Por Franco Villalba, delgado de Alicorp (ex jabon Federal)

Era junio y todavía muchos trabajadores pensaban votar a Cristina. Pero para esos compañeros que siempre votaron a un delegado de izquierda, junto con quien recuperaron conquistas, enfrentaron los ataques patronales y echaron a la burocracia sindical, la contradicción estaba instalada y, finalmente, desistieron de votar a un gobierno amigo de sus enemigos.

Estos compañeros fueron protagonistas de varias luchas. En ellos fue madurando la idea de que la política a favor de los trabajadores desarrollada en el terreno sindical, debía ampliarse al terreno electoral.
La banca de un diputado conquistada por los obreros de Zanon coincidió con el 5° aniversario de nuestra gran lucha contra los despidos en el 2006. En este marco, los compañeros entendieron que el Frente de Izquierda, del cual yo fui candidato, representaba a la izquierda que está en las luchas obreras. No quedaron dudas. Allí había que poner el voto de los obreros del jabón. Y gran parte de la fábrica así lo hizo.

Los volantes repartidos y las proyecciones en grandes pantallas armadas en la puerta de la fábrica, para los cambios de turno, explicaron que no solo nuestra política, sino también nuestra campaña eran diferentes a las demás.
Muchos empezaron a preguntar por el número de nuestra lista, luego pidieron boletas también para los suyos. “Los vimos en la tele”, “¿Cuánto les falta para los 400 mil?”, preguntaban. “Yo los voy a votar”, respondían cada vez más compañeros.

La patronal también presintió este ambiente y empezó a preocuparse.

Al día siguiente…

Las felicitaciones me frenaban desde el vestuario hasta el sector de trabajo. Y cada sección que recorría escuchaba “Pasamos, yo también vote a la izquierda”.

Pero en muchos casos no fue solo un voto. Muchos se llevaron el carnet de fiscal. Algunos para quedarse del inicio hasta el recuento final de los votos. Otros para asegurarse que en la mesa donde votaba su familia no faltaran boletas. A los codazos en la Matanza y el resto de zona oeste con los matones del conurbano. A cambio de ningún tipo de pago más que defender las ideas políticas que abrazaron como propias.

“Hable para que los vote mi señora, mi hija, mis amigos, mi vecina. Les expliqué que la izquierda tiene candidatos que son de los nuestros”. Este tipo de comentarios fueron los que prevalecieron al día siguiente.