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General Motors: retomamos la lucha pero nos metieron en la conciliación otra vez

El dia martes 2/11 finalizaba la conciliación obligatoria dictada por la provincia. Mientras iban llegando los compañeros a la puerta de la planta, nos encontramos con la infantería en el portón, provocación de la patronal, lo cual no despertó el asombro de nadie; estamos acostumbrados a que la patronal nos trate como delincuentes de alta peligrosidad.

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4 de diciembre 2008

El dia martes 2/11 finalizaba la conciliación obligatoria dictada por la provincia. Mientras iban llegando los compañeros a la puerta de la planta, nos encontramos con la infantería en el portón, provocación de la patronal, lo cual no despertó el asombro de nadie; estamos acostumbrados a que la patronal nos trate como delincuentes de alta peligrosidad.

A continuación, nos reunimos en asamblea y tomamos la determinación de que hasta que no se vaya el último policía, no entraba nadie. Así fue, la infantería (que depende del gobernador Binner) se tuvo que retirar y nos dirigimos al galpón de materiales, punto neurálgico donde comenzó la primera asamblea.

Allí se discutieron los pasos a seguir, continuar con el paro y el estado de asamblea permanente –medida consensuada en el portón antes de entrar– hasta que la patronal acate o mejore la propuesta que era la de asegurar la estabilidad laboral para todos (efectivos, eventuales, contratados) y reincorporación de los compañeros del “Chevy Club” –así le llaman al lugar de detención y extorsión – donde hoy mismo nos quisieron encerrar con cadena y candado.

Mientras tanto y aún bajo el aval de conciliación, GM no paraba de violar nuestros derechos y nuestra estabilidad psíquica; constantes amedrentamientos de todo tipo dentro y fuera de planta. Relaciones Internas nos enviaba cartas queriendo que comprendamos la situación, pero estas cartas no eran otra cosa que basura contaminada. El clima y ánimo del martes eran fantásticos; volvimos a las asambleas, a la solidaridad, reaccionamos frente a las chicaneadas, era lo que estábamos esperando: una medida de fuerza.

Nuevamente se dicta una conciliación y ésta es a nivel nacional, cosa que no cayó en gracia para nadie. Peor aún, resulto un salvavidas de plomo. Con esto, la patronal se asegura la finalización en 15 días del modelo Vitara aprovechando el “clima de paz” y después, seguramente nos mandarán un receso y en ese intermedio quizás más telegramas.
Según la prensa hay un compromiso firmado que dice que “1) La empresa renovará los contratos a plazo fijo vencidos a partir del 24 de noviembre y aquellos que venzan durante el período que persista la conciliación obligatoria. 2) Respecto a los trabajadores de planta permanente que fueran despedidos y que como producto de la conciliación obligatoria dictada por la cartera laboral santafesina, fueron reincorporados, `continuarán realizando tareas de capacitación en la planta´, y que esta formación del personal será `consensuado´ por las partes. Este punto no es menor, ya que fue prácticamente, el status de los ´capacitables´ bloqueó el último tramo de las negociaciones.” (La Capital, 3 de diciembre).

Pero no podemos quedarnos con los brazos cruzados, tenemos que seguir organizándonos, como lo venimos haciendo. Mantener la unidad y llevar el conflicto más allá de las paredes de GM. Hoy podemos decir que nos comimos un bocado de frustración, pero la bronca y las ganas de luchar están intactas…

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