“Los hechos represivos ocurridos son muy serios. No ha habido ningún tipo de orden de desalojo, fue una medida totalmente ilegal. Nadie dio la cara porque nadie podía dar la cara. Lo denunciamos abiertamente en los medios. La Prefectura organizó una caza de brujas indiscriminada, persiguiendo varias cuadras a los trabajadores. Yo fui detenido sin orden judicial alguna. Esto es muy llamativo, y lo consideramos un ataque al organismo al cual pertenezco, el Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (Ce.Pro.DH.). Nosotros somos querellantes en el juicio al prefecto Febres un represor de la Dictadura genocida, que operaba en la ESMA. Este método y accionar recuerdan una vez más aquellos terribles días.”