con una fuerte hostilidad, bancado por la empresa. Hicieron una campaña persistente sobre los contratados para que tomen un camino individualista. “Hacete amigo de la Verde y vas a quedar efectivo”, era el lema burocrático. “No te metas con los zurdos y vas a quedar, pero exigimos lealtad”, decían esos “dirigentes”. Mientras, a los efectivos se los llamaba a no pelear por los contratados, como si fuesen de otra clase.

Interna combativa

Pese a todo eso se dio una gran pelea. La Interna, con un importante sector de contratados y tercerizados apoyados por efectivos, salió a la calle a exigir el pase a planta. Cortes en la Panamericana (que le valieron a Leo Norniella y Caty Balaguer procesos penales), movilizaciones a Callao y Corrientes y al Ministerio de Trabajo. Hubo intentos de despidos que se frenaron. Se consiguieron decenas de efectivizaciones y el pase a PepsiCo de gran cantidad de trabajadores tercerizados. Esto, hasta que la burocracia firmó un acta donde se efectivizaban más trabajadores pero se ponía un “punto final”, dejando afuera a muchos compañeros. Los primeros despedidos en febrero resistieron. Un grupo de valientes obreras ingresó a la planta cuando no les permitieron entrar y se quedó peleando durante dos días. La patronal hizo lock out para dividir y generar miedo mientras la burocracia les soltó la mano a las obreras, que lograron que se dicte la conciliación obligatoria y salieron dignamente. No pudieron ganar como ellas querían, pero consiguieron altas indemnizaciones (más del doble de lo que le corresponde a un efectivo con esa antigüedad). Fueron hasta la fábrica con la frente en alto, orgullosas de su pelea y se lo hicieron saber a todos los compañeros. Muchos trabajadores se solidarizaron con las contratadas y la provocación de la empresa para dividir y amedrentar había fracasado.

Más intentos verdes

La burocracia siguió. Les prometieron a los contratados que quedan en la planta que iban a ser efectivizados si votaban a la Verde y hasta armaron, para buscar votos, una lista con un discurso opositor a la misma Verde.
Frente a este panorama el activismo se puso de pie como nunca. Los propios obreros escribieron y repartieron cientos de boletines para contarle a toda la fábrica la historia de PepsiCo y por qué la Verde no podía volver a dirigir la Interna, como lo hizo una vez fraudulentamente. Explicaron que en aquel momento aumentaron los ritmos y la prepotencia patronal, que hubo despidos y traiciones. Decenas de trabajadores se destacaron y fueron claves para el triunfo. Alejandro Morelli, activista despedido durante el mandato Verde, mandado al frente por la burocracia, contó cómo fue la historia de traición de Daer, orgulloso por haber obtenido un fallo de reinstalación que lo traerá nuevamente a la planta. Las compañeras despedidas fueron también hasta la puerta a expresar su apoyo a la Interna, a quienes se jugaron por los contratados. La fábrica fue un hervidero, decenas de obreros militaron contra la burocracia, en los pasillos otros trabajadores se hacían escuchar, algunos por primera vez. “Votá a la 2, votá a la 2”. Los más viejos hablaban con los nuevos y muchos de los que se mostraban con la Verde fueron al cuarto oscuro para votar por la Interna antiburocrática.

Finalmente se abrieron las urnas y estalló un festejo frente a la mirada triste de más de un gerente y la desmoralización Verde. El festejo quiso seguir afuera pese a la lluvia torrencial, “es la Verde que no para de llorar” cantaban. Algunos se juntaron igual y prepararon un gran festejo para este sábado 7.

Ir por más
Está planteado ir por más. La militancia de los trabajadores tiene que mantenerse en una organización permanente. Todos los contratados tienen que ser efectivizados, los tercerizados que aún no pasaron a PepsiCo tienen que hacerlo y deben cumplirse las demandas de los trabajadores que aún siguen postergadas. 

El miércoles 4, junto con los trabajadores de Kraft y Stani participaron de la marcha convocada por la dirección del STIA y la Federación en una columna de oposición con una bandera que exigía un Plan de Lucha de todo el gremio para conseguir el 40% sin cuotas, que se discuta el convenio, se anule el 2% compulsivo, se efectivice a los contratados y tercerizados y se termine con las causas contra los delegados combativos.

En la puerta de la FIPAA, donde fue la movilización desde el Obelisco, los dirigentes burocráticos dijeron que se mantenían firmes por $4.000 de básico. Pero las patronales están duras y no van a aflojar sin una lucha seria, que por ahora no viene de la mano de la burocracia. Por eso la oposición, con la fuerza que le da este importante triunfo, exige un plan de lucha en serio discutido en asambleas democráticas. La oposición clasista en la Alimentación dio un nuevo paso, decenas y cientos de activistas tienen que organizarse, para esta lucha, por nuestros derechos y para pelear por recuperar el Sindicato de la Alimentación para los trabajadores.

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