El Decano Musitano junto al Rector Maiorana (ambos de Franja) cerraron la Facultad de Humanidades por una semana. Su argumento es que un grupo de estudiantes no aceptamos la resolución del Consejo Directivo respecto a imponer seguridad privada en la Facultad. “Hasta que no rectifiquen su posición, la Facultad estará cerrada” advirtieron.

Lo que escandaliza al oficialismo es que las asambleas estudiantiles no acaten las decisiones del Consejo Directivo. Manifestarse contra las medidas de cualquier gobierno, incluso el universitario, es un derecho democrático elemental que las autoridades pisotean.

Una semana pasó con la Facultad cerrada. Realizamos clases públicas, asambleas y marchas exigiendo la reapertura inmediata.

Las agencias de seguridad privada están denunciadas por tener represores de la dictadura en sus filas. Siseg, la empresa contratada, está dirigida por un Mayor del Ejército (RE) de 61 años. El Rector destina 1.2 millones en seguridad privada y $250.000 a la Policía Federal. El primer blanco de la campaña “por la seguridad” son los chicos de la calle, y si lo consiguen podrán seguir por más.

El martes 27 se reabrió la Facultad. Pero con una extorsión: si no acatamos la decisión del Consejo Directivo, el lunes próximo la clausuran de nuevo.

Un importante número de docentes oficialistas se sumó a la campaña, bajando “la línea” del decano y llegando a amenazar a algún estudiante. Un docente del PS escribió en el diario La Capital “Los odio, queridos estudiantes”, tomando las palabras de Passolini contra los estudiantes del Mayo Francés.

En una nueva asamblea se repudió el accionar del decano y se exigió su renuncia, se discutió la elección de delegados y la coordinación con los docentes opositores, quienes publicaron una solicitada donde denuncian el “lockout” del decano.

Desde En Clave Roja planteamos que hay que impulsar la más amplia autoorganización para seguir la lucha, llegar a todos los cursos, elegir delegados y formar comisiones para la lucha. Ya surgieron cuestionamientos importantes de activistas independientes a la conducción del Centro de Estudiantes, en manos del ALDE-PCR, por sus métodos burocráticos. El año pasado esta agrupación terminó desactivando la lucha estudiantil por la democratización, para llamar a votar por candidatos “progresistas” junto con el MNR (como en Medicina).

Cecilia y Rodrigo