“ESMA, memorias de la resistencia” marca de alguna manera la vuelta del Grupo de Boedo Films a la pantalla grande, con un documental que tiene su impronta. Para TVPTS es una incursión en la realización de films en medio del intenso trabajo de llevar adelante la TV de la izquierda. De esta confluencia no podía surgir otra cosa que un film que se meta con temas difíciles, arriesgados y necesarios. Y tiene la capacidad de abordar sin vueltas el mensaje de terror que quisieron dar los genocidas, para darlo vuelta, convertirlo en su contrario, conectando a las nuevas generaciones con la fuerza de la resistencia y la militancia aún en las peores condiciones. Aquí, la primera impresión de los
realizadores:

¿Por qué decidieron realizar la película?

Claudio Remedi: Primero porque tenemos mucho respeto por la Asociación ex Detenidos Desaparecidos y por la labor del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos. Al principio teníamos temor de caer en un nuevo relato sobre la dictadura, pero fuimos descubriendo que había testimonios que no se habían contado, que valía la pena construirlos, reconstruirlos y mostrarlos, expresar un punto de vista que no se ve habitualmente, que no sea derrotista, sino que plantee una lucha constante. La idea no era quedarse en el pasado sino centrarse en lo que pasa y en todos los desafíos que todavía faltan por venir.

La película trata aspectos nunca antes tratados. Cómo trabajaron el hecho que plantean los protagonistas de querer hablar y no haber sido escuchados?

Gabriela Jaime: Lo primero que hay que rescatar es que ellos ahí adentro ejercieron una forma de resistencia que no fue casual. Fue producto de una generación que quiso cambiar las cosas en Argentina, eso se reflejó adentro de los campos en una resistencia activa, como en el afuera con la sorda resistencia obrera mientras los genocidas liquidaban a los mejores delegados y activistas. Sobrevivir era una manera de resistir para poder seguirla, para poder contarla hoy y hacer que esa palabra sea lo que convierta su testimonio en acusación. Y también para luchar por que no quede nadie impune. Ellos no aceptaron las leyes de impunidad y tampoco estos juicios que la siguen garantizando. Entonces esta militancia que sigue hasta hoy no es casual, es producto de la militancia cuando eran jóvenes y de la resistencia en los campos.

¿Qué reflexión tienen sobre la recepción del público hoy?

Lucas Martelli: Creo que fue muy buena, corrimos hasta el último momento para presentarla; y yo sentía los llamados de ansiedad. Llegmos y había gente que ya estaba desde una hora antes. Yo creo que la voz de ellos es lo que le da un carácter especial, porque es la vivencia directa, no es un número, ni algo que alguien cuenta o algo que alguien dice. Es algo que te cuentan en los pequeños detalles y en carne propia, esa sensación del espanto y el horror y a la vez de cómo ellos pudieron mantener, pese a las condiciones, su dignidad en pie y un sentido de lucha. Que hoy haya represores en cana es porque durante 30 años gente como ellos estuvieron luchando, no es una cuestión mágica.