En el marco de la quinta semana de conflicto en Finning CAT Carlos Ruiz, un ex delegado despedido, fue detenido por la Policía Bonaerense junto con tres compañeros estudiantes que lo estaban acompañando en el bloqueo en los portones de Bancalari, incluido un dirigente del Centro de Estudiantes de Educación de la UNLu de la Agrupación Avanzada.

Lo notable es que fue la misma Bonaerense que asesinó a Kosteki y Santillán en 2002, la que montó una provocación este 20 de diciembre, horas antes de la marcha a Plaza de Mayo, para mostrar su absoluta docilidad con las patronales y su ensañamiento con los delegados combativos, como vimos el año pasado en la represión en las puertas de Kraft.

Fue una absoluta provocación organizada entre la empresa, la policía y un “escribano” que supuestamente sacaba fotos para Finning en una acción totalmente ilegal, para intentar quebrar la pelea por la reincorporación que ya lleva cinco semanas.

Además a una compañera la golpearon en la comisaría y al resto los tuvieron semidesnudos “verdugueándolos” y llevándolos esposados de acá para allá, hacinados los tres en un calabozo de 1,5 x 1,5 metros. Esta fue su situación hasta que fueron liberados por la presión de los compañeros solidarios que mantuvieron bloqueado el portón de Bancalari y los abogados del CeProDH que junto a concejales, diputados y organismos de derechos humanos se hicieron presentes en la Comisaría 4ª de San Fernando, pidiendo la libertad de los detenidos.

Hasta acá ha llegado Finning. No para de realizar acciones ilegales para intentar provocar y quebrar la voluntad de los despedidos en la pelea por los puestos de trabajo. No va a tener suerte. Ni con la patota ni con la policía. Mientras tanto, seguimos esperando el compromiso de la UOM San Miguel, que es parte de todo este circo y no se ha pronunciado aún contundentemente por la reinstalación de los despedidos y el repudio a la policía y a la patota después de 5 semanas de conflicto. Por su parte, tampoco el Ministerio de Trabajo ha siquiera llamado a los despedidos durante todo este tiempo.

La empresa está cada vez más nerviosa y la lucha sigue fuerte. El martes se bloquearon los portones de Rental y se vio cómo desde adentro se organizó la rotura de un vidrio de un auto para intentar hacer responsable a los despedidos. Más tarde salió un auto de la policía que intentó atropellar a una estudiante en la puerta de Rental, donde al día de hoy los técnicos y administrativos tienen que trabajar con la policía vigilándolos entrando y saliendo de la planta cuando gustan. Todo este lío organizado por Finning por un laburante que cuando le tocó ser delegado, defendía los derechos de sus compañeros y no se vendía.

No sólo los detuvieron un 20 de diciembre, el mismo día que la policía echó a las Madres de la Plaza de Mayo con los caballos y que el pueblo echó a De la Rua de la Rosada en 2001, sino que lo hizo la misma policía que asesinó a Kosteki y a Santillán. En ellos confía Finning para resolver este conflicto gremial. En la policía y en las patotas. Del otro lado, la solidaridad de los estudiantes, organismos de derechos humanos y hasta de diputados de la Nación que están circulando un petitorio por la reincorporación de los despedidos y se pusieron a disposición para lo que necesiten los despedidos. Y además lo más importante, que es el apoyo de los trabajadores de Finning CAT en este justo reclamo por los puestos de trabajo.

PTS Zona Norte