Este 24 abrió un debate en las organizaciones políticas de Rosario: ¿hacer un acto de lucha o ir a la “comparsa” en la que el kirchnerismo se lava la cara? El PCR, que se negó desde 2003 a levantar una política independiente, sostuvo que “este año” sí había condiciones, por la votación de la Ley Antiterrorista. El PTS sostuvo estos años que había suficientes motivos para no encolumnarse con los K: por López, los muertos por luchar, los procesados. Finalmente, confluimos el PTS, PO e IS (juntos en el FIT), el PCR, el MST, Proyecto Sur, Libres del Sur y otros, e hicimos un bloque independiente que denunció la Ley Antiterrorista, la represión K y el Proyecto X, y también la impunidad en la Santa Fe “binnerista”, donde mataron a Silvia Suppo y a los pibes del FPDS. Este bloque, además, defendió a los docentes de los ataques de Bonfatti y Cristina, movilizando casi 3.000 personas, entre ellas más de 300 del PTS, superando a la columna K.

Ante esta convocatoria, la CTA quedó en un incómodo equilibrio: el activismo quería ir a este acto de lucha; la conducción, evitar enfrentar al binnerismo y a los K. AMSAFE Rosario, en una gran votación a mano alzada, resolvió ir con el bloque independiente, moción defendida por el PTS junto a activistas y otras corrientes, derrotando a la Directiva y al FPDS, que defendieron que los docentes no enfrenten a los K. Al final, Teres (Sec. Gral. CTA Rosario) marchó con los K pero no adhirió al documento, y Daniel Couselo (Sec. Gral. AMSAFE Rosario) desconoció el mandato de asamblea y fue con los K, que boicotearon la huelga docente. Aun así, y aunque fue sólo una asamblea de activistas, la decisión de AMSAFE es de gran importancia, porque toma una posición independiente e instaura el método de discutir en alguna instancia democrática los posicionamientos políticos, y no en “acuerdos” en la Directiva, método frente al cual compañeros de corrientes de izquierda como PO nunca fueron alternativa.

El FPDS y La COMPA, por su parte, dieron un gran paso en falso, se movilizaron con los K, firmaron su documento y dieron la espalda al gran bloque que incluía a AMSAFE. Aunque los compañeros sostienen que fueron con los K porque el documento mencionaba el asesinato de sus militantes y la represión, omiten decir que el objetivo de ese documento era, justamente, silenciar la responsabilidad gubernamental ante estos crímenes. De ese modo, con el falso argumento de no romper “la unidad”, se encolumnaron con Rossi, La Cámpora y los “pistoleros del Evita”, embelleciendo al kirchnerismo y evitando darle una derrota aun mayor.

El acto combativo y antigubernamental, pese a estas posturas, permitió que los activistas pudieran movilizarse contra la impunidad y la represión sin seguir a los K o al socialismo sojero.