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Fuera Sergio Tasselli, reestatizar ya el Roca

Hace años que el servicio que brinda Transportes Metropolitanos General Roca (TMR) es de malo a pésimo. Las “hordas” que Fernando Jantus (vocero de la empresa) descalificó no eran más que cientos de trabajadores indignados, hartos de ser tratados como animales.

17 de mayo 2007

Hace años que el servicio que brinda Transportes Metropolitanos General Roca (TMR) es de malo a pésimo. Las “hordas” que Fernando Jantus (vocero de la empresa) descalificó no eran más que cientos de trabajadores indignados, hartos de ser tratados como animales. El saldo: 12 policías y 9 pasajeros heridos. Más de 20 detenidos.

Eran las 16.30 hs. cuando un equipo eléctrico se rompió y el otro que fue a remolcarlo por un error de aislación sufrió igual suerte tapando la salida de trenes eléctricos de Constitución y provocando la paralización del servicio. Por falta de personal o de equipos no se brindó ninguna alternativa por vía diésel traccionado.

La interrupción del servicio en el horario pico, al igual que el viajar hacinado en vagones mugrientos, es una de las tantas crónicas que recoge Clarín “Esto no fue más que la crónica de una violencia anunciada. En algún momento tenía que suceder, porque es muy difícil no sublevarse cuando en días de lluvia hay que abrir el paraguas adentro del vagón”. Viajar en el Roca es inhumano. Para los que pueden subir a los vagones, es asfixiante. “Hecho a propósito no podría funcionar tan mal”, dijo otro.

400 mil son los pasajeros que viajan en las horas pico. Luego de dos horas sin trenes y sin aclaraciones por parte de la empresa, una respuesta: “Si no te gusta, viajá en subte, negro de m...” fue la gota que rebalsó el vaso. Estallaron. No eran sólo los que esperaban en el hall de la estación, también se sumaron los que quedaron varados en los trenes a 600 metros que tampoco sabían qué estaba pasando y tuvieron que regresar por las suyas. En el camino no sólo fueron acumulando bronca, también fueron juntando las piedras que hacen de piso a las vías. Los objetivos fueron en primer lugar la oficina de informes y las boleterías, prudentemente abandonadas por los empleados. Sus vidrios blindados fueron destruidos y luego se les prendió fuego, cuando una decena de policías quisieron asomar y detener a un pasajero. El siguiente blanco fue la oficina de la División Roca de la Federal, donde una estructura de metal sirvió de improvisado ariete para derribar las puertas. El fuego cobró fuerza cuando le agregaron una moto. El aplauso y las vivas de los pasajeros se generalizaron. Llegó la guardia de infantería y también resultó apedreada. En esta estación, la más grande de la Argentina, se volvía a sentir el espíritu del 2001.

El Estado subsidia el vaciamiento

Desde la Agrupación Bordó venimos denunciando la desidia patronal de Sergio Tasselli, el dueño de TMR, responsable de esta situación desesperante para los usuarios. Y también ya provocó la muerte de seis ferroviarios en servicio.

Por cada boleto que el usuario abona, el estado le paga al ferrocarril el mismo importe. Esto significa que TMR (como reconoce Tasselli en la revista El Federal) se lleva medio millón de pesos y otro medio se subsidia. Esto es… ¡Un millón de pesos por día! Lo mismo que se “perdía” cuando era estatal y con ese verso lo privatizaron. Pero además TMR se queda con la explotación comercial y el alquiler de locales, publicidad, etc. Ante las cámaras de TV cientos de pasajeros denunciaban que se viaja peor que antes. Que los millonarios subsidios no se ven en mejoras del servicio. Y los ferroviarios tampoco los vemos en inversiones, ni mantenimiento, ni mejoras salariales ni nuevos puestos de trabajo. Entonces ¿dónde va todo ese dinero?

Es de dominio público que el ferrocarril se encuentra en este estado calamitoso no sólo por responsabilidad de Tasselli. El gobierno sigue premiando esta desidia con más subsidios. Ni a la patronal ni al gobierno les interesa el estado del transporte público en el que tenemos que viajar diariamente los trabajadores y el pueblo pobre.
El defensor del pueblo Eduardo Mondino tuvo que declarar que “hay que quitarles la concesión” a estos empresarios inescrupulosos. Por su parte, Kirchner afirmó que “Hay algunos sinvergüenzas y vamos a responder pegando patadas donde corresponde porque no tenemos ningún tipo de compromiso más que con la gente”. Queda claro entonces que la única salida es la reestatización sin pago, y la investigación de todo lo actuado por el empresario vaciador y los funcionarios del sector.

Nadie mejor que los trabajadores ferroviarios conocemos las necesidades imperiosas que tiene el ferrocarril hoy. Hay que recuperar el material rodante y las vías, para evitar un Cromañón ferroviario. Hay que reabrir los talleres y realizar un plan de obras públicas para poner el ferrocarril en el lugar que el pueblo trabajador necesita, brindando un servicio digno, esto es un transporte rápido, eficiente, cómodo y seguro. Sólo para revertir esta situación ya hacen faltan 2.000 nuevos puestos de trabajo y que tiene que haber una recomposición que permita recuperar el poder adquisitivo de nuestros salarios. Por esto peleamos por la reestatización que debe ser bajo el control de los trabajadores y los usuarios, con un presupuesto que permita mantener los boletos económicos y la inversión adecuada para satisfacer las necesidades de los pasajeros.

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