50.000 trabajadores y estudiantes se movilizaron el viernes 9 en Roma contra la reforma laboral del gobierno de Mario Monti. Esta importante movilización obrera se dio en el marco de un paro de la importante rama metalúrgica italiana organizada en la federación metalúrgica (FIOM), el sindicato más importante del país.

La reforma laboral que impulsa la gran patronal (entre otras la FIAT que quiere cerrar fábricas dejando a cientos en la calle), trata de desprenderse del famoso “Artículo 18”, una conquista histórica del proletariado que garantiza trabajo estable.

Monti, que no fue elegido en elecciones y no tiene compromisos políticos, está dedicado exclusivamente a “ajustar” la economía. Este gobierno “técnico” es producto de la enorme crisis financiera y económica que atraviesa el país y de la resistencia de las masas a los planes de ajuste de Berlusconi que debió renunciar tras las grandes movilizaciones de octubre de 2011 y del enorme desprestigio que pesaba sobre su corrupto gobierno.

Monti viene aplicando los recortes por más de 50.000 millones de euros que hizo votar Berlusconi antes de irse y ahora trata de avanzar más con esta durísima reforma laboral. Por eso, el paro metalúrgico que tuvo alto acatamiento en toda Italia y las decenas de miles que se movilizaron cobran gran importancia en la lucha contra el gobierno y la gran patronal que quieren ajustar a los trabajadores para aumentar sus ganancias.