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Elecciones 2003

Elecciones en Capital Federal

Frente de Trabajadores

9 de junio 2003

Las elecciones porteñas del 24 de agosto son parte del proceso de maquillaje que comenzó el 27 de abril, con el que el régimen busca renovar el personal político para que nada cambie de fondo. En las presidenciales, al no haber presentado un frente unido, la táctica por el voto en blanco y la abstención fracasó: IU y PO participaron de la trampa, avalándola, y recién llamaron a repudiarla en el fallido ballottage, cuando ya estaba consumada.
Ahora en Capital Federal se elegirá, además de Jefe de Gobierno, legisladores porteños y diputados nacionales por el distrito. Buscarán polarizar entre el menemista Macri y el “progresista“ Ibarra, utilizando la casi segura segunda vuelta para volver a repetir la operación del voto “antimenemista” que redunde en el apoyo al actual gobierno capitalino, uno de los mejores aliados de Kirchner.
Ante esta situación, y en elecciones que –distinto de las presidenciales- abren la posibilidad de conquistar bancas parlamentarias para los trabajadores que puedan ser una tribuna política para apoyar y alentar las luchas en las calles, el PTS plantea una nueva táctica para expresar la independencia de clase ante el régimen y fortalecer las organizaciones obreras y populares conquistadas desde diciembre del 2001.
Proponemos un Frente de Trabajadores encabezado por candidaturas obreras, que sean la expresión de las principales luchas de la Capital Federal, como la de Brukman y la de LAPA, así como de las asambleas populares y las movilizaciones piqueteras junto a los estudiantes solidarios.
Este frente de clase evitaría dividir en el terreno de las elecciones la trabajosa unidad que conquistamos en la acción y organización cotidiana, y permitiría mayor fuerza para apoyar las luchas y elevarlas a una expresión política: por la expropiación de Brukman para los trabajadores, por el control obrero de LAPA para impedir los negociados y maniobras de la "estatización" del gobierno.
Este Frente de Trabajadores sería un extraordinario instrumento para contraponer a la política conciliadora de la dirección CTA cuyos destacados miembros como Claudio Lozano o Ariel Basteiro que integran o apoyan las listas de Fuerza Porteña del intendente Ibarra. Además sería distinto del proyecto personalista de Zamora, divorciado del movimiento social, y de IU, una cooperativa electoral sin definición de clase.
Los candidaturas del Frente de Trabajadores deberían votarse en asambleas, a mano alzada. Si hay varios postulados para los primeros puestos con igual o similar cantidad de adhesiones, se puede establecer el compromiso previo de los trabajadores, asambleístas y organizaciones que compongan el Frente para que, de obtener legisladores, el período en que dure su mandato sea ocupado en forma compartida, por períodos iguales de tiempo. De obtener una bancada obrera, las asambleas del Frente deberán permanecer para votar allí el mandato de los trabajadores a su representante en la legislatura de la burguesía: que no será representante de un solo partido sino del frente de trabajadores que se regirá por la democracia obrera directa. Y el mismo Frente de Trabajadores será el que elija los asesores de los diputados obreros, así como dispondrá de los fondos que provengan del estado para aportar a las luchas y huelgas. La necesidades de la lucha de clases estarán por encima de todo.
El 24 junio vencen los plazos que dictamina la justicia para presentar alianzas. El PO, el MAS y el PTS, debemos poner nuestras personerías electorales al servicio de que las luchas más importantes de la ciudad tengan expresión política unitaria, y ayudar a que se concrete un Frente de Trabajadores contra los partidos de los explotadores. Si se logra en Capital Federal sería un ejemplo a imitar en otras provincias y distritos del país.

Prensa

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Elizabeth Lallana 113674-7357

Marcela Soler115470-9292

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