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EXTRACTOS DE LA INTERVENCIÓN DE TITÍN MOREIRA EN EL CIERRE DEL CURSO

Gran cierre del curso del Manifiesto Comunista en la UBA

Con un salón lleno de estudiantes secundarios, terciarios y universitarios, realizamos el último encuentro del curso sobre “La vigencia del Manifiesto Comunista”.

PTS

13 de marzo 2014

Gran cierre del curso del Manifiesto Comunista en la UBA

Con un salón lleno de estudiantes secundarios, terciarios y universitarios, realizamos el último encuentro del curso sobre “La vigencia del Manifiesto Comunista”. Tras cuatro reuniones, en donde intercambiamos sobre la actualidad de los puntos nodales del texto escrito por Marx y Engels hace 166 años ( la lucha de clases, las crisis capitalistas, la noción de estado, y la concepción marxista de revolución) cerramos el curso a partir de la pregunta “¿Por qué peleamos los comunistas?”. En esta ocasión contamos con la presencia de Titín Moreira , ex militante del PST y actual dirigente nacional del PTS, quien dialogó y reflexionó con los jovenes presentes sobre la idea del comunismo, sus fundamentos y las perspectivas del marxismo revolucionario en la actualidad.

Titín comenzó planteando el problema de la toma del poder por parte de la clase obrera, como perspectiva propuesta por Marx para destruir al capitalismo. En ese sentido, destacó que los autores del Manifiesto, a partir de la experiencia de la Comuna de Paris en 1871, “ajustaron” su visión sobre la “dictadura del proletariado”, sacando la conslusión de que la clase trabajadora no puede limitarse “a ocupar las viejas instituciones de la burguesia como tal, sino que debe destruirlas y crear sus propias instituciones, su propio ejército, sus propias formas de gobierno, etc”.
Pero, Titín cuestionó “¿Cómo toma la clase obrera el poder?”. En ese sentido planteó que si bien el partido revolucionario cumple un rol decisivo en esta pelea, en tanto establece un programa y se plantea una estrategia para vencer, entre “el partido y las masas no está el vacío”: “los organismos de coordinación y autodeterminación de la clase obrera y de los sectores populares (como fueron los sóviets en Rusia o los cordones industriales en Chile) que surgen de las formas más avanzadas de la lucha de clases, imponen una nueva forma de organización, surgida del propio proletariado, que puede transformarse progresivamente de una herramienta de lucha y coodinación, a un órgano de poder, y finalmente en la base del nuevo estado dirigido por el proletariado”. Titín destacó que “el partido revolucionario, que concentra la experiencia histórica de la lucha proletaria nacional e internacional, debe impulsar en los tiempos preparatorios a las situaciones revolucionarias, todas las formas de coordinación que tiendan a hacer surgir organismos de este tipo”. Es decir, solo sobre estas bases, se puede desarrollar un proceso revolucionario dirigido por el proletariado que (a diferencia de la idea que dejó el stalinismo sobre la dictadura del proletariado como un régimen totalitario dirigido por un partido burocrático), realmente siente las bases para un gobierno de las mayorías, y posteriormente para la construcción del socialismo.

A continuación planteó la pregunta “¿Qué es el socialismo y en qué se diferencia de la toma del poder?”. Titín planteó que “no alcanza con la expropiación de la burguesía, sino que es necesario acabar con la anarquía capitalista, que produce en función de las ganancias, y planificar la economía en base a las necesidades de la población”. Pero destacó que “incluso esto, de darse en un país como Argentina, no implica el socialismo”. “ El socialismo es una sociedad que supera al capitalismo, que impulsa el desarrollo productivo y tecnológico en función de las necesidades de la población mundial, y en ese sentido (y por eso no es utópico) se apoya sobre el desarrollo previo del capitalismo, que ya alcanzó un nivel mundial”. “Si se tomase el poder en Argentina, solo se estaría superando al capitalismo argentino , que es muy poco desarrollado; pero para superar al capitalismo de conjunto, es necesario extender la revolución a nivel mundial y pararse sobre su desarrollo internacional”. Por eso mismo, “una de las características que hace revolucionario a un partido , es su internacionalismo” ya que solo a este nivel se puede plantear la construcción de una sociedad superior. “Cuando todo ese desarrollo (de la técnica, la ciencia, etc.) se pongan en función de las necesidades sociales y no de la fabricación de armas, de hacer guerras, etc; será en ese momento en que se pueda pensar en el socialismo”.

Titín concluyó con una reflexión sobre los motivos profundos de la lucha por el socialismo. Planteó que “si bien nosotros hablamos de la lucha de clases, nosotros queremos terminar con la lucha de clases: no hay nada más espantoso que hombres enfrentandose a hombres, matándose para poder comer, para tener un pedazo de tierra, obligados por que la sociedad de clases lleva a este enfrentamiento.¡Ojalá termine la lucha de clases!. Pero no terminará hasta que no acabemos con las clases. Por eso intervenimos en la lucha de clases, para que no haya más clases. Solamente con una sociedad socialista a nivel internacional terminará la decadencia de la humanidad, nos sacaremos encima el yugo del trabajo, y avanzaremos al reino de la libertad. Ésta es tal vez la tarea más difícil que tiene la humanidad, y nosotros peleamos por eso”.

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